Aeropuerto_Uyuni

La República

Arequipa. Cuando las 38 mil 500 hectáreas del proyecto agroindustrial Majes Siguas II entren en producción, la principal alternativa para sacarla al exterior será por aire. Es el argumento que esgrime el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) para impulsar la adecuación de la Base Aérea de La Joya en una pista de uso civil-militar. 

El proyecto cuenta con el visto bueno de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), y 200 millones de soles fueron comprometidos por el gobierno. Se estima que estará listo en el 2015.

“La idea es exportar los productos de Majes directamente sin pasar por Lima, y que los vuelos internacionales no hagan escala en la capital, sino lleguen directo”, dice el jefe de asesores del GRA, Carlos Leyton.

Otro factor gravitante del proyecto es que La Joya será un eje comercial en las próximas dos décadas. Con la autopista Arequipa – La Joya, el nuevo terminal aéreo estará a menos de 20 minutos de la Ciudad Blanca y a 15 minutos de Majes. Primero la vía debe concretarse desde el kilómetro 48 hasta El Pedregal (60 kilómetros).

A decir de Leyton, la opción de exportar por mar no será tan rentable como por el aeródromo. “Es cuestión de distancias y tiempo. En barco demorarán días; por aire, solo horas”, arguye.

¿POR QUÉ EN LA JOYA?

La ubicación se definió por una razón técnica: el espacio para el aterrizaje. Mientras el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón tiene 2.5 kilómetros de pista, la base militar cuenta con 4 kilómetros. Este espacio permitirá el planeo de aviones como el Airbus A-380, el más grande del mundo, con cerca de 73 metros de longitud. El ancho de las vías es de casi 50 metros y puede ser ampliado.

Elvis Jump Gómez, exdirector regional de Transportes, dice que adicionalmente la Organización Internacional de Estándares de Vuelo exige que para la apertura de una nueva pista aérea se cuente con 2 años de estudios como mínimo. “Y en La Joya se tiene más de 30 años”, asegura.

Agrega que la mayoría de aeropuertos del mundo son de carácter civil–militar. Por ejemplo, en Iquique – Chile está el terminal internacional Diego Aracena, donde además la Fuerza Aérea chilena guarda sus aviones caza F–16. Solo tiene 3.3 kilómetros de largo y 45 metros de ancho.

“Antes que el flujo de personas, su importancia estará en la carga comercial que se saque desde allí”, anota. Otra ventaja del lugar es que el cielo de La Joya está casi siempre despejado. Tiene un clima propicio para el tránsito aéreo, además de contar con radares de vuelo.

El comandante FAP (r) Eduardo Rodríguez Álvarez argumenta que los aviones podrán aterrizar de forma recta; “en cambio, para bajar a Arequipa deben voltear por el Misti”, comenta. El cielo arequipeño está, por lo menos, un mes nublado en época de lluvia, según voceros del Senamhi. A veces, este fenómeno ocasiona que el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón se paralice.

DEMANDA DE PASAJEROS

Para Carlos Vargas Loret de Mola, gerente de Aeropuertos Andinos, concesionaria del terminal aéreo arequipeño, el proyecto en La Joya es innecesario en los próximos 30 años. Su argumento se basa en el flujo de pasajeros que recibe la Ciudad Blanca.

Es que Arequipa posee un millón 200 mil pasajeros al año y el Jorge Chávez de Lima 11 millones. Para llegar a esos niveles de flujo -dice- falta mucho tiempo. “El crecimiento de viajeros es de 10% al año”, agrega.

Este sustento no convence al comandante FAP (r) Rodríguez. Aclara que la base de La Joya no busca competir en el traslado de personas, sino transportar carga agrícola de forma rápida y a costos más bajos.

“Los aviones que llegan a la ciudad (Arequipa) son las combis del aire, naves muy pequeñas”, ironiza.