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Los mineros ilegales en Puno le sacaron la vuelta a la interdicción minera. En los sectores de Pampa Blanca y Cajonuyo, distrito de Ananea, provincia de San Antonio de Putina, la familia “Quispe Pérez” junto a otros grupos aprovechan las noches para continuar con los trabajos de extracción de oro.

La explotación informal del metal quedó prohibida en estas zonas, luego del proceso de interdicción realizado en la quincena de noviembre del año pasado. Previamente se comprobó que durante quince años más, 5 mil mineros explotaban oro sin ningún tipo de autorización legal y haciendo uso de maquinaria pesada.

La información sobre los trabajos nocturnos fue proporcionada por las autoridades locales de la zona a la Dirección Regional de Energía y Minas (Drem). Este organismo deslindó sus responsabilidades alegando que la Fiscalía en Materia Ambiental es la encargada de obstruir la minería ilegal.

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La familia “Quispe Pérez” volvió a explotar oro al igual que otros, porque Ananea no es resguardada por los 600 policías que se anunció que garantizarían las acciones de interdicción. Daniel Urresti, alto comisionado de Asuntos de Formalización de la Minería, Interdicción de la Minería Ilegal y Remediación Ambiental, aseguró que si la información es cierta se tomarán toda clase de medidas para hacer retroceder a los ilegales.

Para la Oficina Regional de Inteligencia del Frente Policial de Puno, el retorno de solo un grupo de mineros a sus labores es parte de un plan de los extractivos para ver cómo reaccionará el gobierno ante un probable regreso en masa a sus puntos de explotación.

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La estrategia fue detectada por agentes policiales luego que los “varones” de Pampa Blanca, Ancacala, Laca y Oriental, sostuvieran dos reuniones en Juliaca para ver la forma de volver a sus zonas, ya que la interdicción perjudicó enormemente sus ingresos económicos.

Por su lado, fuentes de la comisaría de Ananea confirmaron que a la fecha no se ha programado ni se realizará ningún operativo nocturno.

Para el sociólogo Carlos Flores, si realmente el gobierno quisiera luchar contra la minería ilegal, no solo tiene que cortar las mangueras que usaban para el transporte de agua, sino destruir por completo todos los chutes (lavaderos) para sus labores. Tampoco se debería permitir el tránsito de maquinaria alguna.

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La República