Silvio Brigneti, vicepresidente de Recursos Humanos y Seguridad de Antamina.

Minera Antamina se ha convertido en un modelo de gestión de desarrollo de proyectos en su sector, bajo el paraguas de un trato civilizado y de puertas abiertas con su sindicato de trabajadores, que le ha permitido alcanzar 12 años de un clima de paz laboral, afirmó Silvio Brigneti, vicepresidente de Recursos Humanos y Seguridad de dicha compañía.

“Desde la creación del sindicato (2003), las relaciones se han enriquecido, tuvimos un canal de comunicación organizado y la mayor parte del tiempo bastante positivo”, declaró el ejecutivo a ProActivo, durante la Conferencia Planeamiento de Recursos humanos y Relaciones Laborales en minería, organizado por Marcus Evans, y de la cual fue presidente de honor.

Brigneti detalló que el diálogo con el gremio sindical, desde el comienzo, fue abierto para identificar las oportunidades de mejora entre el personal e influir en ellos para que tomen conciencia que los objetivos de la empresa, también eran suyos. “Ha sido y es parte de la cultura de Antamina buscar coincidencias y no problemas con los trabajadores”, acotó.

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Para el ejecutivo el liderazgo de la alta dirección es crucial y agregó que en ese marco cualquier operador “va y le toca la puerta al gerente de mina y éste lo va a recibir y escuchar”.

“Cuando alguien reclama o plantea una queja, hay que agradecerle. Aunque se le tilda de problemático, pensamos contrariamente, pues el que reclama, da la oportunidad a la empresa de ver si existe un problema real por resolver”, sostuvo.

Compromiso

Brigneti recalcó que la política laboral desarrollada por Antamina logró obtener una fuerza de trabajo comprometida, con un saldo positivo.

“Celebramos cuatro convenios colectivos de tres años firmados en trato directo, dentro de las metas de la empresa; y tenemos cero reclamos administrativos y judiciales por parte del sindicato. Lo cual nos permite enfocarnos más en la productividad, seguridad y desarrollo del personal”, manifestó.

Recordó que un punto clave en la estrategia de la empresa fue no impedir la creación del sindicato sino valerse de este para alentar el alineamiento de la fuerza laboral con los objetivos de la compañía. “Involucramos al sindicato en los niveles de toma de decisiones de la empresa”, puntualizó.

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Forjando identidad propia

El ejecutivo narró que la identidad o cultura institucional propia que ostenta Antamina, fue forjada gracias al trabajo conjunto de la empresa -incluyendo su presidente y gerentes- con los trabajadores a través del Sindicato, producto del cual se elaboraron los documentos: Misión: «Acta Constitutiva» y Visión: «Enunciado Audaz 2009».

“Se constituyó un grupo de planeamiento estratégico con la participación del sindicato, que permitió “antaminar” el futuro de la empresa con una cultura organizacional no amarrada al pasado”, mencionó.

Relación laboral

El directivo informó que desde el 2004 funciona un Comité Sindicato – Gerencia, que se reúne por lo menos una vez por mes, en la que se plantean y discuten temas de interés de ambas partes como: productividad, seguridad industrial, relaciones laborales, servicios al trabajador, reclamos y quejas.

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En los concursos y licitaciones, señaló que el Sindicato participa con voz y voto en lo relativo al bienestar del trabajador: Transporte interno y externo, alimentación, limpieza de campamento, servicios de alojamiento y seguro médico.

“Desde el 2004, todas las decisiones en esos temas han sido unánimes”, ponderó.

Asimismo, citó los alcances del Bono de productividad propuesto por la empresa desde el 2003, que incluye producción, costos y seguridad y cuyos resultados se analizan y discuten trimestralmente.

Con relación a los procesos disciplinarios, añadió que el sindicato participa en la investigación de las faltas que puedan suponer suspensión o despido y presentan los descargos y defienden al trabajador, pero la decisión la toma la empresa.

Hasta el momento, no ha cuestionado administrativa ni judicialmente las decisiones de la empresa, anotó.

Finalmente, subrayó que las negociaciones colectivas se desarrollan en un ambiente de respeto mutuo, compartiendo información relevante en forma transparente y buscando los intereses comunes.