Yamil Bonduki, gerente del Programa de Desarrollo Bajo en Carbono, Grupo de Energía y Medio Ambiente, de la sede global del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Yamil Bonduki, gerente del Programa de Desarrollo Bajo en Carbono, Grupo de Energía y Medio Ambiente, de la sede global del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En Perú existe voluntad política encaminada a hacerle frente al cambio climático global, para lo cual se tiene una estrategia nacional de desarrollo sostenible cuyo objetivo es contribuir a contrarrestar el calentamiento del planeta, destacó Yamil Bonduki, gerente del Programa de Desarrollo Bajo en Carbono, Grupo de Energía y Medio Ambiente, de la sede global del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El funcionario señaló que el cambio climático es una amenaza real, que se enfrenta de distinta forma a nivel mundial y que responder a ello con desarrollo sostenible requiere de voluntad política, “que es un aspecto a veces difícil de conseguir, pero que ocurre en diversos países como Perú, donde se impulsa una estrategia nacional de cambio climático”, recalcó en declaraciones a ProActivo.

Visión común de crecimiento

“Perú es un país que no produce emisiones significativas (de gases de efecto invernadero GEI) en el contexto global, quizá sea menos de 1%”. anotó.

Manifestó que la Convención Internacional de Cambio Climático, establece un compromiso de todos los países, independientemente del nivel de emisiones que genera, a reducirlas y así aumentar su cooperación para combatir el calentamiento global.

“A nivel mundial, es urgente evitar que la temperatura aumente otros dos grados centígrados, porque de lo contrario el proceso de calentamiento tendrá como resultado impactos (negativos), que pueden ser irreversibles”, advirtió.

Sostuvo que es vital motivar e involucrar al sector privado, gobierno y comunidades organizadas en una visión común de crecimiento que disminuya las emisiones de GEI porque es imposible no generarlas.

“Costa Rica, se ha planteado ser ‘Carbono Neutral al año 2020’, que es un objetivo bastante ambicioso, y quiere decir que todas sus actividades que producen emisiones de alguna manera las neutralizan con procesos que contrarrestan esas emisiones, es la situación ideal”, ponderó en declaraciones a ProActivo.

Asimismo, alertó que la tendencia de Perú, dado su sostenido crecimiento económico, es que también incremente las emisiones de GEI de manera paralela, aunque “no muy significativamente”.

Apoyo de PNUD a Perú y otros países

Informó que el PNUD consiguió financiamiento de la Unión Europea y del gobierno de Alemania y Australia, para apoyar proyectos dirigidos a contrarrestar el cambio climático en 25 países, entre ellos Perú.

Bonduki detalló que dichos fondos servirán para realizar talleres de entrenamiento con asistencia técnica del PNUD a través de equipos especializados.

“Tendremos un taller en octubre, en Marruecos, para intercambiar experiencias, hablar de metodologías y discutir, por ejemplo, como se desarrollan los escenarios base, de emisiones al año 2020 y 2040, para lograr una estrategia más o menos común frente al cambio climático”, precisó.

Avances del LECRDS

El experto habló sobre el proyecto “Estrategias de Desarrollo bajo en emisiones y resistente al Cambio Climático” (LECRDS por sus siglas en inglés) promovido por el PNUD, y respaldado por el gobierno peruano a través del ministerio del Ambiente.

Resaltó que se trata de un programa de desarrollo sostenible más completo que otros ya existentes, y que contempla el diseño de planes, políticas y acciones para apoyar los esfuerzos de desarrollo que minimicen las emisiones de GEI y la vulnerabilidad ante el cambio climático.

Dijo que este trabajo, que se puede desarrollar a nivel nacional, regional o local, se vincula a prioridades nacionales e inclusión social, bajo estrategias integradas para atraer y dirigir inversiones públicas y privadas hacia el crecimiento sustentable.

Innovación industrial

Agregó que el proyecto fomenta establecer estructuras nacionales regulatorias, fiscales, institucionales y financieras para promover la innovación, y la transformación de la industria nacional no solo por el tema del cambio climático, sino también de la competitividad.

“La idea es desarrollar capacidades técnicas y políticas, favorecer adopción de tecnologías limpias y prácticas de menor impacto ambiental y alentar inversión pública y privada, nacional e internacional, basada en los co-beneficios”, indicó.

Puntualizó que el LECRDS se puede realizar sobre proyectos de desarrollo sostenible ya existentes y así se podrá preparar con celeridad los perfiles de cambio climático y los escenarios de vulnerabilidad al 2050, 2075 y 2100, con lo se podría calcular emisiones futuras sobre la base de las ya existentes.

“De la misma manera, posibilita la evaluación de las vulnerabilidades actuales de los ecosistemas y de los sistemas socio-económicos, así como de los riesgos relacionados para escenarios de desarrollo, estimando el impacto del cambio climático en este proceso”, acotó.