Foto: América Economía
El crecimiento económico del Perú impone nuevos retos enfocados especialmente en el desarrollo de motores internos que sigan impulsando la productividad, afirmó la gerente general de la Oficina de Planificación Estratégica y Efectividad en el Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Verónica Zavala.
La funcionaria sostuvo que si bien es cierto que la productividad en el Perú creció más que en cualquier país de América Latina, partió de una productividad baja. En ese sentido, sostuvo que es necesario establecer medidas y propuestas para avanzar en equidad.
“Nuestros números de desigualdad no son similares a los que tienen los países en desarrollo, por lo que no podemos hacer comparaciones”, dijo.
Además, continuó, si bien es cierto que nuestro comercio internacional, especialmente con los países en desarrollo, es significativo, el comercio intrarregional es muy bajo. Esta es una tarea pendiente”, precisa.
Zavala, quien participa en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2015), aseguró que se requiere tener una buena gestión y desarrollar motores internos de productividad.
La ejecutiva aseguró que, en el plano social, el Perú redujo la pobreza en más de 35 puntos porcentuales y no es algo menor.
“Es algo realmente difícil hacer y nosotros lo hemos conquistado. Pero no podemos ser complacientes. Es necesario conquistar metas más ambiciosas y para eso es importante tener la confianza para avanzar de manera más significativa”, aseveró.
Asimismo, Zavala aseveró que el sector privado también conquistó éxitos importantes.
“Supo aprovechar sus ventajas comparativas, fue oportunista, en el buen sentido de la palabra, y ágil. A ello se sumó un consumidor con una confianza alta que permitió que la inversión crezca y que el consumo se expandiera más de cinco por ciento en los últimos años”, dijo.
“Igualmente, tenemos una clase media que cada vez se hace más fuerte y debemos pensar en ella como desafío y posibilidad”, aseveró.
La representante del BID comentó que lo más importante es impulsar una economía política que permita que las decisiones se mantengan en el tiempo y que sólo se modifique lo que deba modificarse.
Finalmente, afirmó que para ello requerimos reglas de juego estables y recursos disponibles.
(Fuente: América Economía)