Eva Arias, presidenta de Minera Poderosa.

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Eva Arias, presidenta de la minera de oro, Poderosa, es una empresaria que además ha destacado en los últimos años por su rol protagónico como dirigente gremial. Tras encabezar la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía, fue presidente de la reciente Convención Minera realizada en el 2017 en Arequipa y presidió también diversos eventos mineros de talla internacional. Conocedora de las grandes posibilidades de crecimiento de la nación a partir de la minería, con optimismo reconoce también que hay desafíos por superar en la tarea de mantener competitiva la minería en el país de los Incas.

¿Cuál es el panorama para el próximo quinquenio en la minería nacional y la global?

Con el año 2017 llegamos al punto de inflexión hacia arriba en la minería a nivel global para los metales y la situación debe ir mejorando.

En Perú, el cobre nos ayudará mucho por su incremento en la producción. En tanto que el segundo metal en importancia, el oro, si bien el precio nos ayuda, hay mucho por hacer en cuanto al volumen y como país tenemos sitios para incentivar la producción y lograr ese crecimiento.

¿Qué hacer para elevar la producción de minería formal de oro?

En las minas filonianas hay una especie de particularidad porque muchas veces tienen que convivir con la minería artesanal por razones fácticas porque así se dan las circunstancias y en Perú tenemos varias de esas operaciones.

Para la minería aurífera en diseminados no es la misma situación porque es muy difícil para un minero artesanal, obviamente por las características del yacimiento, trabajar allí.

Por otro lado, ambos tipos de yacimientos, dependiendo de sus características, pueden contribuir sustancialmente e ir sumando las toneladas métricas finas de oro que ha sido algo más de 151 el año pasado.

Un punto importante es enfocarse en las exploraciones para encontrar nuevos yacimientos que nos permitan abrir nuevas operaciones.

El oro es uno de los metales de importancia en la producción nacional que no ha tenido mayores descubrimientos recientemente y eso básicamente está en función a las exploraciones que es a donde se debe poner la mira.

Para lograrlo, también hay necesidad de agilizar permisos. Muchas veces el no tenerlos a tiempo impide actuar en el proceso de tener una operación o descartarla de no encontrar algo.

El último descubrimiento importante es Cerro Quilish y se frustró, lo mismo fue con Conga, que están a la espera. ¿Cuándo se pueden poner en producción?

Esas son expectativas de tener un proyecto grande o la continuación de uno grande, ambos asociados a Yanacocha. Alrededor de los dos, hay una serie de cosas que no dejan que la operación se desarrolle e impide tener descubrimientos que se pongan en valor y generen una producción importante y formal.

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¿En gran minería de oro, el último descubrimiento habría sido Alto Chicama?

Sí, la más importante fue la de Barrick y que era inicialmente por carbón.

¿Cuáles serían las oportunidades que en esta nueva etapa al alza tiene el país para atraer capitales?

Tener más caja permite a las empresas atender necesidades básicas como la exploración, la cual debemos retomar y poner en valor nuestros derechos mineros para producir más, lo que permite al país tener un crecimiento en operaciones y a éstas una mayor eficiencia.

Es también una buena oportunidad para levantar nuestro nivel de competitividad, simplificar la regulación y tener permisos más ágiles.

Otro aspecto que podemos mejorar muchísimo en relación a los precios, es la infraestructura porque habrá mayor recaudación fiscal.

Un tema sumamente importante es también el fortalecimiento de las instituciones. Si lográramos tener mayor estabilidad sería muy bueno dado que somos un país atractivo para las inversiones mineras por tener bases realmente sólidas; para empezar, las geológicas y la tradición minera.

El 2017 no fue fácil por situaciones coyunturales, pese a que los precios nos acompañaron. Empezamos con el fenómeno de El Niño; luego el escándalo internacional de corrupción que como cola nos imposibilita  tener un abanico de alternativas de constructoras para sacar adelante los proyectos mineros. Sin embargo, las bases del país con respecto a la industria minera son espectaculares.

Podemos tener un crecimiento acelerado (como Nación). Cada vez que hay un ciclo de mejores precios, debería traducirse en el florecimiento de la educación, de la infraestructura, de la salud y de otros sectores que pueden nutrirse de los recursos que deja la minería en forma sistemática, pero no necesariamente en forma pareja. Hay picos y vallas que siguen al ciclo.

Las bases del país con respecto a la industria minera son espectaculares. Podemos tener un crecimiento acelerado (como Nación). Cada vez que hay un ciclo de mejores precios, debería traducirse en el florecimiento de la educación, de la infraestructura, de la salud y de otros sectores que pueden nutrirse de los recursos que deja la minería en forma sistemática.

¿Qué mejoras pueden darse para la promoción minera?

Una forma de promover es ir acortando los trámites burocráticos. En eso somos conscientes: Estado y empresarios. No solo hablo de minería, lo podemos extender hasta a los permisos para construir una casa.

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Otro asunto importante es tener respeto al estado de derecho que muchas veces tampoco es fácil; y están los estándares ambientales que tienen que ser de clase mundial… A veces, vamos un poco más allá también.

¿En infraestructura qué nos faltaría?

Hay ejemplos que si volteamos la cara están allí, por ejemplo las carreteras Central y la Panamericana. La infraestructura de transporte vial, es importantísima, nos llevaría a ser más competitivos. El cabotaje y el ferrocarril, son alternativas totalmente viables y que deberíamos haber apuntado hace décadas.

Estamos colapsando nuestro sistema de infraestructura cuando creo que sí tenemos la posibilidad de mejorarlo. Obviamente, hay que aprovechar las coyunturas de mejores precios y mejor volumen en cobre y zinc, para convertirlos en infraestructura, entre otras cosas.

Voy a decir algo que tal vez no sea muy fácil de aplicar, tenemos energía en exceso por dos razones: primero, que por determinados factores hay proyectos que aún esperan el momento de salir a flote; y también porque el sector eléctrico se preparó para ese momento, pero no llegó en forma armónica. Entonces, ¿podríamos exportar energía? Es una pregunta. Pienso que sí. ¿Cómo? y ¿A dónde? Son otras preguntas… Tenemos posibilidades de hacerlo.

Con respecto a los pasivos mineros. ¿Qué se hace en la actualidad?

Antes del Código del Medio Ambiente del 90 la situación era otra porque la tecnología, las normas y las prácticas de ese momento eran la forma de hacer minería y no quiere decir que al minero no le importe tener limpio el ambiente cercano a su operación porque vive y convive con la naturaleza, es un aprecio a su hábitat.

A nadie se le ocurre decir que si a un médico se le murió un paciente por una infección antes del descubrimiento de la penicilina era un salvaje, no.

Eran las prácticas hasta ese momento y vale lo mismo para cualquier asunto. Todos caminamos según los nuevos descubrimientos de la ciencia y la tecnología que evoluciona de a pocos. No se prende la luz cuando se inventó, poco a poco se ve ese cambio.

Es así que en el país después de los años 90, empiezan esos cambios graduales de control ambiental y vamos aprendiendo cómo contribuir a que nuestro medio ambiente esté cada día más sano. A su vez, la presión es mayor, pero tiene que tener una armonía, no puede ser abrupta; y cuando llegamos a tener parámetros mandatorios empezamos a entrar en problemas.

En la actualidad, la minería es una de las industrias que trata de estar al día en estos aspectos. Es una de las más globalizadas y exigentes en el tema ambiental.

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Las instituciones que tenemos en fiscalización son sólidas y fuertes, podrían hacer más realmente para ampliar su foco de acción y ser más efectivas para el bien del país.

Se van descubrir más cosas de cómo hacer más y mejor. Paralelamente a cómo manejar mejor los pasivos, los impactos que puede generar la industria están también en cómo remediar o reaprovechar lo que quedó de las tecnologías pasadas. Ahí también hay un muchas cosas interesantes e importantes que se pueden aplicar y aprender.

El experto es Rafael Fernández Rubio y como él debe haber más: Se puede convertir un pasivo en un activo. Él destaca también que la industria minera es la única que genera agua y si vemos nuestros efluentes, vuelven al curso de agua con mejor calidad de la que se recibió.

Las regulaciones nos obligan a mantener siempre el estándar de trabajo en forma exigente y está bien, lo importante es que la tecnología para ello esté ahí y tiene que haber un equilibrio para ser competitivos.

¿Cómo mantenerse competitivos?

Un aspecto es cuánto cuesta operar una mina en determinado lugar y país. Y si innecesariamente cargamos los costos para específicas actividades dentro del proceso natural de una mina, dejaremos de ser competitivos.

Están los procesos para obtener permisos; la exigencia para ciertos estándares ambientales si la tecnología está disponible y no es complicada, pero si no la tienes o está en desarrollo, puede ser demasiado onerosa.

Sobre la consulta previa

Me quiero referir a la consulta previa y el sector hidrocarburos, que fue el primero en aplicarla y lo ha hecho por bastante tiempo.

Es el de más larga actuación y experiencia, pero qué ocurre hoy día, a dónde están los precios del petróleo, qué actividad extractiva petrolera  subsiste, ¿qué esperan las poblaciones consultables? ¿Consulta o atención a las necesidades básicas?

Y ¿quiénes tenemos que atender las necesidades básicas? ¿Las empresas o el Estado? ¿Con qué recursos puede atender el Estado esas necesidades básicas? Justamente con los provenientes de los impuestos de todos los peruanos y dentro de eso, están las regalías, que inclusive tienen destino específico.

Pero qué podemos decir hoy de la recaudación de la industria petrolera comparada con unos años atrás. ¿Qué pasa ahora con países cuya economía está basada en el petróleo?

No debemos confundir la consulta previa con la atención a las poblaciones y sí creo que las obligaciones que nos autoimponemos tenemos que cumplirlas todos. Son las reglas del juego. El sector minero no tiene rechazo a cumplir dentro de los términos establecidos.