Foto: La Nación de Argentina.

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BUENOS AIRES (Reuters) – El gobierno argentino decidió el jueves limitar el fuerte aumento en las tarifas de gas y electricidad que había aplicado este año para reducir el déficit fiscal del país, luego de protestas sociales y de empresas que argumentaron que no podían pagar los servicios.

Como parte de su proyecto para equilibrar las cuentas estatales, atraer inversiones y reducir la inflación, el Gobierno de centroderecha de Mauricio Macri, había eliminado este año amplios subsidios a la energía que otorgó la administración anterior de centroizquierda.

Pero la decisión provocó reacciones de consumidores y de empresas, que en algunos casos sufrieron aumentos superiores al 1.000 por ciento, según medios locales.

Por eso el jueves el Gobierno, tras reunirse con gobernadores de todo el país, decidió poner un tope del 400 por ciento a los aumentos en las tarifas de gas para particulares y del 500 por ciento para empresas pequeñas, hoteles y comercios.

En el caso del servicio eléctrico, habrá subsidios para algunas provincias y empresas, a la vez que se estudia otorgar subsidios para instituciones deportivas pequeñas.

“Las medidas que hemos consensuado con los gobernadores tienden a llevar tranquilidad a la población, y a generar las condiciones para recuperar la oferta energética en la Argentina”, señaló el ministro de Energía, Juan José Aranguren, a través de un comunicado.

El Gobierno no informó cuál será el costo fiscal de la medida.

 

Reuters.