Fuente: Antamina.

Fuente: Antamina.

  • Este proyecto se inició en el 2014, como parte de los procesos para mejorar los resultados de la siembra manual e hidrosiembra en taludes.
  • A la fecha, en una labor conjunta con mano de obra de las comunidades aledañas, el área cubierta por bio-mantos alcanza aproximadamente los 43,000 m2.

Como parte de sus compromisos con la protección del medio ambiente y la mejora continua en sus procesos, Antamina viene implementando el uso de bio-mantos en sus operaciones de mina y carreteras externas; una medida que tiene como objetivo controlar la erosión hídrica y eólica, previniendo la generación de sedimentos en los diferentes taludes desprotegidos de vegetación e incorporando la revegetación, dotando de áreas verdes a la zona, en armonía con el ambiente.

Esta técnica consiste en anclar e instalar sobre el talud de forma natural telas biodegradables compuestas por restos de fibras vegetales de plantas como el coco, algodón, caña de azúcar, entre otros que ayudan a proteger la  vegetación en suelos con pendientes expuestos a la intemperie.

Preservación del ambiente: “Todo comenzó hace dos años, en 2014, cuando notamos la presencia de pendientes y terrenos con escasa o nula presencia de materia orgánica. Por tanto, consideramos desarrollar este proyecto en particular, que hoy evidencia muy buenos resultados para la preservación del ambiente”, indica Edwin Onofre, Ingeniero Ambiental de la compañía.

Así, Antamina ha logrado desarrollar la germinación de semillas y formación de vegetación en taludes de elevadas pendientes y terrenos pobres en materia orgánica, algo que anteriormente no era posible debido a la imposibilidad de fijar el suelo orgánico en taludes empinados. A la fecha, el área total cubierta por los bio-mantos instalados suma 43,093 m² (4.30 Hectáreas).

“Empezamos el proceso en los taludes de Tucush Bajo y fuimos mejorando la técnica experimentalmente en distintas zonas claves o relevantes para el control de sedimentos, en coordinación y cooperación con el equipo de Aguas y Relaves”, señala Luis Cabrera, Superintendente Ambiental de Operaciones.

En el proceso también destaca el uso de maquinaria pesada —principalmente, para perfilar el talud, de ser necesario—, el esparcido manual de suelo orgánico y compost producido con los desechos orgánicos que se generan en el Comedor del campamento minero, el cual es voleado conjuntamente con las semillas, así como el uso de una hidrosembradora para la aplicación de semillas de pastos nativos y exóticos, las cuales hasta el momento han aportado a la minimización de sedimentos y, en consecuencia, da una mayor garantía de un manejo ambiental acorde con las políticas de Antamina. A ello se suma, además, la contratación de mano de obra de las comunidades aledañas al proyecto, fomentando el empleo local y potenciando sus capacidades en técnicas de manejo forestal.

Finalmente, el uso de bio-mantos permite tener un control efectivo para prevenir la generación de sedimentos, debido a que:

  • Protege a los taludes de la erosión hídrica y eólica.
  • Conserva la humedad del suelo y brinda condiciones favorables  de germinación y desarrollo a las plantas.
  • Favorece a un mejor establecimiento de la vegetación, brindando un constante soporte para ello.
  • Mejora los resultados de la siembra manual e hidrosiembra en taludes.

De esta forma, Antamina ratifica su responsabilidad, demostrando la mejora continua e innovación en sus controles ambientales.

Antamina.