FAP Briceño-gasolinaA pesar de haber querido regularizar un acto irregular, el hasta hace poco comandante general del Ala Aérea N° 1 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Jorge Luis Briceño Herrera, fue sancionado con la medida más drástica: el retiro por medida disciplinaria.

La resolución firmada por el presidente de la República Ollanta Humala y el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, dispone, además, una sanción accesoria contra Briceño Herrera: la inhabilitación por cinco años para desempeñar cargos o funciones en entidades de la administración pública.

El pasado 5 de enero, La República denunció el desvío de combustible que había sido donado por Aduanas de la SUNAT al Ala Aérea N° 1 de la FAP.

Una primera donación de 1.426 galones de petróleo, correspondiente a junio del 2014, no había llegado a su destino final que era el Grupo Aéreo N° 11 de Talara.

La segunda donación era por una cantidad mayor: 4.435 galones de combustible que, según imágenes publicadas por este diario, fueron trasladados hacia el grifo privado Rafaela’s, ubicado en la ciudad de Tumbes, de propiedad del coronel en retiro del Ejército, Nithis Romero Da Silva.

Tras la publicación de esta denuncia, el presidente Humala lamentó públicamente el hecho y solicitó una “investigación sumaria”.  Así, el Consejo de Investigación para Oficiales Generales dio inicio a las indagaciones respectivas.

Al concluir su trabajo, este consejo logró acreditar “de manera fehaciente e indubitable la responsabilidad administrativa disciplinaria del mayor general FAP Jorge Luis Briceño Herrera, en la comisión de infracciones muy graves”.
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Tal como advirtió La República, luego de publicada la denuncia el general FAP Briceño emprendió acciones con el fin de regularizar el desvío de combustible para intentar desvirtuar los cargos en su contra.

Textualmente, la resolución de sanción confirma que Briceño “pretendió legitimar dicha donación ordenando elaborar documentación con el propósito de hacer creíble el ingreso del combustible”. 

Para tal fin, Briceño había dispuesto que los comandantes de las unidades aéreas “efectúen el trámite de alta de un material inexistente”.

En tal sentido, Briceño Herrera incurrió en dos faltas muy graves: primero, incumplió en forma deliberada las normas al desviar el combustible donado hacia un grifo particular. En segundo lugar, pretendió influenciar a otros para “cometer actos contrarios a la disciplina”.

De este modo, queda acreditado que los 5.871 galones de combustible entregados por Aduanas en Tumbes nunca ingresaron a los grupos aéreos para los que estaban destinados.

ACCIONES PENDIENTES

Si bien Briceño ya fue sancionado con la medida más drástica, queda pendiente saber qué acciones se adoptarán con respecto al comandante FAP en retiro, Luis Neyra Calle, quien tuvo participación directa en el desvío del combustible donado en octubre del 2014.

Cabe señalar que existe un proceso de investigación contra los propietarios del grifo Rafaela’s de Tumbes, por negarse a entregar la documentación solicitada por Osinergmin.

Asimismo, se sabe que a pedido de la Procuraduría Anticorrupción, el Ministerio Público investiga al general Briceño por el presunto delito de peculado.

La República