Foto: La Tercera de Chile.

Foto: La Tercera de Chile.

Empresas productoras pidieron al gobierno modificar la norma que prohíbe exportarlas. Planta de tratamiento dice que el interés de una de las firmas es llevar productos a su matriz en Perú.

Todos los meses en Chile, los automóviles y las industrias producen toneladas de baterías que ya no sirven. Estos objetos, que para la mayoría pueden parecer un desecho, representan un importante negocio, relacionado con el reciclaje del plomo que contienen.

La norma internacional, a la que Chile está adscrito, mediante el Decreto Supremo N°2/2010 del Ministerio de Salud, señala que “se prohíbe el movimiento transfronterizo de baterías de plomo usadas, desde Chile a terceros países, en tanto existan en el país instalaciones con capacidad para procesar estos residuos peligrosos”. Sin embargo, en el país sólo existe una planta de tratamiento legalmente autorizada para el reciclaje de estos productos: RAM-Recimat, con sede en Calama, Región deAntofagasta.

Frente a ese escenario, en enero de este año, las firmas importadoras Etna Chile, RTC -A.Gildemeister, Emasa y Derco enviaron una carta al subsecretario de Salud,  Jaime Burrows, solicitando que se modifique la normativa vigente, acusando la existencia de un “monopolio” de parte de la empresa recicladora RAM-Recimat.

Felipe Konno, gerente general de Etna Chile, asegura que “en el país no existe la capacidad de recolectar, almacenar, transportar y reciclar gran parte de las baterías fuera de uso (…) En Chile se generan poco más de 50 mil toneladas al año de baterías en desuso, mientras que el máximo anual de procesamiento de  la planta de Calama es sólo de 36 mil toneladas”.

Konno apunta, además, a la dificultad para trasladar al norte las baterías de la zona centro-sur del país, donde se comercializa el 70% de éstas.

Desde RAM-Recimat, su gerente comercial, Ivo Ivicevic, desmiente este hecho. “Nuestra estimación fundada, es que la generación nacional de baterías fuera de uso (BFU) no supera las 2.400 toneladas por mes. La capacidad de procesamiento autorizada de Recimat es de 4.123 toneladas mensuales de BFU, es decir, cerca del doble de lo que se genera actualmente en Chile”, dice.

Ivicevic argumenta que la exportación de baterías fuera de uso no sería conveniente, ya que “atenta contra el empleo y la industrialización de Chile, produce el manejo inadecuado de un residuo peligroso como las BFU y sus componentes, entre ellos el ácido sulfúrico, y es contrario a los compromisos ambientales internacionales asumidos por el país”.

Además, señala  que “es evidente el interés de recicladores de países vecinos, que generan ganancias importantes por sus bajos costos, y que están, además, asociados a importadores de baterías en Chile”. Su aseveración apunta a que Etna Chile tiene una filial en Perú, que se dedica a la manufactura y comercialización de baterías de plomo.

Según se lee en una carta enviada a la Superintendencia de Medio Ambiente por la empresa: “ETNA Chile es una compañia cuyo giro principal es la recolección, tratamiento y reciclaje de baterías de plomo fuera de uso, sirviendo de proveedor de materia prima para su matriz ubicada en Perú”.

Ley vs. proyecto

Un factor que ha intensificado la discusión entre importadoras y la única planta autorizada para el reciclaje de estos elementos es que la actual normativa podría sufrir cambios, producto de la promulgación de la Ley Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (Ley 20.920). Esta norma exige que el productor de esos elementos se haga cargo de toda la reutilización limpia del producto.

El artículo 8 de la mencionada ley abre la puerta a la exportación, ya que señala que “mediante decreto supremo, expedido por el Ministerio (de Medio Ambiente) y firmado por el Ministro de Salud, se establecerán los requisitos, exigencias y procedimientos para la autorización de importación, exportación y tránsito de residuos”.

Consultados ambos ministerios, aseguraron que se está “elaborando una respuesta a dicho requerimiento”.

El problema es que según datos el INE, la tasa del parque de vehículos en circulación ha subido un 20% entre 2012 y 2015, al pasar de 3.885.581 a 4.647.062 en ese período, por lo que las baterías usadas serán un problema a futuro. Así lo señaló el toxicólogo experto en medio ambiente, Andrei Tchernitchin, quien advirtió que “la exposición al plomo es peligrosa en los adultos, pero especialmente en los niños, en quienes deja secuelas para toda la vida. Es por eso que las plantas deben estar fuera de las grandes ciudades”.

La Tercera de Chile.