(Exclusivo) Entrevista a Rector de la UNI, Jorge Alva: “La UNI será universidad de segundo piso”

Por Mónica Belling

En agosto de 2014 la Universidad Nacional de Ingeniería – UNI, logró una hazaña sin precedentes para la educación superior del país: obtener la prestigiosa acreditación de su Facultad de Ingeniería Civil por la norteamericana ABET, entidad avalada por el Consejo para la Acreditación de Educación Superior de ese país, que agrupa a casas de estudios como Harvad, Columbia, Berkeley y Texas: Su periodo de vigencia vence en 2020. Al respecto, su Rector, Ing. Civil Jorge Alva Hurtado, Ph.D. es consciente de que esta distinción obliga a que la otrora “Escuela Especial de Ingenieros de Construcciones Civiles y de Minas”, asuma nuevos retos como elevar en todas las facultades el nivel de enseñanza a nivel de postgrado (el segundo piso).

Mi padre fue catedrático en la UNI, además de ex alumno de Ingeniería de Minas. La UNI se creó con las escuelas de Construcciones Civiles y la de Minas, así que hay efectivamente mucha unión tradicional entre ambas Escuelas, comenta Alva Hurtado, mientras observa la señorial y conservada silla de Eduardo de Habich, el ingeniero polaco que en 1876 puso la primera piedra de dicha casa de estudios.

¿La UNI se ha propuesto mejorar la calidad de enseñanza en el país?

Efectivamente, particularmente en Ingeniería. Tenemos Ingeniería, Arquitectura y Ciencias.

Queremos formar investigadores, quienes luego serán profesores en otras universidades a nivel nacional e internacional.

Refuerza su liderazgo en Ingenierías.

La UNI es el Alma Mater porque de esta universidad surgieron otras, principalmente en el interior de la República.

Guido del Castillo es uno de los destacados ingenieros de la UNI que brinda apoyo a la universidad.

Así es, por su generosidad. Él nos da dos becas anuales para hacer una maestría en el extranjero, ya sea para ingenieros de minas o civiles. Son varios ex alumnos con maestrías o doctorados por la beca. El ingeniero Guido del Castillo es el presidente actual del Patronato de la UNI, su predecesor fue el ingeniero Alberto Benavides de la Quintana.

¿El postgrado será la clave para darle nueva vitalidad científica?

Para el postgrado la enseñanza ya no es gratuita sino pagada pero sin fines de lucro, aprovechando la infraestructura que abarca un amplio campus. Con el nuevo Estatuto creamos la Escuela Central de Postgrado que está dirigida por el doctor Javier Piqué del Pozo, ex decano de Ingeniería Civil. Antes solo era una Oficina, ahora tiene mayor jerarquía.

¿Cuáles son los planes de crecimiento para la UNI?

Nuestro crecimiento no será en orden de cantidad, sino de calidad. Ello porque el Estado nos asigna un monto fijo que impide aumentar nuestras vacantes que son 11 mil, y no podemos tener más aulas ni más profesores.

Sí creemos que debemos aumentar en calidad, tanto para el pregrado -para ser ingenieros, arquitectos o científicos- como para el postgrado, que es el segundo piso del que hablábamos.

Nuestra Universidad debe concentrarse en ello, es decir en la investigación para obtener los grados de maestría y doctorado. Lo primero ya está: acreditamos dos facultades del pregrado con entidades internacionales, y otras están proceso.

La sociedad civil no sabe que cuentan con modernos laboratorios.

Serán aquellos que no son ingenieros. Tenemos en nuestro campus, el Laboratorio Nacional de Hidráulica, el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) con equipos y entrenamiento donados por el gobierno de Japón, y la infraestructura por el gobierno de Perú; y contamos con el Centro de Investigación para las TICs, gracias al gobierno de Corea a través de su agencia koika.

La ingeniería sabe que varias instituciones han donado a nuestro país estos laboratorios para colaborar con el desarrollo de nuestra patria.

¿Qué avances tiene el CISMID?

Establecimos cursos internacionales para transmitir investigaciones en Japón y Perú. Recientemente el Proyecto Satreps ha contribuido a que se pueda desarrollar micro zonificaciones sísmicas, prevención de desastres contra tsunamis, sismos e inundaciones a lo largo y ancho del territorio nacional.

Lamentablemente, la sociedad civil está poco informada de ello y de que el gobierno de Perú se comprometió recientemente a impulsar la prevención de desastres.

Para tal fin tenemos en el CISMID 60 instrumentos acelerográficos que serán instalados en Lima Metropolitana, los cuales miden la acción de un evento sísmico para preparar y mejorar las normas sismorresistentes y ver cómo el terreno está influenciando a la acción de un evento sísmico a futuro.

También tenemos interés de contribuir a montar una Red Nacional de Acelerómetros en cooperación con universidades privadas.

Nos sentimos con una gran responsabilidad de liderar la ingeniería, en particular, la civil a nivel nacional. Por eso consideramos a la UNI como universidad de segundo piso.

¿Qué expectativas tiene con la Ley Universitaria?

Es momento de empujar el carro en una sola dirección. Será importante el rol de la Sunedu.

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Debo decir que no solo nosotros acatamos la ley, también las universidades de Huamanga, La Cantuta y otras. Quizá sí somos los primeros y les rogaría a las demás universidades que traten de alinearse para ir juntos en una dirección.

¿Qué opina sobre el tope de edad de 70 años para catedráticos?

La edad promedio está sobre los 60 años, así que pronto los profesores serán mayores de 70. Sí creo que la Ley da una buena opción, nombrándolos profesores extraordinarios.

¿Qué recursos tiene la UNI?

El presupuesto de la UNI es mitad autogestionado. Tiene a Unipetro SAC (Lote IX en Talara, Piura). Asimismo a Cepre-UNI, que reporta 5 millones de soles, pero no cubre los 260 millones de presupuesto.

Cabe señalar que eliminamos los cursos de titulación en el marco de la nueva Ley Universitaria. Así, ya no contaremos con esos ingresos y debemos hacer gestiones para que existan proyectos a nivel del MEF y del MINEDU.

¿Cuán vital es el inglés?

A través del Centro de Proyección Social nos esforzamos para que la mayoría de alumnos reciban una formación sólida en inglés. Inclusive los patrocinamos para que acudan a centros de idiomas de prestigio. Quienes lo estudiamos sabemos que es vital para todo ingeniero.

¿Cómo fue el proceso de acreditación ABET?

Fue un arduo trabajo de distinguidos profesores. Celebramos todavía estar acreditados hasta el 2020. Es más, ese ejemplo de Civil que le siguió Arquitectura, lo pregonamos en todas las facultades para que obtengan similar realce.

¿Los ingenieros UNI mantienen un rol protagónico nacional?

Definitivamente nuestra universidad sí ha tenido un rol protagónico con ingenieros de mucha trayectoria, quienes han hecho una tremenda y gran contribución. Han sido ministros de Estado en lo que era el ministerio de Fomento y obras Públicas; y han ejercido el cargo en ministerios más recientes como Agricultura, Energía y Minas, Transportes y Comunicaciones; y Producción.

Sin embargo, no podemos ser egocéntricos y decir que solo son de la UNI. Otras universidades como la Agraria – La Molina, San Marcos y Católica, entre otras, han contribuido también de manera importante formando ingenieros para el desarrollo de la Nación.

Esperamos que en los próximos gobiernos tengamos más ingenieros ministros. Considero que en lo que se refiere a la ingeniería tiene que ser un ministro ingeniero.