fenosa gas sur

El consorcio, integrado por las empresas Odebrecht –con 55% de participación–, Enagás (25%) y Graña y Montero (20%), no presentó el cierre financiero para construir y operar el ducto.

 Ese incumplimiento habilita al Estado a anular el contrato y a convocar a una nueva licitación. Mientras eso sucede, Pro Inversión organiza un equipo especializado para agilizar este proceso y el Ejecutivo plantea  acelerar otro: la distribución de gas en las regiones que involucraba el megaproyecto –Apurímac, Puno, Cusco, Moquegua y Arequipa–. Y lo hará en la modalidad “virtual”, es decir, mediante camiones que transportan gas comprimido desde la planta de producción hasta puntos fuera de las ciudades donde se transformará y canalizará a través de redes urbanas.

“En un plazo no mayor a dos años, las poblaciones de cinco regiones tendrán acceso al gas natural, priorizando el consumo doméstico, vehicular y pequeñas y medianas industrias”, declaró el lunes en conferencia de prensa el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo. Así, este semestre la empresa Gas Natural Fenosa comenzará a distribuir gas natural bajo la misma modalidad en las ciudades de Tacna, Ilo, Moquegua y Arequipa, anunció la compañía.

Gasoducto virtual casi listo

Fenosa tiene casi todo listo. Julio Pardo Arias, director de operaciones de la empresa ha dicho que las obras tienen un avance de un 94% y que espera tener la infraestructura lista para abril de este año.

“En Arequipa estamos al 96%, en Moquegua al 51% y en Tacna al 92%”, precisó. La empresa llevará el gas líquido en camiones especiales y el material será regasificado en las zonas donde se distribuirá. Ya tienen dos plantas de regasificación en Arequipa, una en Tacna, una en Ilo y una en Moquegua (al 96%). Planean construir otra en el distrito de La Joya en Arequipa”, remarcó.

El gas natural provendrá de Pampa Melchorita, para lo cual la empresa Perú LNG construye un cargadero. Apenas esté lista esa infraestructura, Fenosa empezará a operar. Ellos ya tienen una flota de 9 cisternas con una capacidad de 66 mil litros cada uno.

Oportunidades

Desde que asumió el poder, el gobierno insiste en que llevará el gas al sur. Un estudio de Apoyo Consultoría, solicitado por GSP, se propuso explorar las oportunidades de crecimiento económico que el gas natural representa en esta zona. Para esto, la consultora entrevistó a representantes de medianas y grandes empresas del sur del país. En base a estas, se proyectó que la demanda potencial de gas natural inmediata para las industrias asciende a 484 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd). Esto equivale a casi el 50% del gas transportado por Camisea, ducto operado por la empresa Transportadora de Gas del Perú (TgP), el único en operación.

Además, se identificó que en el sur existe una demanda potencial de mediano plazo de 585 mmpcd para impulsar proyectos mineros, energéticos e incluso petroquímicos.
La industria petroquímica es otro de los usos que podría catalizar el gas en la zona sur, asegura el estudio de Apoyo Consultoría. Según José Carlos Saavedra, director de Análisis Macroeconómico de la consultora, esta industria podría desarrollarse en dos tiempos: partir con la implementación de plantas de procesamiento de amoníaco/nitrato de amonio, de amoníaco/urea y metanol, para fabricar fertilizantes, explosivos, pinturas, por ejemplo. En una segunda etapa, con una planta de etileno/polietileno, que sirven para elaborar bolsas, botellas, tuberías, entre otros productos plásticos.

El estudio concluyó que el gas generaría ahorros anuales por S/20 millones y S/130 millones en familias y taxistas hacia el 2025, respectivamente, de 10 ciudades del sur del país. Además, contribuiría a garantizar la seguridad energética del país.

En este sentido, Saavedra apuntó que una eventual interrupción del gasoducto de TgP causaría pérdidas al país por US$10 millones diarios debido al reemplazo de gas por diésel. Agregó que la demanda local de gas o la interconexión eléctrica con Chile permitirían apalancar la inversión en centrales térmicas con una capacidad de generación de 1.000 MW, que suponen el 10% del total disponible en el sistema (aproximadamente 12.500 MW).

De esta manera, se generarían ingresos por impuestos, anota el estudio.

Observaciones
Luis Fernández, socio director de Gas Energy Latam, fue crítico respecto a la oportunidad de invertir en nuevas plantas termoeléctricas en el sur del país. “Es muy difícil que se instalen nuevas centrales en los próximos diez años, debido al exceso de reserva actual del sistema”, sostuvo.

Fernández también observó la dificultad que plantea impulsar la industria petroquímica en el sur del país, si no se establece una tarifa preferente para transportar gas desde el yacimiento de Camisea (Cusco). “Sin esto no hay posibilidades de obtener inversiones. Además, habría que garantizar un suministro de etano durante veinte años”, indicó.

Otra conclusión que puso en duda el especialista fueron los montos de los ahorros que podría generar para las familias y taxistas el gas por sí solo, ya que el estudio no contempla el gasto por instalación de los sistemas para los usuarios. “Los  costos de instalación interna que son pagados por el  consumidor final son elevados y financiarlos resulta en un ahorro inexistente”, dijo.

Juan Mendoza, director de la Maestría en Economía de la Universidad del Pacífico, opinó que el estudio  no debería tomar como referente  de comparación la demanda  de gas de  Lima, ya que es ocho veces superior a la actual de la región sur. Agregó que el desarrollo de las oportunidades en gas frenaría el del potencial hidroeléctrico de la macrorregión.

Por el momento, el gobierno ha puesto paso firme en hacer llegar el gas a las familias, vehículos y pymes.

 

El Comercio