Foto: Internet

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NEGOCIO OSCURO. GRANDES CANTIDADES DEL METAL QUE PROCEDEN DE CENTROS INFORMALES DEL SUR SON COMERCIALIZADAS EN ESTA CIUDAD. TAMBIÉN ES LLEVADO HACIA BOLIVIA Y BRASIL.

No hay local comercial en el centro de Juliaca que no tenga un letrero que anuncie la compra de oro. El negocio parece ser tan rentable que cerca de las principales tiendas grupos de jaladores con voz sigilosa ofrecen un buen precio por gramo, seguridad y hasta discrecionalidad en la transacción.

La proliferación de esos establecimientos se debe a que Juliaca es uno de los mayores epicentros de tráfico de oro en el Altiplano. Pero no es el único lugar donde se comercia este metal.

La Rinconada y Ananea, en la provincia de San Antonio de Putina, son dos de los más grandes centros mineros informales en Puno. De esas localidades a diario salen cientos de personas con diversas cantidades de oro para venderlas al mejor precio.

Las tiendas cotizan con un margen menor al precio internacional y la compra se efectúa previa presentación de la declaración de compromiso (DC). Según la Dirección Regional de Energía y Minas, en Puno solo existen 3363 DC, que representan a un número similar de mineros. La cifra es mínima porque en ambos centros explotan oro más de 90 mil personas.

Para la Policía Nacional, los mineros informales prefieren vender su oro, después de Juliaca, en Bolivia.

Para eso se desplazan a Puno, Ilave, Desaguadero y La Paz-Bolivia. La otra ruta es Juliaca, Macusani, Puerto Maldonado y Brasil.

El director de la Décima Macro Región Policial Puno- Madre de Dios, Orfiles Bravo, señaló que no hay información de cuánto oro se trafica en ambas rutas.

Investigaciones

La Fiscalía Especializada en Lavado de Activos de Puno investiga a más de 100 personas por transportar miles de soles sin sustento.

La mayoría dijo dedicarse a la minería. Quienes no salen del Perú venden el oro en Juliaca, hasta donde también llegan mineros procedentes de Cusco y Arequipa.

Leopoldo Valdez, ingeniero de minas, aseguró que Bolivia siempre fue destino del tráfico de oro peruano.

“Es por un tema de costos. En Juliaca o La Rinconada, cuando se es informal, se pierde un promedio de S/ 10 por cada gramo. Pero en Bolivia solo se pierde S/ 3”, aseguró Valdez a este diario.

Dijo que los controles implementados en el Altiplano por el gobierno anterior no funcionaron porque los mineros ven la manera de sacar el oro para tener mejor precio.

Se desconoce cuánto oro sale del Altiplano a Bolivia o Brasil. Una investigación de Ojo Público reveló que entre 2011 y 2014 exportadoras de Bolivia hicieron del Perú un “puente aéreo” para enviar oro a EEUU.

Se descubrió que líneas bolivianas ingresaron al Perú 35 toneladas de oro. El caso originó que las autoridades del país vecino tomen cartas en el asunto.

Fuente: La República