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¿Le presta atención a su reputación?, ¿la está gestionando? o, ¿es un ámbito al que no le centra su preocupación? Para destacar en una industria, construir un concepto favorable es solo la punta del iceberg.

A menos que sea una celebridad, probablemente no tenga un relacionista público propio. Eso no significa, no obstante, que no deba preocuparse por construir una sólida reputación para destacar en su industria.

Es necesario abogar por uno mismo. Nadie mejor que usted logrará conseguir ese nuevo trabajo, ese aumento de salario o ese proyecto para el cual se siente totalmente capacitado. Según la revista Forbes, no se trata de ventilar sus logros, sino de aplicar fundamentos de Relaciones Públicas.

Conozca a su público
Si está escribiendo un correo electrónico de rutina o preparando una propuesta de negocio, debe entender a quién le está hablando. Es decir, asuma un enfoque centrado en su público objetivo. Recuerde: un mensaje de negocio eficaz se centra en su audiencia.

Hágase las siguientes preguntas en el proceso de conocer a su target: ¿cuáles son los mayores obstáculos de su audiencia?, ¿qué problema espera resolver?, ¿cuáles son sus sueños o aspiraciones?

Construya relaciones
Las interacciones cara a cara generan mejores resultados para los relacionistas públicos y para casi cualquier otro profesional. Los correos electrónicos, llamadas telefónicas o videoconferencias tienen su lugar. Según un informe preparado por Harvard Business Review, las reuniones en persona son esenciales. Los ejecutivos lo citan como una inversión necesaria, diciendo que la comunicación cara a cara es de “alto impacto”.

Cuanto más puede dejar en claro que usted es un ser humano (y no una dirección de correo electrónico que solo existe para hacer solicitudes), más gente va a pensar en usted tan pronto como surja una oportunidad.

Sea proactivo en una crisis
Las tres reglas de la comunicación de crisis son “ser rápido”, “ser útil” y “ser de oídos abiertos”. Una crisis en su jornada laboral podría ser algo tan común como el envío de un correo electrónico a la persona equivocada, o tan grave como un error de cálculo financiero. Aunque no siempre puede solucionar un problema con esas tres reglas, puede mitigar las consecuencias.

Pero ¿cómo poner las tres claves en práctica? Recuerde que cuanto más rápido diga a la gente lo que pasó, más rápido puede entrar en acción. Eso sí, siempre tenga un plan de contingencia. Segundo, ¿cómo puede ser útil cuando usted acaba de crear un problema para otras personas?, pues hago todo lo posible para palear los daños. Tercero, permanezca abierto y decida cómo abordar la situación.

Luego, programe un cita con su superior o con su equipo para explicar lo ocurrido. Explique qué se está haciendo para corregir la situación, y lo que se hará en el futuro para prevenirlo. Conteste cualquier pregunta con calma. Y entregue información de seguimiento según sea necesario.

Haga un seguimiento
El seguimiento es la pieza integral de las relaciones públicas. Un aspecto clave del seguimiento es la consistencia. Eso no solo asegura que su mensaje llegue, sino también que usted es una persona que se mantiene fiel a su palabra. De esa manera inspirará confianza en las personas que lo rodean.

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