Roque Benavides

Roque Benavides, presidente de la minera Buenaventura, se pronunció acerca del comunicado de la Confiep, el debate sobre la concentración de medios y el proyecto minero Conga, que un día después de celebrada la entrevista trajo nuevos enfrentamientos en Cajamarca.

El presidente de Minas Buenaventura, Roque Benavides, tiene una alta confianza en su experiencia. La frase “a mí nadie me va a decir que…” se ha convertido en su sello personal, en la antesala para argumentar sus más sólidas ideas. Justamente una de ellas es el apoyo total al comunicado que semanas atrás dirigió la Confiep al Gobierno y el que muchos han considerado agresivo. El ingeniero civil de 59 años, que ha encabezado en la última década la lista de los empresarios más poderosos del Perú, habló con TEMPUS sobre los acontecimientos más importantes por los que atraviesa el país, entre los que está incluido el conflicto social que envuelve al proyecto Conga, en Cajamarca. Además, fue tajante respecto a su posible candidatura en 2016.

A usted le preocupaba el presidente Humala durante su candidatura. Ahora, a mitad de su gobierno, ¿cuál es su percepción?

La campaña del 2011 fue muy agresiva, se polarizó mucho y por supuesto los que queremos que el Perú se desarrolle de manera ordenada en el tiempo, nos preocupan los cambios radicales. Creo que el discurso de la campaña fue mucho más radical que lo que ahora estamos viendo en el Gobierno. Se debe a que el Perú ha sentado bases en los últimos 20 años de modo que hoy por hoy es muy difícil hacer un cambio de rumbo radical. Una cosa es lo que se diga en la campaña electoral y otra lo que se puede hacer. Hay tres candados, yo insisto en eso, que se han fijado en los últimos 20 años.

¿Cuáles son esos tres ‘candados’ de los que usted habla?

El primero es que hemos conseguido un grado de inversión y ningún gobierno quiere perder eso, ya que significa financiamiento barato y estar en mejores condiciones con la comunidad financiera internacional. Segundo, hemos firmado tratados de libre comercio con 55 países del mundo y en cada uno de ellos hay un capítulo de defensa a la inversión, lo cual da mucha estabilidad. Hoy en día si alguien quiere ir en contra de la inversión nos llevan a las cortes internacionales y en dos minutos nos ganan. En tercer lugar, por iniciativa del presidente García se logró llegar a la Alianza del Pacífico. Es el primer tratado internacional de cuatro países que no tienen fronteras comunes. Es muy interesante porque el pacto Andino, el Mercosur, la Unión Europea tienen fronteras comunes. La Alianza del Pacífico lo que tiene son objetivos comunes y eso es estar en buena compañía porque son países exitosos en América Latina (Chile, Colombia, México y Perú). Yo creo que esas bases que se han sentado en nuestro país hacen que el Perú tenga mucho más estabilidad y que el presidente Humala se haya dado cuenta de que cuando sale al extranjero le dicen que el Perú es una estrella. Además, el señor Humala tuvo el tino de mantener al presidente del BCR y de nombrar a Miguel Castilla, que es un hombre muy sensato.

Sin embargo, pese a los aciertos que usted considera, la aprobación del presidente Humala ha caído. ¿A qué cree que se deba?

El entró con un discurso radical y el problema es que lo que viene haciendo no coincide con ese discurso. Aparte ha tenido problemas políticos, enfrentamientos –que evidentemente son su característica– con líderes de opinión, líderes políticos. El tema de la reelección conyugal también le ha hecho perder mucha popularidad. En fin, no es un solo factor, hay que entender, y estoy seguro que el presidente Humala lo entiende, que nadie se hace presidente del Perú para ganar el premio a la simpatía sino para hacer obra, para ser exitoso y para tener resultados.

En cuestiones concretas, ¿cuál ha sido el apoyo del presidente a su sector?

El discurso de Humala en la campaña fue poco pro minero. En Cajamarca fue mucho pro agua y muy poco pro oro, pro minería. Mi punto de vista, con todo respeto, es que no se trata de ni lo uno ni otro. Lo cierto es que tuvo el buen tino de nombrar al ingeniero Merino de ministro de Energía y Minas, que es un hombre que conoce de minería y que la verdad nos apoya mucho.

Entonces, ¿usted está de acuerdo con el cambio de discurso?

Ha habido un serenamiento del discurso que habla bien del presidente y sus ministros.

LA CONFIEP

¿Considera oportuno el comunicado de la Confiep sobre la intervención del Gobierno en el debate de la concentración de medios?

Sí, lo considero muy conveniente y aunque la gente parezca no entenderlo, ha recibido críticas del sector empresarial, en el sentido que ha podido ser más firme y directo.

¿No lo considera agresivo?

Creo que ha levantado los puntos adecuados. El punto de la inversión, el de la inseguridad, de la Ley Universitaria. Hay que rescatar que el comunicado de la Confiep es súper positivo y, por qué no decirlo, súper diplomático. Cuando vemos que el país puede ir mucho mejor y ofrecer muchas oportunidades a mucha gente, pues uno se desespera y yo no soy una excepción.

“Conversando con expresidentes de la Confiep ellos decían que el comunicado debió ser más firme, que la Confiep pudo haber utilizado palabras más duras”.

Pero ha resultado bastante amenazante, esa es la percepción…

No. Creo que ha sido diplomático, pero de que ha dicho la verdad, no me queda ninguna duda.

¿Qué elementos agregaría a ese comunicado?

Es un comunicado que ha tocado todos los puntos convenientes y se invoca al Gobierno a rectificar. Conversando con expresidentes de la Confiep ellos decían que el comunicado debió ser más firme, la Confiep pudo haber utilizado palabras más duras. Yo creo que ha estado bien, no tengo más que decir que eso.

¿Cuál es su relación actual con la Confiep?

Formo parte del grupo de los expresidentes, asisto a los directorios. Estoy en permanente contacto y nada más.

El comunicado guarda como uno de los puntos centrales el tema de la concentración de medios. ¿Cuál es su postura en este tema tan espinoso?

Sinceramente, creo que esto ha sido un tema empresarial entre La República y El Comercio por comprar Epensa. El otro día leí que el Comercio tiene el 75% de la prensa escrita, si hubiera ganado la República hubiese tenido el 50%. El tema de fondo es que hoy en día es que las comunicaciones se dan en su mayoría por Internet. No hay forma de controlar las comunicaciones, ni en Cuba pueden hacer eso. En la era del Internet ya es muy difícil pensar que solamente la prensa escrita es la que influye en las telecomunicaciones.

Pero, en ese caso, elcomercio.pe y otros portales relacionados al grupo empresarial, también mantienen gran cantidad de tráfico…

El otro día tuve una reunión e hice una encuesta de cómo leen el periódico. Todos me decían que a través de internet leen El Comercio, El País de España, el New York Times de Estados Unidos, Bild de Alemania. Yo no veo la concentración de la que estamos hablando.

¿Vio como una amenaza las palabras de Humala en torno a este tema?

Si yo estaría en el pellejo del Gobierno lo que haría es fomentar medidas para promover la competencia. No sé cómo se hace pero se debe promover que haya otros grupos empresariales. No se trata de castigar a un grupo exitoso como El Comercio, se trata de promover más competencia. Al final eso beneficia al consumidor.

Pero en el caso actual, concreto, el consumidor es el que termina perdiendo ante la falta de pluralidad…

En el Perú nos hemos acostumbrado casi-casi a la ley propia, de que tiene que haber una ley para todo. Los mecanismos del mercado pueden ser mucho más potentes que una ley, hay que promover la competencia. Exigir, por ejemplo, que las empresas que controlan medios de comunicación estén inscritas en bolsa, que tengan una liquidez (…), pero si a mí me preguntan concentración de accionarado, yo creo que hay más concentración en La República que en El Comercio.

¿En qué sentido?

A ver. El Comercio debe tener cinco generaciones de Miró Quesada, que yo sepa La República ha tenido solamente dos generaciones de Mohme. Por lo tanto La República debe pertenecer a muy poca gente, en cambio El Comercio debe pertenecer a muchas personas.

Tocando otro punto de vista que se ha dejado de lado en este debate, el escritor Santiago Roncagliolo afirma algo interesante: “Lo que necesita el periodista para trabajar libremente es saber que si lo botan por meterse con un pez gordo podrá irse a otro medio. Si sólo un grupo tiene el 70% u 80% ya no te puedes ir a otro medio y eso es un riesgo para la libertad de expresión”. ¿Qué opina de ello?

Al buen periodista por más que suelte una pepa lo van a mantener, nadie quiere echar a ningún talento, ni en una minera, ni en una empresa de medios.

Pero los despidos a Laura Puertas, Rosa María Palacios y a otros periodistas de prensa escrita dicen otra cosa…

Sí, yo podría estar de acuerdo con el señor Roncagliolo en ese sentido, de que pudiera ser que alguien no pueda expresarse adecuadamente, pero otra vez insisto, ¿a través del Twitter, del Facebook, alguien puede ser callado?

Entonces, a su parecer, ¿cuál es el camino para resolver este problema?

Yo soy de los que creo que los caminos del mercado podrían ser una forma positiva de generar más competencia. A mí nadie me va a decir que el país es el primero del mundo que tiene concentración de medios escritos, veamos cuáles son los ejemplos de otros países, promovamos que vengan otros periódicos que le hagan competencia, así tendremos menos concentración.

Definitivamente para usted no hay concentración.

¿Concentración? No me hagan reír. El otro día estaba en la provincia de Castilla, en el departamento de Arequipa. En el cable de la competencia no aparece Canal N, ni Canal 4. ¡Que haya más competencia, que haya más canales de cable! Y no me van a decir que no hay Canal 2, Canal 5. Yo la verdad soy enemigo de hacer una tormenta en un vaso de agua.

PROYECTO CONGA

El presidente Humala afirmó que “Conga es intrascendente para la historia del país”. ¿No siente que esta afirmación es despectiva con el potencial de desarrollo que existe en la actividad minera?

Para nosotros no es intrascendente, para los que trabajamos en Buenaventura, en Yanacocha no es intrascendente. Creo que para la historia de 200 años del Perú quizás no tiene una importancia. Lo que es evidente es que un caso emblemático negativo para el país en tema de inversión. Aquí se ha conseguido todos los permisos, todas las audiencias públicas y finalmente solo un grupo de radicales impidieron que se desarrollara. Hoy en día tenemos el primer reservorio operando y es un ejemplo de lo que se podría hacer. ¿A mí me van a decir que no se tienen que construir reservorios en las alturas? ¡Por supuesto que se deberían construir!

Siendo sinceros, ¿qué sentimiento le causó la frase del presidente?

Me frustra un poco. A mí me toca gerenciar una empresa como Buenaventura donde trabajan con 15 mil personas. Estoy seguro que esas 15 mil personas también se frustaron con esas declaraciones. A mí me toca defender todos esos puestos de trabajo. La cosa humana pasa por no destruir esos puestos a la gente.

A propósito de la intención de reelección del presidente regional Gregorio Santos, ¿cree que si este fracasara en su intento se crearía un mejor panorama para el diálogo y el avance del proyecto Conga?

Eso no depende de nosotros. No he tenido oportunidad de conversar con el presidente Santos. Todo depende de la elección de los cajamarquinos.

Pero no me va a decir que no tiene la esperanza de que sea elegido otro candidato…

No tengo la esperanza de ningún político ni para bien ni para mal. Nosotros tenemos que trabajar con el que los cajamarquinos quieran que sea su líder.

¿En los últimos meses ha conversado con él?

Hace mucho lo vi una vez en la antesala a una reunión con el ministro de Energía y Minas. Me paré y lo saludé y se siguió de largo. La segunda vez que lo vi fue en Conga cuando fuimos con tres ministros. Extiendo la mano para saludarlo y él se da media vuelta y se va. Esas han sido las dos únicas oportunidades que lo he visto y no he podido hablarle.

De forma sencilla y concreta para que las personas comunes lo entiendan. ¿Qué problemas de contaminación trae el proyecto Conga?

No es contaminación, es impacto ambiental. En Conga tenemos cuatro reservorios que se van a construir para control de sedimentos. Ahí existen un par de lagunas que tienen que bombearse y llevarse a los reservorios. El primer reservorio ya fue construido, el de Chailhuagón, que significa una ampliación a la laguna del mismo nombre. La segunda, la que se construiría si conseguimos la aceptación social, sería la del Perol. En ella sí se tiene que bombear el agua a un reservorio construido y (el agua) ya no estará en la laguna. Pero esta laguna no fluye, salvo en época de lluvia. No se utiliza. El yacimiento en sí está debajo de la laguna el Perol.

Aparte del vaciado de la laguna, ¿qué otras cosas negativas traería?

Lo negativo es que el terreno cambiará ya que va haber un tajo abierto. Por un tiempo esto tendrá un hueco que es donde se explota el mineral y luego será remediado y finalmente se volverá a llenar de agua. No dramaticemos las cosas.

¿Tiene alguna crítica –o autocrítica, en todo caso– sobre la actividad minera en el país?

Yo creo que el deporte nacional, que es señalar con el dedo acusador (hace un ademán: pulgar hacia arriba, índice de frente y el resto de dedos recogidos sobre su palma), también tiene tres dedos que le señalan a uno y otro que señala a Dios y no te permite mentir. Todo el mundo señala pero, ¿cuál es mi autocrítica? Cuando llegamos a Cajamarca (1993), un departamento que no tenía minería, en el país había una mayor percepción de inseguridad de la que hay ahora y entonces, en afán de cuidar la integridad física de la gente que venía a trabajar, de repente nos excedimos en seguridad.

¿Cómo ha evolucionado la resistencia social de la población al proyecto minero en Cajamarca?

Cada vez tenemos mayor aceptación social, las comunidades alrededor están a favor. Es un departamento complejo, no creamos que es sólo minero, tiene otros recursos pero que lamentablemente no les va bien.

Según usted ¿cuáles son los argumentos que potencian la resistencia?

El temor al cambio, a la minería antigua. Era como hubiera dicho Haya de la Torre, otro espacio tiempo-histórico, otras circunstancias. Hace 50 años nadie hablaba de temas medioambientales, hoy es el tema central. En ese sentido hay esa percepción de que la minería es contaminación. No sé quién ha vendido esa idea, que es mentira.

¿Cuáles son las actividades que ha hecho Yanacocha para disminuir la resistencia social?

Comunicar, trabajar mano a mano con el Gobierno. Demostrar que hay un beneficio. Se habla de la responsabilidad social, que debe ser compartida.

Tengo la mejor impresión (del ministro Villanueva), sin embargo, me parece que está atado de manos.

Pero también han cometido maltratos, “excesos de seguridad” como usted dice…

Ya no existen, tenemos que demostrar que hemos cambiado.

¿Ve al nuevo premier, César Villanueva, como un buen aliado del diálogo para este proyecto?

Tengo la mejor impresión, sin embargo, me parece que está atado de manos. Hasta ahora no ha habido algún cambio de ministros.

Entonces, ¿no vienen trabajando con el Gobierno?

Hemos venido trabajando silenciosamente con los ministerios de Inclusión Social, Energía y Minas, Vivienda, Economía.

MINERÍA ILEGAL

La minería ilegal ya ha sido bastante devastadora. ¿Considera que el estado ha demorado mucho para intervenirla?

Muchísimo. Esto fue en los ochentas: recuerdo haber conversado con el ingeniero Wilfredo Huayta, ministro de Energía y Minas del primer gobierno de Alan García y haberle dicho de que había que parar lo de Madre de Dios y la respuesta fue de que es un problema social. No seamos fariseos, estamos o no estamos con el medio ambiente, no me vengan a mí con el tema social, todos debemos cumplir las leyes.

¿Considera que el Estado se está poniendo al día en su intento por combatirla?

Se debe cumplir la ley, no se trata de hacer más leyes. Todos deben de cumplir, el minero formal e informal.

CANDIDATURA

En las últimas entrevistas que concedió el año pasado, contó que venía meditando una posible candidatura. ¿Ha llegado ya a alguna conclusión?

Va a ser muy difícil que me meta a campañas de algún tipo, yo sigo haciendo política. Yo repito hasta el cansancio. Aristóteles dijo que el hombre es un animal político y Haya de la Torre agregaba que si no es político se queda en lo primero. Yo fui muy cercano a él y parte de la lección que me dejó es que tenemos la obligación de hacer política. De allí, a liderar una campaña lo veo muy difícil.

“Lo decidido es que no voy a candidatear por nada”.

En el APRA han visto con buenos ojos su candidatura

Son muy generosos. Yo tengo muchos amigos en el APRA, tengo gente muy cercana que yo aprecio muchísimo, nada más, no hay más comentario.

Pero a estas alturas ya debe tener algo decidido…

Lo decidido es que no voy a candidatear por nada.

¿Usted cree que el país respaldaría la candidatura de un representante del empresariado?

Es difícil, la población tiene la imagen del empresario ricachón, ocioso, frívolo. Hay que cambiar esa percepción, ese estereotipo. Ese es un tema que pienso mucho, es difícil. Sin embargo, creo que es una cuestión de marketing personal. Lo que hay que dar es una imagen de patriotismo, de deseo de contribuir. El otro día le preguntaban a Kuczynski si con esta situación política todavía estaba interesado en entrar en ella y él respondió algo muy inteligente: “es que quiero cambiarla”. La política per se no es mala.

¿Observa con buenos ojos la candidatura de Marco Arana?

El hombre me parece negativo, no me parece constructivo. Sinceramente, es un radicalismo que ya se ha erradicado en el mundo. Hagamos política comparativa, ¿en Estados Unidos, Alemania, China, Noruega, existe eso? Quiero para mi país una cultura del éxito, no una de la revancha que no conduce a nada.

¿Les molesta el papel que viene cumpliendo la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDH), como actor parte de la sociedad civil?

Es un actor más. Evidentemente tienen su propio sesgo. Me parece que están muy ideologizados, ellos sabrán con qué ideología. Es evidente que acá nadie está perturbando los derechos humanos de nadie al darles puestos de trabajo. Es más fácil tirar la piedra que ser constructivos.

TEMPUS