Foto: Moodys

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Los resultados de las elecciones presidenciales del Perú dieron al mercado señales de la continuidad de las políticas emprendidas pero que necesitarán la aplicación de reformas estructurales inmediatas, consideró la agencia Moody’s en un comunicado.

“Si bien el resultado (de la primera vuelta) garantiza la continuidad de las políticas, nosotros nos mantenemos enfocados en el compromiso de la nueva administración por reformas estructurales. Si el impulso de las reformas no se materializa después de que el nuevo gobierno asuma su cargo en julio, se podrían deprimir el incremento resultante de la elección de un presidente favorable al mercado”, anotó Moody’s.

Además, la agencia espera que el nuevo gobierno resultante -que se definiría en los comicios de segunda vuelta en junio- tenga un mandato más sólido para resolver los fuertes conflictos sociales que han paralizado proyectos mineros de gran tamaño en el país. “Esto respaldaría aún más la recuperación económica,  debido al aumento de la capacidad de producción en el sector minero, actividad que ha reforzado la actividad económica en los últimos trimestres”, agregó Moody’s.

En tanto, tras el crecimiento del PBI a 3,3% el año pasado,Moody’s mantuvo su expectativa de que la economía peruana crezca 4% el 2016 tras el favorable efecto de las elecciones en la confianza del país y espera que el avance para el 2017 se acelere a 4,5%.

IMPACTO DE LA ELECCIÓN CONGRESAL

Tras revelarse la posible composición del Congreso de la República, Moody’s estima que, con un parlamento menos fragmentado, las posibilidades de llevar a cabo reformas estructurales y generar un escenario de estabilidad política son altas, tanto si las elecciones son ganadas por Keiko Fujimori -cuyo partido Fuerza Popular obtuvo mayoría parlamentaria- o PPK, quien tendría que buscar un camino común con Fuerza Popular a fin de respaldar algunas reformas estructurales.

En tanto, con un perfil crediticio resistente a la desaceleración económica global y las dificultades externas gracias a sus sólidos fundamentos, el Perú podrá mantener la solvencia si ejerce disciplina fiscal y revitaliza su agenda de reformas.

“La actual administración prevé retirar el estímulo fiscal a comienzos del 2017 de tal manera que la posición fiscal converja con una déficit estructural de alrededor del 1% del PBI en 2018. En caso de que el nuevo gobierno preserve la postura fiscal expuesta, se mantendría la credibilidad en la política fiscal y se garantizaría una disminución de las ratios de deuda” precisó Moody’s.

Finalmente, mejorar la competitividad y preservar un sólido crecimiento económico se lograrán en el país si se atacan dos importantes deficiencias estructurales: la informalidad y la corrupción. “Un programa de políticas dirigido al mercado laboral, a una reforma del sistema de pensiones  y al sistema judicial, así como a una reducción de la burocracia y la carga normativa que obstaculiza la inversión privada, ayudaría a combatir estas ineficiencias estructurales y a impulsar el crecimiento”, apuntó Moody’s.