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El Banco Central de Reserva (BCR) podría recortar hoy su tasa de interés de referencia, que se ubica en 4,25% desde febrero del 2016. Para Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB, esta decisión estaría motivada por unas expectativas de inflación que no se habrían desanclado del rango meta de la autoridad monetaria (entre 1% y 3%) y porque la inflación de abril fue negativa, lo que llevó a un resultado anualizado menor de lo esperado.

Francisco Grippa, economista principal de BBVA Research, también cree que hay espacio para una reducción de la tasa. Aunque la inflación actual (3,69% interanual en abril) está desviada de la meta, ha empezado a bajar, pues los choques de oferta causados por El Niño costero han comenzado a disiparse. Se espera que esta tendencia continúe, de manera más clara, en el segundo semestre.

“No hay presiones de demanda y el tipo de cambio podría tener presiones alcistas, pero van a ser moderadas. El precio del petróleo sigue estable, lo que se reflejará en los precios de los combustibles locales”, detalla.

La previsión de BBVA Research coincide con la de la mayoría de analistas: lo más probable es que esta tarde el directorio del BCR anuncie que bajará su tasa de referencia en 0,25 puntos porcentuales.

Para Luis Eduardo Falen, analista senior de Research de Intéligo, dicho recorte sería un buen mensaje, ya que mostraría que el directorio del BCR está tomando decisiones para apoyar la actividad económica.

En esa misma línea, Jorge Chávez, presidente ejecutivo de Maximixe, refiere que urge reactivar la demanda interna y es imprescindible la baja de la tasa para dar una señal clara al sistema financiero de que hay que evitar que se extienda una ruptura de la cadena de pagos.

Otro de los analistas convencidos de la reducción es Mario Guerrero, economista de Scotiabank. “Hubo cierta expectativa de que el BCR redujera su tasa en abril, pero habría preferido esperar a que los choques de oferta derivados de El Niño se reviertan”, sostuvo el lunes el último reporte semanal del banco.

Para Guerrero, otro factor que sugiere la probabilidad de la baja es la proyección de crecimiento del primer trimestre, revisada recientemente por el MEF a solo 1,5%. Esa cifra sería la más baja desde el cuarto trimestre del 2014.

“Los indicadores adelantados sugieren que este comportamiento continuaría durante el segundo trimestre debido a las secuelas de El Niño costero”, anticipa.

Guerrero también apunta que, mientras los analistas económicos esperan, por el momento, un único recorte, los indicadores del mercado financiero apuntan a una expectativa de una baja adicional en el segundo semestre.

VOCES DE CALMA

Javier Gutiérrez, vicepresidente de Estrategia de Inversión de Credicorp Capital, es más cauto en su proyección. “Creo que hay un 45% de probabilidades de que reduzcan la tasa y un 55% de que la mantengan”, asegura.

Para Gutiérrez, el BCR podría considerar conveniente esperar, pues le daría tiempo a la inflación para que regrese al rango meta y para medir el impacto de los programas de estímulo del MEF sobre la actividad económica.

“Si deciden reducir la tasa, se mostraría que el BCR considera que la inflación va a converger rápidamente a su rango meta y que los programas de estímulo serían insuficientes. Si la mantiene, mostraría que la convergencia de la inflación podría tomar más tiempo del esperado y que la reactivación económica la deja a cargo de la política fiscal”, agrega Gutiérrez.

César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima, resalta que es necesario mirar el accionar de la Reserva Federal, que podría realizar dos alzas de su tasa este año. Si esto sucede, el dólar se encarecería, lo que afectaría los precios de nuestras importaciones y, por tanto, nuestra inflación.

“Si bien el BCR ha dejado entrever que una baja inflacionaria podría hacer que ellos disminuyan la tasa de referencia, no es la única variable que hay que mirar”, indicó el especialista a inicios de mes a este Diario.

Para Gutiérrez, el ente emisor cuenta con otras herramientas, además de la tasa de referencia, para intervenir en el mercado cambiario, como ‘swaps’ cambiarios o la compra y venta de dólares. En los últimos dos días, el BCR ha subastado ‘swaps’ por S/400 millones para moderar el alza del dólar.

LOS EFECTOS

“[La tasa del BCR] es una referencia para las operaciones entre los bancos. Cuando eso ocurre, [la rebaja] se transmite al resto de tasas de interés del sistema financiero”, explica Grippa.

Así, un recorte de la tasa de referencia impulsa la actividad económica porque reduce el costo de endeudamiento y de capital para las empresas, con lo que se fomenta la inversión, anota Arispe. Además, lleva a los bancos a ofrecer un menor retorno a los ahorristas, con lo que se fomenta el consumo.

Lo primero que se observa, detalla Grippa, es una baja en las tasas corporativas en soles, pues estas se dirigen a clientes de menor riesgo y con plazos de préstamos más cortos. Meses después, el efecto se transmite a otras tasas, tanto activas como pasivas.

De acuerdo con Grippa, la baja del BCR se refleja también en las tasas de interés de los bonos soberanos, utilizados como base para establecer las tasas de interés de los préstamos hipotecarios. Esto incentivaría la mayor demanda por este tipo de créditos, según el ejecutivo.

Sin embargo, advierte Gutiérrez, en el Perú estos efectos son más moderados que en otras economías debido a la alta dolarización de la economía local  y por el gran efecto que tiene una variable exógena –los términos de intercambio– sobre la inversión privada en el país.