Luis Marchese, Presidente de la SNMPE / Foto: ProActivo

 

Por Mónica Belling

ProActivo

Quellaveco, las regiones y los poderes del Gobierno

En entrevista exclusiva para ProActivo, el presidente de la SNMPE, Luis Marchese, pone un rostro humano a la entidad que agremia a las empresas mineras, de electricidad y de petróleo del país. Comunicar, acercarse y consenso parecen ser palabras claves para su gestión en el gremio al que recurren los gobernantes cuando el país necesita levantar capitales y al que por populismo olvidan o atacan  durante las promesas de campaña.

“Queremos proponer la agenda en el debate público (…) Queremos crear análisis y promover políticas públicas en lo que creemos que es bueno para el país. Todo eso, alineado con la estrategia de los tres sectores que trabajamos hace tiempo y que vamos a promover aún más en los próximos dos años”, dijo tras informar que el gremio se ha propuesto comunicar más al ciudadano de a pie sobre el aporte que hace el sector minero energético al desarrollo del país, cuántos peruanos trabajan en torno a dicha actividad y la presencia que tiene esta industria en el quehacer diario.

Dijo además que se ha propuesto en su gestión, acercarse más a las regiones y buscar consensos con el Ejecutivo y el Legislativo en torno a temas que alienten la inversión y el desarrollo del sector minero energético peruano.

Un tema que abordó durante la entrevista, el también gerente general de Anglo American Perú, fue el proyecto Quellaveco, quizá el más esperado por el actual gobierno, y que depende del visto bueno de sus accionistas, en un contexto en el que la tendencia global de la industria minera mira el desarrollo de proyectos de manera compartida entre firmas privadas.

“Anglo American en este momento está enfocada en asegurar que su balance este sólido, al igual que lo hacen otras compañías. Estamos reduciendo nuestro nivel de deuda y está en nuestros reportes que estamos bastante bien como resultado de una disciplina operacional, de colocación de capital y de ventas de algunos activos que ya no eran parte de nuestro portafolio preferido en el mundo”, precisó.

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Quellaveco será vista a mediados del 2018

Marchese explicó que están a la expectativa de tener a fin de año un balance robusto, que abriría las oportunidades de crecimiento y de inversión de Anglo American; y con ello la posibilidad de poner en marcha al proyecto moqueguano Quellaveco, en un contexto favorable del mercado mundial. “¿Dónde queremos invertir? En nuestros commodities preferidos, uno de ellos es el cobre, y el proyecto más avanzado es Quellaveco”, refirió.

“Debiéramos estar en condiciones de llevarlo a directorio el próximo año, a mitad de año”, adelantó.

En esa línea, y como muestra que el proyecto está despierto, sigue la construcción del proyecto hídrico Chilota-Chincune, que demanda una inversión de 100 millones de soles, ha seguido adelante y con ella podrán ser irrigadas las pampas de Ilo. “Lo estamos haciendo con el gobierno regional de Moquegua y con los alcaldes y sociedad civil, como parte de nuestro compromiso social y de desarrollo con el pueblo moqueguano”.

El desafío de la industria minera en Perú está en el norte

Cuando el país apela a su minería para fortalecer sus arcas, muchos se preguntan ¿qué ocurre con los proyectos mineros?. Al respecto, Luis Marchese, presidente de la SNMPE, precisa que en la actualidad tenemos pocos proyectos en etapas iniciales. “Hay los que están prácticamente detenidos como Michiquillay y Conga, a esta última la propia compañía le ha quitado el estatus de reservas a los recursos, con lo cual dice bastante. Y  hay otros proyectos que están en etapas muy iniciales o que han vuelto a revisarse como la Granja y El Galeno. Particularmente en el norte hay un enorme reto”, destaca tras mencionar también a otros  proyectos de cobre, Cañariaco y Río Blanco.

El tridente Conga, Galeno y Michiquillay

Debido a la particular proximidad geográfica entre Conga, El Galeno y Michiquillay -los tres yacimientos se ubican en radio de 15 kilómetros- el líder del gremio mineroenergético, asegura que puede ser una buena idea que sean trabajados de manera conjunta, aunque por el momento Michiquillay está en manos del gobierno.

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“Tengo la impresión, habiendo sido parte de esto, que se puede generar valor adicional trabajando los tres proyectos. En este momento el gobierno al tener uno de los tres, puede tener un rol promotor por allí”.

Según explica “sacar los proyectos en conjunto” es mucho mejor, ya sea por el tema social o por el lado económico. “Cuanto menos costos tiene una operación, paga más impuestos. Cuanta más sinergia toma, la relación con el entorno tiene el potencial de ser más simple”, anota.

Con una expresión de impotencia, revela la carestía que atraviesa la población del distrito de La Encañada, en Cajamarca, con 70% de pobreza y más del 40% en extrema pobreza. “¡Es un escándalo!”, reclama debido a que allí se ubica aquel tridente de cobre. “Proinversión tiene uno de los yacimientos en sus manos y la oportunidad de articular algo que sea interesante para los inversionistas”.

Las tendencias de las empresas mineras

Una nueva ola crece al interior de la industria minera. Luego de la baja cíclica de los precios de los minerales y frente a la falta de “disciplina” que al interior de sus administraciones en medio del pasado boom minero, ahora las empresas van hacia “compartir el riesgo” con sus pares. “Es riesgoso cargarse esa mochila sola. Y eso es un poco lo que ocurrió en el pasado”, anota.

“En la antigua ola, las compañías llevaron proyectos muy grandes y  cualquiera de los megaproyectos, son riesgosos”, dijo. Según explica está comprobado que proyectos de más de mil millones de dólares,  tienen una tendencia a demorarse más y a costar más de lo que se planificó inicialmente.

Talara, “un enorme costo hundido”

Ingresando a la ruta del llamado oro negro, Marchese se refirió a la Refinería de Talara y se aunó al cuestionamiento de la Contraloría sobre el incremento de la millonaria inversión para las obras en dicha instalación y que recientemente fue actualizada a 5,400 millones de dólares.

“Nuestra posición de la refinería es que debió ser un proyecto de sulfurización, que es el problema, pero después fue sulfurización, modernización y ampliación. Además, ha tenido el problema de financiamiento y todos los dolores de cabeza posibles respecto a la estimación que la Contraloría dijo en los últimos días. Hubo un escalamiento del CAPEX, brutal”, señaló el empresario.

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Del citado proyecto en marcha dijo que corresponde la reflexión sobre la notable cantidad de inversión del Estado, la que calificó de ser “un enorme costo hundido” y en la que el gobierno pasado emprendió.

“Debemos preguntarnos como peruanos porqué nos embarcamos en eso y si debemos hacer en algo similar en el futuro. ¿Es el gobierno quien tiene que construir instalaciones industriales? Es un riesgo que deberían correr los privados”, advirtió.

La salud de la energía eléctrica

Un tema que para el sector eléctrico es agobiante es la sobreoferta en energía y que está en el orden del 70%, poniendo en peligro a ese mercado en el país. Una situación que no es saludable por los pocos márgenes que tiene. “Globalmente es un problema que nos va a afectar en el largo plazo, ahora estamos contentos porque no nos falta energía y tenemos precios bajos, pero hay parámetros para que esta industria sea sostenible”, reflexionó.

De seguir en esa ruta, anotó, que en un futuro escenario podría darse la quiebra de las empresas eléctricas o que dejen de invertir, con el efecto de no poder contar con energía a precios competitivos en un futuro.

“Nuestra posición es clara: seguir haciendo subastas de energía renovable no convencional, no es una idea razonable”.

En su enfoque integral, Marchese observó que en la actualidad las distribuidoras en Lima brindan muy buen servicio, comparable con el europeo; en tanto que en el resto del país, las estatales no alcanzan a dar ese tipo servicio, afectando así a la población fuera de la capital.

“No se puede aceptar esta dualidad de calidad, entre lo que  recibimos  en Lima y lo que recibe el resto el país. Afecta a las actividades productivas y a la población”,sentenció.

Entrevista a Luis Marchese, Presidente de la SNMPE