Tras conocerse que la jefa de la Superintendencia de Administración Tributaria (Sunat),Tania Quispe, habría sufrido un reglaje, ella salió a los medios a dar su versión junto al ministro del Interior, Daniel Urresti.
Quispe, a través de RPP Radio, mencionó que se enteró en 2014 que algunos amigos de su hijastro –un joven chileno, mayor de edad– formularon preguntas que le causaron “preocupación” pues, dice, las consultas giraban alrededor de ella y sus propios hijos.
Ante esto, habló con el ministro Urresti, quien le pidió “autorización para poder hacer un seguimiento a todo lo que está pasando en el entorno de mi familia, y yo se lo di. Me dijo ‘necesito dos días de investigación completa, déjame hacer seguimiento a ver dónde va este chico, con quién conversa, quiénes son esas personas, y lo resolvemos’”.
Urresti avaló esta versión y justificó la acción al tratarse de alguien en el entorno de una funcionaria como la superintendente. Minutos antes, Quispe dijo, para justificar su preocupación, que su despacho ve más temas desde el año pasado, entre ellos la fiscalización de insumos para minería ilegal.
“Aquí no hay ningún seguimiento, aquí lo que ha habido es la verificación de si había riesgo contra la persona de Tania Quispe”, indicó Urresti.
DUDAS Y CONFRONTACIONES
En algún momento de la entrevista, la periodista Patricia del Río le dice a Daniel Urresti que no termina de convencerle que se siga al hijastro de Quispe, joven que no habría tenido conocimiento de la medida de seguridad.
Urresti menciona que no hubo intenciones de espiar, solo que hubo una “variable” que podía indicar que había peligro para Quispe, lo cual motivó la medida.
Entonces, Del Río consulta a Urresti por qué se le puso esta atención al hijastro de Tania Quispe y no Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima, asaltada recientemente (ella habría solicitado protección).
“Usted está confundiendo papas con camotes. (…) Si se hizo una verificación de las amistades que estaban haciendo preguntas sobre la rutina de la señora, es porque estaba relacionado con la seguridad de la señora Tania Quispe. (…) Ella (Susana Villarán) tiene que solicitar la seguridad; no le corresponde, entonces nosotros disponemos que se haga de acuerdo al protocolo una evaluación de riesgo, que lo hace Seguridad del Estado, y de acuerdo a esa valuación de riesgo, ellos califican de si realmente hay peligro y se le da protección”, mencionó el ministro.
Luego el ministro, ante las otras denuncias de reglajes contra miembros de la oposición y el mismo Gobierno, como la vicepresidenta Marisol Espinoza, indica que este seguimiento por parte de DINI “no tiene ningún asidero”, pues “si yo quisiera seguir a la señora Tania ¿para qué voy a pedir que la DINI venga, si ella tiene una escolta que la sigue las 24 horas? Lo único que tendría que hacer es ponerle una escolta con la misión de que me reporte”.
Del Río, minutos después, le consulta a Urresti si aquella afirmación equivale a comunicarle a los ministros de que habría en sus escoltas algún miembro de inteligencia que los espía.
Urresti: “Yo entiendo que tal vez usted me tiene antipatía, animadversión. (…) Lo que sí no puedo permitir es, y lo que me molesta constantemente, es ese tratar de poner en mi boca cosas que no he dicho. (…) He dicho claramente: si hubiese la intención de perseguir a estas personas, para qué voy a traer a la DINI, si ya tengo gente detrás de estos personajes las 24 horas”
Luego, ante la consulta de Ricardo Gómez Palma del por qué huyó uno de los agentes de la DINI acusado de reglaje a Marisol Espinoza, cuando la explicación oficial es que brindaba seguridad a la Embajada de Estados Unidos, al ministro no le gustó la palabra “huída”, calificándola como algo falso. Ocurrió lo siguiente:
Del Río: “Entonces el presidente también debe estar afirmando cosas que no son ciertas, y la ministra Ana Jara también, porque ellos han dicho que esto tiene que estar sometido a investigación, que esto se tiene que esclarecer. Y usted no, para usted simplemente, desde que empezó el tema, no hay posibilidad de que sea el servicio de inteligencia…”
Urresti: “Otra vez diciendo que yo afirmo que no hay posibilidad, yo nunca he dicho eso”
Del Río: “Ministro Urresti, de verdad usted debería escucharse más, porque habla mucho y no se escucha”.
Urresti: “¿Tú me dices que yo hablé mucho? no te pases pues, aquí la que habla mucho eres tú”.
Del Río: “Ministro, me gustaría que usted me trate de usted, porque yo a usted no lo estoy tuteando”.
Urresti: “Ok. Usted habla mucho más que yo, es más, ni me deja responder”.
Del Río: “Le estoy haciendo una pregunta ¿merece esto una investigación? Usted se puede burlar y hacer todas las patanerías que quiera, pero las preguntas son clara ¿esto merece una investigación? ¿Está usted dispuesto a una investigación o va a proteger a la Policía?”
Urresti: “Por supuesto que se merece una investigación. Si usted dice que yo hago patanerías, me está diciendo patán, pero a usted no se le puede decir nada porque usted es una diosa del periodismo”.
No es la primera vez que Urresti responde con ironías o calificativos a hombres y mujeres de prensa.
La República