(Foto: Bear Creek)

(Foto: Bear Creek)

La minera puso un plazo de seis meses para resolver la controversia por la vía del diálogo. De lo contrario, irá a los fueros internacionales luego de que en el 2011 el gobierno de Alan García paralizará el proyecto ubicado en Puno.

La minera Bear Creek entregó al Gobierno un “aviso de intención” al Gobierno para iniciar un arbitraje internacional por paralizar el proyecto Santa Ana (Puno) el 25 de junio de 2011 (firmado por el entonces presidente Alan García) y en virtud del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá y Perú.

Pero aún hay intención de resolver el problema por la vía del diálogo. Así lo expresó la empresa: “La presentación de la Notificación también inicia un período de consulta de seis meses entre las partes para intentar resolver amistosamente la controversia”. Si no es así, se ejecutará la demanda contra el Perú en los fueros internacionales.

“La controversia surge de la promulgación por el Gobierno peruano el 25 de junio de 2011, del Decreto Supremo N° 032 rescindir los derechos de la Compañía para operar el proyecto de Santa Ana y que se tradujo en una paralización total de las actividades de Santa Ana y los daños significativos para la Sociedad”, comunicó la empresa.

El “aviso de intención” fue entregado al Ministerio de Economía y Finanzas, alegando que la paralización de Santa Ana constituye “violaciones” del TLC entre ambos países y “de la legislación peruana e internacional”.

“El Aviso de Intención -agregó la empresa- es necesario con el fin de preservar los derechos de la compañía para iniciar el arbitraje no se debe llegar a una resolución con el gobierno peruano”.

Gestión