coaching

El coaching es una relación profesional de ayuda continua y sostenible, fundamentada en el diálogo, la reflexión y el aprendizaje. En este proceso, el individuo es inspirado a desarrollar nuevas y mejores prácticas que lo ayudan a ser mejor persona en su accionar diario o como parte de un equipo, indistintamente del ambiente en el que se desempeñe.

Un proceso de coaching, por lo general, puede durar de 8 a 12 meses, las reuniones pueden ser semanales o quincenales de 60 a 90 minutos. En esa reunión participa el Coach con el cliente al que se le llama Coachee.

Muchas personas confunden o piensan que la terapia y el coach viene a ser lo mismo, pero quiero dejar en claro que la terapia trabaja por lo general psicopatologías y busca resolver experiencias emocionales y psicológicas del pasado con la finalidad de generar una mejora en la calidad de vida a través de un cambio en la conducta, actitudes, pensamientos o afectos. El coaching, por el contrario, se enfoca en el futuro, en los objetivos y en las conductas necesarias para alcanzarlos.

El coaching parte del supuesto de que las personas son felices cuando son efectivas. Una persona es efectiva cuando alcanza sus objetivos (eficacia) con la menor inversión de recursos (eficiencia) de tiempo, dinero, energía, etc. En el proceso de alcanzar las metas las personas descubren que tienen una serie de paradigmas (les llamamos creencias limitantes) que les impiden alcanzar esas metas. Muchas de esas creencias surgen de experiencias del pasado. El coach ayuda a su cliente a identificar y desmontar esas creencias limitantes y a construir creencias potenciadores que lo impulsen a alcanzar sus objetivos de corto, mediano y largo plazo.

Para trabajar el tema de coach nos valemos de diversas herramientas las mismas que serán aplicadas dependiendo del tipo de coach que realizaremos. Entre las herramientas más usadas tenemos: La pregunta, la rueda de la vida, los objetivos, la rueda de valores, la tabla de metas, la línea de la vida o plan de acción, las técnicas para identificación y desmontaje de creencias limitantes, posiciones perceptuales, anclas y estructuras, actos lingüísticos, etc.

A continuación detallaré las creencias propias del coaching:

1. Cree en la capacidad de la persona para asumir responsabilidad por su vida.
2. Cree que el coachee tiene todas las respuestas a sus interrogantes y/o los recursos para conseguirlas. Por lo tanto, el coach nunca sugiere.
3. Cree que las personas son resultado de sus propias decisiones. Como dice Bill Gates: Si naciste pobre, no es tu culpa. Pero si mueres pobre, eso si es tu culpa.
4. El límite en el desarrollo del coachee está dado por el nivel de desarrollo personal del coach.
5. El coaching es el arte de abrir posibilidades.
6. Toda conducta tiene una finalidad.

En una sesión de coaching por lo general los coaches siguen una estructura de cinco pasos:

1. El rapport, que consiste en la creación de un espacio de credibilidad y confianza en la relación coach y coachee.
2. La definición del objetivo del proceso de coaching y de la sesión. Mientras más concreto y específico el objetivo más efectivo será la sesión de coaching.
3. La indagación, que es el espacio de exploración de las causas, efectos y particularidades de lo que ocurre en la vida del coachee.
4. Opciones, es la etapa en la que se le ayuda al coachee a identificar alternativas de solución o de acción  que podrían contribuir a resolver el problema, clarificar la situación o movilizar al coachee a un espacio distinto de mayor realización personal y felicidad, ayudándole a evaluar los pros y contras de las alternativas para tomar las mejores decisiones.
5. Tarea, en esta etapa el coachee se compromete con la ejecución de una de las opciones, de manera muy concreta y en determinada fecha. Cada sesión de coaching debe terminar siempre con una tarea. Cuando las tareas no se cumplen o los objetivos no se alcanzan, existe una enorme probabilidad de que una creencia limitante esté interfiriendo en ese proceso.

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