Foto: Gestión.

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CONSEJOS EMPRESARIALES

No hay una fórmula mágica para ser más creativo. Pero puede crear deliberadamente el ambiente indicado para la salud mental óptima, lo que a su vez hace más probable que experimente inspiración artística o que tenga ese momento de “eureka”. Empiece cuidándose mejor usted mismo, lo que significa dormir más (al menos entre 7 y 9 horas), comer una dieta bien balanceada y hacer abundante ejercicio; lo básico para el funcionamiento del cerebro. También debería forzarse a tomar tiempo para pensar y reflexionar.

Pruebe con un curso de consciencia plena o con ejercicios de respiración para reducir el estrés, deje de preocuparse por sus fracasos y deficiencias y enfóquese en lo que lo haga feliz en el trabajo. Los sentimientos positivos que se generan cuando se siente conectado con su propósito personal y organizacional lo ayudarán a pensar más claramente, y de forma más creativa.

(Adaptado de “How to Free Your Innate Creativity”, de Annie McKee)

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Niéguese a aceptar más trabajo

A veces la gente tiene demasiado en las manos o simplemente no le interesa hacerse cargo de un proyecto en el que le han pedido que trabaje. Tal vez no le den a escoger, pero si tiene la opción, ¿cómo rechazar la oportunidad en una forma que no lo etiquete como alguien que “no juega en equipo”? Primero, evalúe la petición. Determine qué tan interesante es el nuevo proyecto y si realmente es factible que ayude. Piense si es posible cambiar prioridades, o si podría entrar en acción un colega para ayudarlo con otros proyectos. Si se da cuenta que no tiene ni el deseo ni el ancho de banda para ayudar, sea honesto y directo desde el principio respecto a sus motivos. Diga algo así como “No podría hacer un buen trabajo con tu proyecto y mis otras actividades se verían afectadas”. Pregunte si hay formas menores en que pueda ayudar, pero no deje a su contraparte con la falsa esperanza de que su negativa eventualmente pudiera convertirse en un sí. Finalmente, practique diciendo “no” en voz alta; eventualmente se volverá más fácil.

(Adaptado de “How to Say No to Taking on More Work”, de Rebecca Knight)

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3 formas de motivar a sus empleados

Las compañías a menudo recurren a beneficios materiales (bonos, salas de juegos, comida gratis) con la esperanza de alegrar a los empleados. Pero las investigaciones sugieren que estos esfuerzos, pese a ser valorados, no son motores eficaces de bienestar de largo plazo. En cambio, los líderes deberían ser conscientes de dar tres cosas a sus empleados:

_ Inspiración. Recuerde a los empleados en qué forma su trabajo está mejorando la vida de la gente. Distribuir testimonios de clientes o consumidores y anunciar cuando se donen ganancias corporativas a organizaciones caritativas son un par de ejemplos de cómo hacerlo.

_ Amabilidad. Muestre que le interesa el personal como seres humanos, no como empleados. Simplemente preguntarle a alguien cómo le va a nivel personal y realmente escuchar la respuesta es un buen primer paso.

_ Cuidado propio. Cree una cultura donde se acepte y fomente hacer ejercicio, tomarse descansos y tener límites más estrictos entre la casa y el trabajo. Encontrar formas de reducir el estrés laboral ultimadamente incrementa el bienestar y participación.

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Haga más mientras esté de viaje

A veces, la clave para ser productivo cuando está de viaje es verse usted mismo en tercera persona, como alguien sobre el que necesita influir cuidadosa y deliberadamente. Por ejemplo, hágase citas con usted mismo; programe actividades en la agenda, y considérelas fechas límites inamovibles. Si tiene un vuelo largo, comprométase con usted mismo a hacer cosas razonables, pero también permita tiempo para relajarse y para placer. Si está trabajando en algo que va a requerir tiempo extra, encuentre un punto para parar cuando de hecho esté estancado; lo hará sentirse más entusiasta para retomar después. Cuando termine una actividad, fórmese el hábito de hacer una pausa para sentir la satisfacción ganada; reclínese en el asiento del avión o en la cama del hotel, y absorba la alegría de haber terminado algo difícil. Esto crea nuevas conexiones neurales que asocian la productividad con el placer y no con resentimiento.

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Impulse la productividad protegiendo su tiempo

Si quiere hacer más, aduéñese de su tiempo. Nuestro trabajo más gratificante se presenta cuando jugamos a la ofensiva, trabajando en proyectos que iniciamos nosotros mismos. Busque formas de automatizar o delegar actividades que no hagan buen uso de su tiempo. Niéguese a proyectos que no sean prioritarios y conserve un foco implacable en metas autodirigidas que solo usted pueda lograr. Programe el teléfono para que solo suene con llamadas de determinadas personas, y resístase a los correos electrónicos a primera hora de la mañana hasta que haya logrado hacer al menos una tarea importante. Reconozca y honre sus limitantes físicas ejercitándose mucho y durmiendo suficiente, haciendo un ciclo entre estallidos de 90 minutos de trabajo enfocado y breves descansos restauradores. Y haga uso de sus vacaciones. La gente de mejor desempeño no ve al tiempo de descanso como productividad estancada sino como inversión en desempeño futuro.

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Distribuido por The New York Times Syndicate

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