Foto: Perú21

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El gas virtual llegará de forma progresiva -en un plazo de 8 años- a 64 mil hogares de cuatro ciudades del sur: Arequipa, Ilo, Moquegua y Tacna, a partir del segundo semestre de 2015.

La empresa Gas Natural Fenosa, que en octubre de 2013 ganó la concesión por 21 años para trasladar el combustible en camiones desde la planta Melchorita (Cañete- Lima), al sur, ha proyectado invertir de forma inicial US$ 60 millones para hacer realidad este proyecto, según explica el gerente de la entidad en Perú, José María Margalef.

Llevar el gas a domicilios, comercios, industrias y el sector Transporte contempla tres etapas. La primera, actualmente en ejecución, implica la identificación de terrenos para construir las plantas de regasificación. Estas infraestructuras servirán para convertir el gas, que llegará de forma líquida, vía terrestre, a estado gaseoso. También se tramitan los permisos y licencias de construcción.

La segunda etapa comenzará a finales de 2014. Considera la construcción de las plantas y redes de distribución. De acuerdo al gerente de Operaciones de la Zona Sur, Julio Pardo, para la edificación de la planta en Arequipa se analizan los predios ubicados en el Parque Industrial Río Seco (Cono Norte), la Vía de Evitamiento y terrenos en Uchumayo.

La última es la etapa de operación, es decir la distribución del gas a diversos sectores, priorizando el uso residencial. El requerimiento inicial a “Melchorita” será de 2.73 millones de pies cúbicos con proyección a llegar a los 7.5 millones de pies cúbicos.

A decir del gerente de Planificación Operativa, Francisco López, el plan de conexiones contempla que Arequipa gozará de alrededor de 44 mil conexiones; las 20 mil restantes serán para las otras ciudades. “La ampliación dependerá de la demanda”, afirma.

La llegada del gas virtual traerá múltiples beneficios. De acuerdo a Pardo, las familias ahorrarán entre 20% y 25% en el pago de sus recibos finales de energía si optan por el uso de este combustible.

GASODUCTO AL SUR

El gas virtual fue considerado como el Plan B del Ejecutivo ante la postergación del Gasoducto Sur Peruano (GSP).

¿Con la llegada del gas virtual, la posibilidad del GSP se aleja? Pardo prefiere no opinar al respecto, pero aclara: “No dependemos del GSP, tenemos una concesión a 21 años, extendible en plazos de 10 años hasta un máximo de 60. Si no viene el GSP, para nosotros es indiferente. Si llegara hemos previsto cómo conectarnos a él. No hay ni incompatibilidad ni dependencia”, dijo.

La República