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Por Patricia Cánepa

En mi última evaluación me han dicho que tengo que delegar más, y confieso que cada vez que lo hago, las cosas se atrasan, no se hace el trabajo bien y finalmente termino cargándome yo. ¿Cómo hago?

Delegar es una competencia crítica y una cuestión de sobrevivencia profesional si tienes un cargo gerencial.

Si no delegas, no asciendes. Es simplemente imposible gestionar y ejecutar los cientos de actividades y proyectos por cuenta propia. Además, corres el riesgo de crear un equipo dependiente del jefe, que no crece, perjudicando la sobrevivencia de la empresa.

Delegar libera tiempo para hacer las cosas más importantes: pensar en cómo agregar valor, reclutar y desarrollar talento valioso, generar alianzas con otras áreas y grupos de interés, entre tantas otras cosas.

Implica confiar y aceptar que hay otras maneras de hacer el trabajo y que todos pueden aportar. Conlleva dedicar tiempo a asegurarse que las expectativas, alcance de la autoridad y responsabilidades están claras; y, también hacer control y seguimiento.

Es decir, no se trata de delegar y olvidarse del asunto ya que es ahí donde se producen los atrasos o el trabajo que no cumple con las expectativas. Quizá, con mucha razón, Steve Jobs, fundador de Apple, se dedicaba todo el día a estar cerca a cada uno de sus equipos, según comenta en el video a continuación.

Delegar no tiene por qué ser una tarea difícil si sigues los 8 pasos de la delegación efectiva según Gregory P. Smith, consultor y expositor internacional, los cuales me parecen muy completos:

  1. Define la tarea o proyecto a delegar.
  2. Señala los resultados deseados.
  3. Aclara las responsabilidades del colaborador.
  4. Comunica el alcance de la autoridad del colaborador sobre la tarea.
  5. Verifica que el colaborador ha entendido el alcance de su autoridad.
  6. Señala las fechas críticas.
  7. Establece un cronograma de seguimiento para monitorear avances y la necesidad de brindar apoyo.
  8. No desistas. Trabaja con el colaborador si le está costando mucho trabajo la tarea, pero evita retomar tu mismo la tarea.

Otro aspecto importante de la delegación, es saber qué tareas delegar y a quién. En lo que respecta a lo primero, el Dr. Jon Warner, autor del libro Delegation Pocketbook, usa la imagen de una cebolla, que me parece super útil para definir las tareas que puedes o no delegar, por ejemplo.

En lo que respecta a quién delegar, Oscar Salvador, Director del portal “Sumáte al éxito” nos habla de seleccionar a la persona ideal. Yo agregaría que no solo hay que pensar en quién puede hacer la tarea, si no en quién puede hacerla y aprender más de ella, para que se convierta en un desafío, una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.

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