Pedro Gamio

La masificación del gas natural de Camisea se ha frenado fuera de Lima. Dos años después de que el gobierno decidiera apostar por el uso de este hidrocarburo en las regiones, lanzando tres proyectos de gasoductos virtuales (transporte por camiones-cisterna) en el norte, centro y sur del país, lo que se tiene hoy son lentos avances y bastantes dilaciones. De acuerdo con el cronograma establecido por Pro Inversión, los tres proyectos deberían operar comercialmente desde octubre del 2015. La realidad, sin embargo, es que empezarán a funcionar después de junio del 2016.El caso más llamativo es el de Graña y Montero Petrolera (GMP), que ganó la concesión para abastecer de gas natural comprimido (GNC) a diez ciudades altoandinas a partir de julio del 2014. La empresa peruana se adjudicó la buena pro en julio del 2013, pero ha avanzado lentamente desde entonces. Según Pedro Gamio, exviceministro de Energía, la explicación está en las demoras en el otorgamiento de permisos por los gobiernos subnacionales. “Tengo informes de que GMP no está obteniendo respuesta de los municipios y gobiernos regionales del centro del país para poder instalar la infraestructura básica de recepción y distribución de gas. Y lo mismo sucede con los otros dos proyectos”, refirió.

El Comercio