El Ministerio de Energía y Minas decidió llevar a cabo la reprogramación de los proyectos de masificación de gas en el centro-sur del país, así como la iniciativa que otorgará seguridad al suministro de gas al nodo energético de Lurín.
ELÍAS GARCÍA OLANO
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La buena pro para dar en concesión el proyecto de la central térmica de Quillabamba, que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) encargó a Proinversión, como una de las iniciativas que hace viable el Gasoducto Sur Peruano, fue prorrogado hasta el cuatro trimestre.
El pasado 21 de abril, Proinversión ya había comunicado la reprogramación del cronograma para la adjudicación del proyecto, lo cual, según advertía AFIN, significaba la suspensión temporal del proceso.
Ahora, Proinversión indica que la licitación será en el último trimestre del año, aunque sin precisar fecha para otorgar la buena pro.
Se retoma el proceso El viceministro de Energía, Raúl Pérez Reyes, en diálogo con Gestión, coincide en que se está retomando el proyecto Quillabamba, cumpliendo así, con la obligación que establece la Ley 29970, que afianza la seguridad energética y promueve un polo petroquímíco en el sur del país.
El concurso para la central de Quillabamba se lanzó en diciembre del 2014, y se tenía previsto que la instalación de
la planta térmica esta ría concluida entre octubre y noviembre del 2017, aun cuando el primer ramal del Gasoducto Sur Peruano (que abastecerá a dicha central térmica) recién iba a estar listo en marzo de ese mismo año (Gestión 11.03.2015).
No obstante, en la última proyección para el plan de equipamiento eléctrico del país, en un escenario de crecimiento del PBI de 4.5%, el Ministerio de Energía y Minas prevé ahora que la citada central termoeléctrica, de 200 megawatios, recién entraría en operación recién en el 2025 (ver cuadro).
Masificación del gas
Asimismo, el viceministro de Energía, Raúl Pérez-Reyes reveló a Gestión que se prevé que para el primer trimestre del próximo año, a través de Proinversión, se realice la adjudicación del proceso de distribución para el uso del gas natural en Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, PunoyUcayali.
El proyecto, que prevé una inversión de US$300millones, estaba suspendido e inicialmente se esperaba adjudicarlo en febrero de este año.
El viceministro explicó que la iniciativa de masifícación se está reestructurando de forma que quien gane la concesión, no solo realice el tendido de las redes de distribución de gas
natural en las localidades, sino que además se encargue del transporte del gas, desde la zona de producción, hasta los referidos puntos de distribución, usando para ello ductos virtuales (vehículos acondicionados para transportar gas natural comprimido).
Laudo pendiente
Para tal el efecto, Pérez-Reyes indicó que se prevé primero, a inicios del próximo mes, que se concluya el laudo arbitral por el cual el Ministerio de Energía y Minas plantea rescindir el contrato de concesión con Graña y Montero para llevar gas en ductos virtuales, pero solo a las estaciones de GNV.