Abelardo de la Torre / Foto: Andina

Abelardo de la Torre / Foto: Andina

Después de la falta de lluvias en las zonas norte y sur del país, el jefe de ANA, Abelardo de la Torre, dijo que el Gobierno debe impulsar un programa de embalse.

¿Cuáles son las consecuencias después de estos últimos meses con escasez de lluvias?

El que no haya llovido oportunamente significa que se han retrasado las siembras. En el valle de Tambo están diciendo que han demorado y al menos el 50% de las cosechas se han atrasado por el temor de no tener agua. Eso los perjudica, porque si salen las cosechas tardías, también los precios caen para ellos. Pero, como sabemos, las lluvias se están normalizando. En el norte, las lluvias ya se normalizaron también. Siempre hay daños, pero el Ministerio de Agricultura (Minagri) está trabajando.

¿Hay trabajos pendientes?

Lo que queda es la siguiente etapa. Atendida o no, la emergencia ya se superó. Lo que queda es trabajar para que esto no sea un problema recurrente. Este año vamos a tener la misma situación. Para que el Perú no tenga escasez de agua se necesitan reservorios de mayor nivel para regular este recurso. Ese es un programa de embalses que la Autoridad Nacional del Agua está estudiando. Queremos proponer una serie de embalses nuevos

¿Cuál es la situación de los reservorios?

Estan comenzando a recuperarse muy lentamente.

Los reservorios que tienen agua muy por debajo son los del norte, San Lorenzo y Tinajones. Son los dos más críticos, el nivel está bastante bajo y posiblemente no será un año muy bueno para la zona norte del país. Por ejemplo, para el caso de Tinajones, deberíamos llegar a los 300 millones de metros cúbicos cuando se reanuden las lluvias totalmente, pero, según vemos la situación, llegaríamos a menos de 200 millones.

¿Y en el sur?

Se ha tenido más cuidado. En Arequipa, hay 100 millones de metros cúbicos de agua acumulada en los reservorios de la zona. Este volumen es razonable para salvar el año con normalidad. Ahora que se reanude la lluvia van a alcanzar un nivel apropiado.
En Pasto Grande está por debajo de los 45 millones y necesitaban llegara 100 millones para salvar el año.

Usted mencionó que hacen falta nuevos reservorios ¿Cuantos reservorios tenemos y cuántos más necesitamos?

Tenemos 27 reservorios, que son los principales. Sin embargo, en este momento el Gobierno está pensando seriamente retomar la construcción de nuevos embalses importantes. El problema es la parte financiera. Necesitamos embalses de más de 50 millones de metros cúbicos y esperamos que se hagan con iniciativa privada.

¿Cuánto necesitamos?

Con alta prioridad necesitamos diez. Son al menos diez reservorios para que no se repita la situación de escasez de agua de este año. Necesitaríamos hasta dos en Piura, en Chiclayo también se está pensando en hasta dos reservorios. Nos falta la construcción de Paltuture, una represa de 80 millones de metros cúbicos, para abastecer con agua al valle arequipeño de Tambo. En el norte nos hace falta uno en Cajamarca.

¿Podríamos ver algún avance en el 2017?

Yo creo que en Moquegua deberíamos ver avances importantes porque es realmente urgente resolver el tema del agua. En cambio, no tenemos recursos para otras zonas, por eso vamos a impulsar que los proyectos salgan con iniciativa priva-
da. Cada reservorio costaría, en promedio, US$ 150 millones.

¿En Lima qué nos falta?, ¿alguna obra como los reservorios?

Nos falta la obra de cabecera de cuenca para sumar 90 millones de metros cúbicos para Lima. Esto ya está avanzando. Hubo algunos problemas por el uso de una presa, pero ya se está avanzando.

Eficiencia

¿Qué nos falta para superar otra sequía?

Aparte de infraestructura, que, como dije, es clave, nos falta el uso apropiado del recurso. Hay una baja eficiencia por la tecnología de riego. Todavía el 90% del sistema de riego es por gravedad, un sistema antiguo donde se pierde agua. La
eficiencia es del 30% y deberíamos hablar como mínimo de un riego con eficiencia del 50%.

Siendo así, ¿qué se ha avanzado con las juntas de usuarios para mejorar su eficiencia?

Siempre han manifestado el interés de tener tecnología de riego mejor. El problema que tienen ellos es financiero. Para conseguir el crédito, necesitan un respaldo. El banco agrario da crédito para tecnificación, pero los montos son limitados. Queremos impulsar esto.

Parte del problema de la sequía ha sido que las juntas no siempre respetaron el manejo de los reservorios de acuerdo a como el ANA instruía. Se ha perdido la capacidad técnica de gestión. Estamos esperando que terminen las votaciones en las juntas de usuarios para retomar la asistencia técnica.

Fuente: Gestión