Michelle Bachelet

SANTIAGO (Reuters) – La ambiciosa agenda de reformas de la candidata socialista a la presidencia de Chile, Michelle Bachelet, afectaría sólo de forma indirecta al sector minero, pese a crecientes demandas sociales por una mayor tajada de la poderosa industria.

Bachelet, que gobernó Chile del 2006 al 2010 y según los sondeos podría ganar incluso en la primera vuelta del 17 de noviembre, ha dicho que aumentará los impuestos a las empresas para financiar mejoras en la educación y otros programas sociales.

La propuesta es aplaudida por muchos chilenos, que no se sienten beneficiados por los ingentes ingresos por explotación de los recursos naturales en el mayor exportador de cobre del mundo.

Sin embargo el programa de Bachelet no incluye cambios importantes para la minería, que ya aceptó un ajuste en sus regalías durante el mandato del conservador Sebastián Piñera para financiar la reconstrucción tras el terremoto del 2010.

“No existe temor a que haya un gran cambio en minería”, dijo ejecutivo minero de alto rango, que prefirió el anonimato por la sensibilidad del tema durante la época electoral.

Bachelet no presionaría a la industria del cobre, cuyas exportaciones representan más de la mitad de los ingresos del Gobierno pero que atraviesa un período de alza de costos y precios más débiles.

La falta de detalles sobre el sector minero, sin embargo, dio lugar a algunas especulaciones.

“El programa de Michelle Bachelet no explicita medidas en el sector minero, sino más bien declara algunos lineamientos”, dijo Juan Carlos Guajardo, jefe del centros de estudios en minería CESCO. “Por lo tanto no es posible saber si habrá cambios concretos”.

Algunos aspectos y palabras utilizadas en referencia a la propiedad, el manejo del agua y los contratos de estabilidad de las inversiones generan cierta inquietud en la industria.

Asesores de Bachelet aseguran que la candidata no esconde en la manga ningún cambio radical para el sector minero. Su intención, explican, es fomentar la exploración y mejorar la institucionalidad.

La industria privada ha preferido no emitir declaraciones sobre el programa de Bachelet.

Chile es reconocido por su estabilidad institucional y las agencias calificadoras internacionales no esperan que eso vaya a sufrir cambios importantes.

La industria minera está liderada por el estatal Codelco y participan otras gigantes internacionales como BHP Billiton, Anglo American y Glencore Xstrata.

DUDAS

Un punto que inquieta a la industria es la promesa de Bachelet de eliminar los contratos de garantía de estabilidad para la inversión extranjera, conocidos como DL600, y que las mineras dicen que sirvieron para protegerse durante episodios de ajuste de regalías.

“Para que el inversionista esté dispuesto a correr ese riesgo necesita un contrato de estabilidad tributaria. Y eso es el DL600”, dijo a periodistas el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Diego Hernández.

Pese a que no está planteado que la eliminación del DL600 sea retroactiva, aún existen en carpeta millonarias inversiones de empresas privadas que podrían ser afectadas por un cambio en las reglas del juego o leyes que las rigen.

Algunos en la industria muestran también preocupación por el alcance de una modificación propuesta por Bachelet al régimen de derechos de agua, un recurso escaso en Chile y que es utilizado intensamente por las faenas mineras.

El programa propone establecer ciertos recursos hídricos con fines sociales e imponer “restricciones al ejercicio de todos los demás usos con fines competitivos”.

Cualquier modificación drástica exigiría sin embargo de una reforma constitucional, para lo que Bachelet necesitaría de una abrumadora mayoría en el Parlamento que algunos dudan que pueda obtener.

La candidata socialista pretende reformar la Carta Magna, principalmente para actualizarla en materia de derechos humanos y cambiar el complejo sistema electoral que impide la construcción de mayorías para aprobación de leyes importantes.

Sin embargo, algunos temen que intente también reforzar el derecho del Estado sobre los recursos naturales.

La falta de detalles sobre los planes de Bachelet no sólo inquieta al sector privado.

Su programa no aclara, por ejemplo, si el Gobierno cambiará la forma en que se determina la reinversión de utilidades en la estatal Codelco, el mayor productor de cobre del mundo.

Ejecutivos de la minera han criticado los montos de capitalización como insuficientes para llevar adelante un ambicioso plan con el que pretende contrarrestar el declive natural en las leyes minerales de sus depósitos.

“Creo que ello ocurrirá”, dijo Guajardo, del centro de estudios mineros CESCO. “Pero la forma exacta se debatirá en los primeros períodos de su Gobierno”.