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El mercado del gas natural vehicular  (GNV) ha ingresado a una fase de franco estancamiento. Prueba de ello es que su gremio más representativo, la Cámara Peruana del Gas Natural Vehicular (CPGNV), se encuentra inactivo y en proceso de disolución.

“La CPGNV está en liquidación por los problemas que enfrenta el sector. Las empresas asociadas (grifos) se están retirando por este motivo”, alertó Edgardo Escobar, gerente general de Gazel, en la VII Conferencia de Gas Natural 2017.

El ejecutivo señaló que esta crisis se refleja en el drástico descenso anual de las conversiones vehiculares a GNV y la migración de los usuarios  de este combustible al gas licuado de petróleo (GLP).

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Según la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio (Agesp), al cierre del 2016 había 236 mil vehículos convertidos a GNV, de los cuales 60 mil (el 25% ) ya no consumen este hidrocarburo.

“Esto significa que el parque de vehículos activos a marzo del 2017 es el mismo que había en el 2014”, apunta Escobar.

PROBLEMA DE FONDO

Los actores del mercado consideran que la crisis tiene su origen en la pérdida de competitividad del GNV, frente a los hidrocarburos líquidos y a la incapacidad del Estado para ejecutar su plan de cambio de matriz energética, entre otros factores.

Rocío Zorrilla, directora de Agesp, ha propuesto, como medidas de reactivación, crear un fondo de estabilización del GNV, con cargo a los aportes efectuados a Cofide, y usar este mismo fondo para ejecutar una campaña de difusión y márketing de las bondades del GNV.

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Fuente: El Comercio