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Por Mónica Belling
Perú es uno de los focos principales de crecimiento de la global Gold Fields, y para lo cual desarrolla una serie iniciativas enfocadas en la producción de oro y cobre en su proyecto Cerro Corona, ubicado en la provincia de Hualgayoc, región Cajamarca, informó su vicepresidente, Luis Rivera.
Estamos retomando la exploración brownfield con objetivos muy interesantes, porque la zona del proyecto tiene mucho potencial geológico y un legado minero conocido.
“Definimos un modelo estratégico de desarrollo descentralizado, que es una de las fortalezas de la empresa, delegando las decisiones en los mandos que conducen nuestras operaciones mineras”, destacó el ejecutivo durante un evento especializado organizado por la Cámara de Comercio de Canadá.
Agregó que la producción de oro de Gold Fields el 2016 fue de 2 millones 200 mil onzas de oro, cuyo 44% provino de sus minas en Australia, 30-35% de Sudáfrica y África y 12% de Perú, “en cuyo país aceleraremos nuestro crecimiento productivo”.
Dijo que, desde su sede en Lima, Gold Fields controla los proyectos que tiene en Las Américas, desde Canadá hasta la Patagonia, “y hoy más focalizados en las operaciones del Perú y Chile”.
“Tenemos la misión de ser líderes globales en minería de oro sostenible. En seguridad tenemos cero incidentes y en el desempeño ambiental y social aseguramos la licencia social, y muy específicamente en Perú, para beneficiar a la gente con el éxito del negocio”, remarcó.
Asimismo, sostuvo que en medio de las subidas y bajadas de los metales no hay que dejar de ser competitivos, y estar en la búsqueda permanente de potenciar la vida de la mina con exploraciones continuas y “no quedarnos en un yacimiento congelado”.
Igualmente, subrayó que la empresa ostenta un código de conducta muy estricto, basado en el respeto a los valores, derechos humanos, cumplimiento de auditorías, honestidad y respeto en el trabajo con las comunidades,
4 millones de onzas de oro en reservas
El vicepresidente de Operaciones de Gold Field, Alberto Cárdenas, indicó que Cerro Corona tiene una producción anual de unas 300 mil onzas equivalentes de oro. Y que el procesamiento del mineral es mediante un sistema de molienda y flotación en una planta concentradora, con capacidad para procesar casi 17 000 toneladas diarias.
“A la fecha, tenemos recursos declarados en onzas equivalentes de oro por cerca de 4 millones, de las cuales la mitad ya existen como reservas. El objetivo es seguir convirtiendo la otra mitad en reservas, y para lo cual se están haciendo una serie de trabajos”, detalló.
Con respecto al tema social dijo: “Hablar de licencia social, es ver cómo una mina impacta en beneficio de las personas que viven en las comunidades. El 95% del área de influencia directa de Cerro Corona tiene ahora agua potable, y hemos contribuido a la reducción de la anemia infantil del 58% al 31% entre el 2014 y 2016, y en la desnutrición del 45% al 36% entre 2015 y 2016”, puntualizó.
Vida útil de Cerro Corona hasta el 2030
En otro momento, el ejecutivo afirmó que ahora el reto es “trabajar con fuerza” para que la vida útil de Cerro Corona estimada hasta el 2023, se pueda extender hasta el 2030.
“Entonces hemos revisado la potencialidad que tenemos en nuestra zona de operaciones y fijado como objetivo extender la vida de la mina hasta el 2030 con proyectos ya en desarrollo y vamos a tener un resultado final a fines de este año”, anunció.
En tal sentido, precisó que trabajan en la innovación para asegurar y garantizar la productividad de la mina, en temas de recuperación metalúrgica, sobre todo en oro, pues 30% del contenido metálico se deja en los relaves.
“Es decir, nuestra recuperación en oro es de 70%, debido a que el proceso extractivo está diseñado para el cobre, cuya recuperación es de casi 90%, por lo que nuestro reto está en llegar a esa cifra en la recuperación metalúrgica del oro”, acotó. (Para lo cual implementarán un proyecto de recuperación de oro por gravedad)
También consideró, que hay que seguir optimizando la voladura, ver el tamaño de partícula que debe salir luego de la molienda, para de esa manera maximizar las recuperaciones metalúrgicas.
“Igualmente, estamos retomando la exploración brownfield con objetivos muy interesantes, porque la zona del proyecto tiene mucho potencial geológico y un legado minero conocido”, manifestó.
Anotó también la necesidad de acomodar más los relaves, ya sea implementando una relavera externa o usar el mismo tajo de Cerro Corona como depósito de relaves, que es la alternativa más a la mano, así como el tajo de Tintaya, que funciona como depósito de relaves.
“Para extender la vida de Cerro Corona hacemos los estudios de factibilidad para declarar más reservas. En septiembre hay trabajo de campo confirmatorio, y nos sentimos confiados de que tenemos una solución técnicamente sólida”, aseguró.