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David Montoya Chomba (Foto: ProActivo)

Por : Kenneth Vargas M.

David Montoya Chomba, ex Jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) es consciente de que en el país aún se avizora un complicado panorama de conflictos sociales, pese a que a comparación de los 272 conflictos registrados en 2014, el año pasado se redujo la cifra a 258. En el marco del I Encuentro Internacional sobre diálogo, Industrias extractivas y conflictividad social, conversó con ProActivo sobre las acciones tomadas en torno al proyecto Las Bambas y el “Ucayalazo”. En suma espera que la violencia y el desentendimiento no estallen en los próximos meses.

Cuánto ha mejorado en la prevención y solución de conflictos sociales desde el 2015 hasta la actualidad
A partir de que en 2012 se establece una política de diálogo se redujeron los niveles de conflictividad en el país. La mayoría están vinculados a la minería e hidrocarburos. En el fondo el problema pasa por pedidos y exigencias de desarrollo de las poblaciones que no miran de costado, es decir, a los gobiernos regionales, sino arriba, hacía gobiernos centrales y ministerios. No se tiene en cuenta que las iniciativas regionales solucionarían muchos problemas.

Precisamente, en casos como la minería ilegal se evidencia que los gobiernos regionales no necesariamente coadyuvan con el Ejecutivo ¿qué es lo que ocurre?
En las zonas de conflictos las regiones se colocan de costado o en el peor de los casos promueven un comité de lucha o defensa y esperan “que el Estado resuelva todo”, pero ellos son parte de la estructura estatal y también tienen responsabilidades.

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¿Considera que el tema medioambiental es crucial? El MINAM reclama incumplimientos desde las regiones.
Lo que pasa es que en muchas regiones, la gerencia de recursos naturales es la quinta rueda del coche. Aunque éstas podrían ayudar a reducir los niveles de desconfianza.
¿Respecto al “Ucayalazo”, cómo afrontará la PCM esta problemática?
Los ministros que asumirán las riendas de esta mesa le sumarán mayor relevancia al proceso, pero los resultados y acuerdos de toma de decisiones se verán mediante una secuencia progresiva de reuniones.
Hay de todo respecto a las tarifas eléctricas. Se han recogido tarifas de ciudadanos que reflejan excesos, pero también existen acumulaciones de pagos mensuales de dos o tres meses y eso subía el total obviamente. No obstante, hay críticas contra la empresa Electrosur que brinda el servicio, así que Osinergmin y el MINEM están actuando. Entiendo que la ONDS cumplirá un rol de secretaría técnica durante esta etapa de diálogo.

En otro tema, ¿qué avances puede compartir en relación al proyecto Las Bambas?
Hay tres mesas de diálogo en Apurímac y se trabaja arduamente para lograr entendimientos. En el caso de Challhuahuacho ya se firmó el contrato con el consorcio ganador para el tema de saneamiento general de la ciudad, así que a más tardar en abril, el Ministerio de Vivienda hará el anuncio de la colocación de la primera piedra de las obras.
Además, este ministerio ha construido losas deportivas y áreas recreativas en Cotabambas y hay avances de carteras como el MINAM y el MIDIS. En suma se ha actuado oportunamente, pero también hay demoras porque la mirada del Estado es sectorial y el problema que se presenta en la zona es territorial. Son dos enfoques distintos, pero desde la mesa tratamos de dar soluciones efectivas.

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Mesa de diálogo de Challhuahuacho- Las Bambas (Foto: Andina)

¿Hay descontento por el cumplimiento de pagos de compensación?
Cierto, pero también hay sobreexpectativas de la población. Por ejemplo, en Challhuahuacho hay incertidumbre porque ante el inicio de las operaciones habría menos puestos de trabajo y menor demanda en la economía local, así que la gente exige que continuen los contratos de los rubros como el hotelero y de restaurantes. A su vez, el Ministerio de Trabajo esta direccionando el tema de promoción del empleo de jóvenes, por ejemplo, la idea es llevarlos a empresas cercanas de Ayacucho o Huancavelica, ya que aprendieron a manejar maquinarias para extracción minera y deben aprovecharlo.

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¿Cómo aborda la minera MMG Metals el tema social, según la óptica de la ONDS?
MMG trata de resolver el tema ambiental que es lo que más preocupa. En el traslado de mineral de Apurímac a Arequipa hay muchas zonas donde se levanta polvo. Lo que pasa es que las comunidades plantean: “por el hecho de que pasa el mineral por mi área deben pagarme”, y entiendo que la minera negocia con cada comunidad una especie de compromiso de servidumbre por el tema de la molestia o el daño, además de echar agua en dichos tramos. Aunque son camiones cerrados, levantan polvo al pasar.
Asimismo, el MTC trabaja en la vía Challhuahuacho- Cotabambas –Cusco- Arequipa, que es parte de la solución.
Diría que MMG ha cambiado la lógica de su razonamiento comunitario, distinta a la empresa anterior (Xstrata) que mal acostumbró a muchos comuneros regalándoles camionetas. Por ejemplo, encontrar en Cotabambas, chozas muy pobres donde no hay caballos sino camionetas 4 x 4.

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¿Era una práctica clientelista?
Así es. Con esta empresa ya no hay eso. La idea es financiar aspectos sociales mediante actividades para el desarrollo general de los pueblos, mas no temas personales.

¿Descartan un gran conflicto para el mes de abril en Cotabambas?
No lo sé, como ONDS intentamos que los compromisos se vayan haciendo realidad, que la gente observe avances, como el saneamiento en Challhuahuacho y otras inauguraciones. Intentamos que no estallen conflictos, nos mantendremos vigilantes. •