Proyectos mineros que involucran una inversión de hasta U$S 5 mil 620 millones, están detenidos o retrasados en su ejecución.
Según el director regional de Energía y Minas, Edgar Ayamamani, el caso más emblemático es el proyecto Quellaveco que involucra una inversión de US$ 3,300 millones.
Este yacimiento ubicado en el distrito moqueguano de Torata será operado por Anglo American.
Espera producir 225 mil toneladas de cobre fino anualmente cuando alcance su plena producción.
Debía arrancar este año; sin embargo, la caída del precio del cobre conllevó a revisar los costos y actualizar el estudio de factibilidad. En la actualidad solo se realizan trabajos menores.
Tienen planeado presentar el proyecto a su directorio en Londres en junio de este año. Después de una evaluación determinarán si dan luz verde o no para la inversión.
El otro es el proyecto aurífero San Gabriel, situado en Ichuña, distrito de la provincia de Sánchez Cerro que impulsa Buenaventura. Tiene una reserva de 5.6 millones de onzas de oro y su explotación implica una inversión de US$ 700 millones.
La minera peruana esperaba avanzar este año, pero también se ha visto obligada a cambiar de planes. Realiza una actualización de costos y un nuevo estudio para cambiar de método de explotación de tajo abierto a subterráneo para hacerla más rentable. Aún no hay fecha para conocer el resultado de esa tarea.
Asimismo están estancados los proyectos Los Calatos (US$ 1,320 mllns.) y ampliación de Cuajone (US$ 300 mllns.).
Para Ayamamani, además del factor externo, los conflictos sociales en regiones vecinas como en Arequipa por Tía María están contribuyendo a que las inversiones en minería se posterguen.
“Hay poco interés de adquirir concesiones mineras. En el primer trimestre, el sector ha atendido solo 8 petitorios de pequeña y mediana escala”, dijo.
La República