Refinería de Talara / Foto: ProActivo

Diversas políticas de Estado contrarias a la creación de Petroperú desvirtuaron lo que se consideró el ‘Día de la Dignidad Nacional’, pero analistas afirman que aún se sufren consecuencias de lo ordenado por Velasco el 9 de octubre de 1968.

El “Día de la Dignidad Nacional”, así se le llamó hace 49 años a la nacionalización de la Brea y Pariñas (Talara) y la expulsión de la International Petroleum Company (IPC) por parte del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado.

Así, en 1969, un año después, nació Petróleos del Perú (Petroperú), como consecuencia del escándalo provocado por el caso de la “Página 11” que comprometió, entre otros funcionarios gubernamentales, a un joven Pedro Pablo Kuczynski (PPK), hoy presidente de la República.

La recuperación del petróleo y la defensa del patrimonio nacional logró consolidar un concepto ajeno hasta esa fecha para el país: la soberanía energética. Así lo describe Juan Castillo More, presidente de la Coalición Nacional de Sindicatos de Petroperú y añade que gracias a esa gesta el Perú llegó a ser exportador de petróleo, entre algunos países, a Colombia.

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Según data histórica, en la década de los ochenta el Perú llegó a una producción de casi 200 mil barriles por día (BPD) para una demanda de 100 mil BPD. En la actualidad, la producción roza los 40 mil BPD y la demanda pasa los 200 mil BPD.

“Los excedentes –de petróleo–eran exportados, convirtiendo a Petroperú en un generador de divisas para el erario nacional. Posteriormente se retrocedió, y hoy se sufren las consecuencias”, señaló Castillo More.

Cambio de timón

A lo que hace alusión Castillo More es que hasta antes del gobierno fujimorista, Petroperú era una empresa integrada verticalmente, es decir, estaba presente en toda la cadena de los hidrocarburos con lotes petroleros propios, refinerías, cadena de buques, terminales marítimos, petroquímica, la cadena de grifos y de gas (Solgas), entre otros activos que fueron privatizados.

Pero el manejo de Petroperú, al ser una empresa pública, está supeditado a las políticas de Estado y es justamente eso lo que no hubo respecto a la petrolera estatal.

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Así lo advierte Aurelio Ochoa, experto en temas energéticos, quien destaca que en la década de los setenta Colombia tomó el modelo petrolero peruano como ejemplo, lo que continuó en la década siguiente cuando se promulgó la Ley Orgánica de Hidrocarburos y, posteriormente, con la Ley de Perupetro. Todo ello fue adaptado a la realidad colombiana y, a pesar de ser una economía más liberal que la nuestra, tiene resultados envidiables.

Ecopetrol (la petrolera estatal colombiana) está catalogada como una de las grandes empresas petroleras en el mundo e invierte en diversos países, entre ellos, el Perú (socio con la también estatal surcoreana Knoc en el Lote Z2B). Asimismo, hace pocos años su valor bursátil superó a Petrobras.

Colombia produce hoy 1 millón de barriles de petróleo al día y gran parte de su economía se sustenta en la producción y exportación de petróleo, entre algunos países, al Perú.

“Eso es un ejemplo de cómo un país más liberal que el nuestro, pero con políticas de Estado, a pesar de los cambios de gobierno, ha concluido en fortalecer a su petrolera estatal. Aquí, en cambio, se debilitó a Petroperú y conminó a ser una empresa refinadora que no produce un solo barril”, cuestionó Ochoa.

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En la década de los ochenta, el Perú producía cerca de 200 mil barriles por día (BPD). En la actualidad, la producción es de 40 mil BPD.

“Tener combustibles caros es consecuencia de la privatización”

  • “Uno de los efectos negativos de la privatización es que se perdió la renta petrolera (diferencia entre los costos de producción y el valor de venta del petróleo). Ello permitía a Petroperú fijar los precios con base en los costos de producción que redundaba en tener precio más baratos”, refirió Castillo More.
  • Vale recordar que en el primer gobierno de Alan García, una botella de gaseosa de medio litro valía más que un galón de gasolina.
  • “En la actualidad, el precio del combustible se fija con base en la paridad de importación, pero al no haber competencia entre privados y una empresa estatal, hace que tengamos combustibles caros”, alertó el sindicalista.

Fuente: La República