Darío Zegarra, gerente de Responsabilidad Social del proyecto Minas Conga.

Darío Zegarra, gerente de Responsabilidad Social del proyecto Minas Conga.

El proyecto Minas Conga fue objeto de análisis en el debate que propició el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, a propósito de la organización de su I Congreso Internacional de Relaciones Comunitarias. El gerente de Responsabilidad Social de dicha compañía, Darío Zegarra, expuso los argumentos que librarían al proyecto de las acusaciones de las cuales es objeto.

“El agua es lo primero, y la mina después”, precisó Zegarra quien recordó que inicialmente la propuesta estaba orientada solo hacia la explotación de la mina, pero varió cuando la población cajamarquina preguntó ¿que pasaría con el agua?
“Nos dijeron que sin un planteamiento claro sobre el tema del agua, difícilmente se continuaría con el diálogo. Tener un planteamiento con impactos controlados no era suficiente; tenía que ser más que sólo tajos, una planta y un depósito de relaves”, explicó en el Conversatorio “Caso Proyecto Conga: Retos y Oportunidades”.

EIA protege al agua
En declaraciones a ProActivo, el ejecutivo informó que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto tiene un proceso de información de 15 años y casi tres años de mejoras, una participación ciudadana con más de 7.000 personas y una audiencia pública con más de 4.000 asistentes.
“La propuesta del EIA es integradora y recoge la preocupación de la población. Encuentra que el agua se puede manejar y usar para el consumo doméstico, y que su gestión con la minería en cabecera de cuenca es perfectamente viable”, argumentó.
Indicó que Cajamarca tiene superávit hídrico y que el desafío no es su carencia sino la falta de una gestión del agua, pues durante seis meses es abundante, mientras que el resto del año es insuficiente.
Señaló que en la zona llueve cerca de 40 millones de metros cúbicos y sólo medio millón es aprovechado, por lo que gestionar el agua del lugar es la oportunidad para que la minería, agricultura y ganadería se complementen.
El objetivo -anotó- es convertir la actual economía de subsistencia agrícola y ganadera, en una más productiva.

No la pobreza
Zegarra subrayó que dejar que la situación en la zona de influencia de Conga se quede como está, es perpetuar su pobreza y empeorar su situación agrícola y ganadera.
Refirió que la población directamente involucrada es consciente de aquello, por lo que suscribieron con la empresa, autoridades locales, ONG y otras organizaciones una alianza para el desarrollo y contra la pobreza, para emprender proyectos de salud, educación, infraestructura y desarrollo de capacidades productivas.
Entre estas, destacó el desarrollo de la papa nativa, proyecto que empezó con 100 productores y hoy son 900.
Asimismo, destacó los esfuerzos de los representantes de las mineras en esta tarea. “Son más queridos por las comunidades que los de la ONG. Ocurre que si golpean en la canilla al de la ONG éste se va, pero si lo hacen al de la minera (…) hace proyectos”, comentó.

Mejor información
Sostuvo que aquellas entidades y personas que acusan a Conga de los problemas del agua en Cajamarca, lo hacen sin fundamentos técnicos, “sin la verdad”.
“Por eso tenemos que mejorar el proceso de información (del proyecto) más allá de nuestra zona de influencia, donde se hace creer a la gente que la carencia de agua es culpa nuestra. La comunidad directamente involucrada a Conga no se ha sumado a ese reclamo”, aclaró a ProActivo.
Al respecto, refirió que actualmente en Cajamarca hacen 3 ó 4 presentaciones al día en colegios profesionales, asociaciones de barrio, universidades y otras organizaciones, para reforzar y ampliar la información en nuevos espacios.

Sí a la inclusión
Consideró, que en su desarrollo, Conga puede hacer más por la inclusión social, porque el proyecto atiende a un área con ausencia del Estado, y donde hay muchas carencias.
Pidió mayor debate con quienes sostienen que la minería es nociva, y que fomentan la violencia. “No podemos aceptar los procesos de violencia y que se amenace a los grupos que nos apoyan, que los hagan salir corriendo de sus casas, les rompan sus cosas y los llevan a rondar, son actos que deben ser denunciados”, condenó.

Peritaje y leyes
Zegarra expresó a ProActivo que tienen una gran expectativa de que el peritaje contribuya a absolver las preocupaciones sobre el tema del agua debido a que el EIA ha sido mejorado, en respuesta a las inquietudes y observaciones de la comunidad, autoridades locales y especialistas de los órganos competentes. “Estamos en una revisión del EIA y seguramente podremos mejorarlo”, manifestó.
Citó que el proceso de aprobación de dicho estudio fue riguroso y acorde a la ley, tras un largo proceso de elaboración, reformulación, mejora y observación. “Sentimos que estamos poniendo en tela de juicio en este instante, como sociedad, la continuidad de nuestros procesos de decisiones. Es como si una autoridad nos diera un permiso para abrir una tienda y viene la siguiente autoridad y nos revoca la licencia”, apuntó.
Opinó que seguramente las leyes en Perú necesitan ser mejoradas, pero no se puede desconocer lo avanzado. “Pese a ello, acatamos el pedido de suspensión del proyecto y el proceso de peritaje en aras de privilegiar el proceso de diálogo”, ponderó.