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La aplicación de un pago complementario desde este mes en la factura de consumo de gas natural vehicular (GNV) ha puesto en pie de guerra a los grifos que ofrecen este combustible contra la empresa distribuidora de gas natural de Lima y Callao, Cálidda.

La Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú (Agesp) reclama que Cálidda haya incorporado en su recibo un “derecho de conexión complementario” al derecho de conexión que los grifos de GNV ya pagaron cuando solicitaron el servicio.
El gremio incluso advirtió que el pago generaría sobrecostos a los grifos que podrían devenir en un aumento del precio del GNV para los consumidores finales.

CARGO Y DESCARGO

Cálidda comenzó a aplicar el pago acogiéndose a la resolución 054-2016 de Osinergmin, publicada el pasado 15 de marzo, que señala que en caso existiese un incremento de 15% en la capacidad utilizada, las empresas distribuidoras de gas natural pueden cobrar la diferencia del derecho de conexión inicialmente asignado en el contrato de suministro y el nuevo derecho de conexión determinado.

“Esta resolución dice que hay un derecho de conexión complementario. Tremendo eufemismo para cobrarte otra vez lo que tú ya pagaste. Te vuelven a cobrar la conexión”, reclama Renzo Lercari Carbone, presidente del directorio de Agesp.

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Para Cálidda, que confirmó el cobro y que propone financiarlo hasta en seis cuotas, la norma es necesaria. “De lo contrario, podrían generarse incentivos perversos para que los usuarios declaren capacidades de suministro ínfimas con el fin de pagar un derecho de conexión menor y luego realizar grandes consumos de gas natural, obteniendo un beneficio ilícito al usuario”, explicó la compañía en una respuesta institucional enviada a El Comercio.

IMPACTO

Por una disposición legal, el derecho de conexión complementario se aplicará a los grifos que surten gas natural vehicular desde el 2010.

De este universo, al menos el 40% de grifos ha recibido las notificaciones por exceso de capacidad, estimó Lercari y denunció que al momento de suscribir los contratos de conexión Cálidda se reservó en la mayoría de los casos el derecho de definir el monto contratado. Precisó que según han advertido en el recibo de marzo el volumen fijado ahora por Cálidda es 30% menor al solicitado por los grifos inicialmente.

Osinergmin reconoció que en muchos de los contratos Cálidda no procedió a establecer la capacidad contratada. Sin embargo, el regulador descartó que la norma pudiera incidir en un alza del combustible.

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TANQUE VACÍO

“Es un cobro que no refleja un sustento técnico”, sostiene un experto en el sector hidrocarburos que pidió declarar de forma anónima por trabajar con una de las partes en la controversia. “El costo de conexión debería ser proporcional al de instalación y no al volumen”, añadió.

Sin embargo, Beatriz de la Vega, socia especialista en hidrocarburos de EY, afirma que el pago es coherente en tanto se utilice mayor capacidad del sistema, considerando que esta es limitada.

En todo caso, la controversia pone en agenda un tema de fondo: el limitado potencial del GNV en la actualidad. Muestra de ello es que los puntos de venta de GNV atienden cuatro veces más vehículos que los de GLP, a pesar de que el mercado de automóviles que funcionan con el primer combustible crece a paso más lento.

Según Agesp, los mayores costos de ingreso y mantenimiento al sistema de GNV versus los que se registran para el GLP han frenado la conversión de vehículos a la primera modalidad e incidido en el cierre de talleres.

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Para el ex viceministro de Energía Pedro Gamio, la situación se explica por falta de mayores incentivos para chatarreo (reemplazo de vehículos antiguos por nuevos a GNV) y de fiscalización del subsidio del Fondo para la Estabilización de Precios de Combustibles Derivados del Petróleo. Varios especialistas alertan que este fondo se está usando para financiar GLP a granel, que luego es derivado hacia las estaciones de servicio o industrias y no para uso residencial.

El consultor en energía César Bedón reconoce dicha situación y su posible incidencia en el crecimiento del mercado de GLP en desmedro del GNV. Además, la caída del precio del petróleo ha favorecido al primero. Bedón también destaca la capilaridad de la oferta de GLP, ya que se puede encontrar en todo el país. “Va a desplazar al GNV, porque este ya no tiene ningún apoyo del mercado”, sentencia. 

DATO

Indecopi ha denunciado que 42 empresas de estaciones de GNV de Lima y el Callao concertaron un incremento promedio de S/0,20/ m3 en los precios de GNV entre el 2011 y el 2016. El Comercio consultó a Agesp al respecto, pero al cierre de la edición no obtuvo respuesta