(Video: Juan Saldarriaga)

El penoso conflicto en torno a Tía María desincentiva la gran inversión minera que, por su gran volumen y efecto descentralizado, es la que el Perú más necesita para recuperar su ritmo de crecimiento, apuntó Luis Carlos Rodrigo, socio del estudio Rodrigo, Elías & Medrano.

“Precisamente ahora, que los precios [de los metales] son menores, urge invertir para comenzar a producir cuando se recuperen. Nadie sabe cuánto dura cada ciclo [alcista y bajista], pero las empresas que más arriesgan en época de vacas flacas son las que obtienen un mayor retorno”, explicó.

Advirtió que esta oportunidad que el Perú debería estar aprovechando hoy, se está desperdiciando por la violencia desatada en el sur de Arequipa, por el rechazo al proyecto minero Tía María.

En este contexto, los inversionistas que desean aprovechar el ciclo de vacas flacas en Perú podrían desviar su atención a comarcas más estables, como Canadá y Australia.

“Perú es un país con un potencial geológico muy grande, pero nuestras leyes de cobre no son las más atractivas en comparación a África, por ejemplo. Nuestras leyes van de 0,1% a 0,6% de cobre, mientras en África tienen proyectos con 6% o 7%. Eso, combinado con los conflictos sociales no adecuadamente controlados, genera gran inseguridad en los inversionistas”, refirió Rodrigo.

VENTAJAS TRIBUTARIAS

Agregó que, a estas alturas, deberíamos estar sacando ventaja del cambio negativo en las reglas de juego tributarias suscitado en Chile, nuestro principal competidor minero.

“Nuestro país está en un nivel medio de tributación minera. La reforma del 2011 generó un régimen que aún es razonable”, dijo, y añadió que lainiciativa de reducir la carga impositiva corporativa de 30% a 28% va por buen camino, pues ha despertado el interés de los inversionistas.

“Esa estrategia incentiva la reinversión de utilidades que es lo que necesitamos para traer mayor tecnología y capacidades a nuestras empresas”, finalizó.

El Comercio