MadredeDios

La tala de madera, la minería informal y el trabajo doméstico son las actividades económicas en las que se daría este delito que se busca combatir con II Plan Nacional.

La minería informal e ilegal, la tala ilegal y el servicio doméstico son los tres sectores en que se ha encontrado indicios de trabajo forzado, advirtió la directora adjunta de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los países andinos, María Arteta, durante la presentación del II Plan Nacional para Luchar contra el Trabajo Forzoso del Ministerio de Trabajo.

Para 2014 este plan tiene entre sus objetivos identificar la cantidad de personas víctimas de este tipo de actividades en el Perú y ejecutar intervenciones piloto en las zonas de Pucallpa, Madre de Dios, Puno y Cajamarca, donde ya hay indicios de trabajo forzado.

“No tenemos una línea de base, una estadística y ese es el primer problema que debemos afrontar pues sin eso no es posible establecer políticas públicas ni priorizar las acciones del Estado para afrontar esta actividad que atenta contra la libertad y la dignidad del trabajador”, explicó la ministra de Trabajo, Nancy Laos.

Según cifras de la OIT, en el mundo hay más de 20 millones de personas víctimas de trabajos forzosos, es decir, laborando sin poder decidir si quiere hacerlo, para quién trabajar ni en qué condiciones. De esa cifra de personas,la mitad se encuentra en Asia, mientras que en la región se encuentran 1,8 millones de trabajadores.

“La OIT reconoce el compromiso del Perú, pues ha reconocido que existe el problema, aunque sea pequeño, y que es necesario tomar acciones conjuntas para erradicarlo”, señaló al respecto Arteta.

“No es una tarea fácil, pues el trabajo forzoso no es visible y ocurre en zonas alejadas, y les pasa a las personas más vulnerables, que son despojadas de sus pertenencias y muchas veces hasta de su documento de identidad”, agregó.

En la tala y la minería informal o ilegal, el trabajo forzoso surgiría de vinculaciones voluntarias que luego por anticipos de sueldo el patrón transforma en peonaje por deuda.

“En el caso de los trabajadores domésticos hay intermediarios que enganchan a las personas, les dicen: vengan a trabajar a este pueblo o ciudad. Luego le cobran el pasaje y les retienen el salario o sus documentos”, precisó Arteta advirtiendo que en dicho caso el mayor número de víctimas son mujeres y que al igual que en la minería ilegal se ha encontrado explotación sexual no voluntaria.

Por su parte, el director de promoción y protección de los derechos fundamentales laborales, Sergio Quiñones, recalcó que también se está trabajando para corregir la errada tipificación del delito de trabajo forzoso. “No se le considera delito si a la persona se le paga algo. Y, además, la pena es de dos años, o sea no es efectiva”, explicó.

Casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas de este delito

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 20, 9 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso. De ellas, 11,4 millones son mujeres y niñas, y 9,5 millones de hombres y niños.

Además, alrededor de 19 millones personas son explotadas por individuos o empresas privadas. Y, de ellas, 4,5 millones son víctimas de explotación sexual forzosa.

El trabajo doméstico, la agricultura, la construcción, la manufactura y el entretenimiento se encuentran entre los sectores más afectados. Y los trabajadores migrantes y los pueblos indígenas son los más vulnerables al trabajo forzoso.