Volcán Ubinas

En caso del Ubinas, el proceso eruptivo se desencadenó en setiembre del 2013 y su mayor apogeo fue en abril del 2014 con fumarolas de 5 km. Las cenizas llegaron a un radio de 300 km y los microsismos a 600 por día.

Si el majestuoso Misti erupcionara, los pobladores de Alto Selva Alegre, Miraflores y Mariano Melgar (Arequipa), no evacuarían de forma ordenada como lo hacen en el vecino país de Chile, por la erupción del volcán Villarica.

“La ciudad sería un caos”, precisa el integrante del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI), Domingo Ramos.

“Los ciudadanos saldrían desesperados con la idea de escapar y atropellarían a quienes encuentren a su paso. Los vehículos quedarían atascados en la Variante de Uchumayo y en cono norte, entonces la salida sería más que complicada. Además, no habría alimentos ni agua porque la represa Aguada Blanca ubicada a 9 kilómetros detrás del volcán Misti se contaminaría con el flujo de piroclastos”, dijo.

PELIGRO

La Ciudad Blanca está ubicada en el cinturón de fuego del Pacífico, en medio de los volcanes más peligros del Perú. En el país hay un total de 400 macizos registrados entre antiguos y recientes.

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De ellos, 12 son potencialmente peligrosos y precisamente todos están en el sur del país, entre Arequipa, Moquegua y Tacna.

De esta docena, 7 están activos y son el Misti y Sabancaya ,en la región Arequipa; Ubinas, Huaynaputina y Ticsani, en Moquegua; y Tutupaca y Yucamane, en Tacna.

Ubinas y Sabancaya se encuentran en alerta amarilla hace más de un año porque ingresaron a un proceso eruptivo.

Los restantes son peligrosos y aunque no están activos, podrían despertar en cualquier momento, estos son Chachani, Coropuna, Sara Sara y Casiri.

El Misti con 530 metros de diámetro y una altura de 5 mil 822 metros se convierte en una amenaza por su erupción explosiva, lo que no quiere decir que la lava saldrá disparada como se ve en las películas, sino se estima que se desbordará como ocurre en una olla hirviente, pero los piroclastos que emane, viajarían a velocidades de 400 a 600 kilómetros por hora, lo que quiere decir que contaminarían todo lo que encuentre a su paso. Los flujos volcánicos son una mezcla de ceniza, roca pulverizada.

Esta estimación del OVI es en base al comportamiento de la última erupción, que se habría dado en el tiempo de los incas.

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Además, es peligroso porque a sus pies vive un promedio de un millón 300 mil personas. La distancia de la Plaza de Armas hacia el cráter es de 18 kilómetros, en línea recta; sin embargo, los pobladores se encuentran a 10 km.

En opinión de Ramos, la diferencia entre Chile y Perú o Arequipa, es que las autoridades y ciudadanos trabajan divorciados. “Las autoridades en lo último que piensan es en prevención. Solo se trabaja en solucionar los problemas del momento”, añade, indignado.

TEMPERATURA. Además del Misti, el Huaynaputina es uno de los más peligrosos del mundo. Según los reportes, su última erupción en febrero del año 1600 sepultó entre 8 y 10 pueblos con mil 500 habitantes.

Además, los estudios de la Universidad de California concluyen que las partículas expulsadas del cráter ubicado en la margen derecha del río Tambo a 80 kilómetros este de Arequipa y 65 de Moquegua, eran tantas hacia la atmósfera que impidió el paso de los rayos solares y provocó que la temperatura del mundo se redujera entre uno y dos grados. Los especialistas lo calificaron como invierno volcánico.

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De igual forma, responsabilizaron a la erupción del Huaynaputina de la hambruna ocurrida en Rusia entre el año 1601 y 1603.

MONITOREO

El OVI, desde hace 2 años realiza un monitoreo en tiempo real la actividad de los volcanes Misti, Ubinas y Sabancaya. Con las cámaras instaladas observan la presencia de fumarolas y con el monitoreo sísmico, los microsismos ocurridos.

SABANCAYA

Si bien es cierto que un fuerte sismo no activa la erupción de un volcán, en el caso del Sabancaya sí aceleraría el proceso eruptivo porque ya se encuentra en una etapa de intranquilidad con fumarolas y microsismos.

Según los especialistas del OVI, un sismo de grado 6 facilitaría el escape de los gases. Sin embargo, existe la otra posibilidad de que el sismo solo ayude a descargar la energía y el cráter se tranquilice.

La última erupción del Sabancaya fue entre 1886 y 1999, solo su etapa de intranquilidad con microsismos y fumarolas duró 3 años, por lo que no se descarta que su comportamiento de hoy sea similar.

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