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El precio del petróleo West Texas (de referencia en EEUU) se ha desplomado un 10,6% en noviembre. Este descenso ha llevado al barril hasta los 41,65 dólares, muy cerca de los mínimos de los últimos seis años. La oferta de crudo sigue siendo superior a la demanda, una situación a la que están contribuyendo la OPEP, EEUU y parece que Rusia también quiere poner su granito de arena para mantener su cuota de mercado en esta guerra de precios.

Tal y como publica la agencia Reuters, las empresas petroleras de Rusia están produciendo todo lo que pueden. Según señalan fuentes de la industria, las compañías rusas están listas para luchar por la cuota de mercado con la OPEP. Incluso si el barril de crudo cae hasta los 35 dólares, el bombeo de crudo seguirá funcionando a toda máquina en el país más grande del mundo.

Y es que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está decidida a mantener un vigoroso bombeo de crudo para mantener su cuota de mercado y de paso intentar expulsar a los competidores menos eficientes. Cualquier cambio en la política sólo sería posible si los grandes productores ajenos al cártel, sobre todo Rusia, se suman a unos recortes coordinados de la producción.

Pero esta opción cada día está más lejos. Este viernes se reúnen los miembros de la OPEP en Viena, y como suele ser habitual Rusia es uno de los invitados. Sin embargo, al contrario que en otras ocasiones, Moscú ha decidido enviar una delegación pequeña y sin pesos pesados a dicho encuentro, puesto que no se espera nada nuevo respecto a reuniones anteriores. Cada país está mirando por su interés, que es mantener su cuota de mercado y a sus clientes.

La entrada con fuerza en el mercado de países como EEUU o Canadá ha desestabilizado el mercado, el oligopolio se ha roto y ahora existe la competencia en un mercado que ha estado históricamente dirigido por los mayores productores con el objetivo de lograr unos jugosos márgenes. Según la Eurasia Drilling Company, las empresas rusas han incrementado un 10% la actividad de perforación en los primeros seis meses del año si se comparan los seis primeros de 2014, a pesar del desplome de los precios del crudo.

En un informe reciente de Bank of America y recogido por Reuters, se señala que “a pesar de la reciente caída de los precios del petróleo, la producción rusa ha continuado acelerándose. La producción de crudo en Rusia sigue siendo rentable gracias a la caída del rublo (el petróleo está denominado en dólares) y una reducción de los impuestos”.

Ese mismo informe analiza hasta dónde pueden aguantar las empresas rusas la caída de los precios del petróleo. A día de hoy, la compañías siguen obteniendo beneficios por cada barril vendido y si el crudo no cae por debajo de los 35 dólares los rusos puede seguir incrementando su producción.

EEUU resiste los bajos precios

El principal objetivo de esta estrategia iniciada por la OPEP era expulsar a las compañías de fracking del mercado. Estas empresas que están establecidas mayoritariamente en EEUU y Canadá tienen unos costes de explotación superiores a otros productores como Arabia Saudí. Sin embargo, el avance imparable de la tecnología y el gran desarrollo de los mercados financieros de EEUU está permitiendo a estas empresas realizar ajustes sin erosionar de forma aguda su producción de petróleo.

En junio de 2014 el barril de crudo se intercambiaba a más de 100 dólares. En esa fecha la producción de crudo diaria de EEUU era de 8,68 millones de barriles al día, mientras que hoy con el crudo a 41,65 dólares la producción está rondando los 9,3 millones de barriles al día. Es cierto que la caída de los precios ha detenido en seco el fuerte aumento del bombeo de crudo en EEUU (llegó a 9,6 millones de barriles diarios en abril de 2015), sin embargo parece haberse estabilizado en torno a los 9,3 millones de barriles.

Son pocos los analistas que habrían apostado por una resistencia tan férrea de los productores de EEUU si el barril de crudo caída por debajo de los 50 dólares. Sin embargo, el bombeo de petróleo continúa siendo fuerte a pesar del masivo cierre de pozos, siempre los menos productivos, lo que permite seguir extrayendo mucho petróleo a un coste inferior.

Rusia, la OPEP, EEUU, Noruega.Todos los países productores quieren mantener su cuota de mercado y para ello tienen que vender el petróleo a un precio más barato que sus competidores. La oferta de crudo ya cuenta con mucha fuerza, habrá que ve qué ocurre cuando Irán tenga sus pozos funcionando al 100% y comience a exportar petróleo. Un nuevo jugador en un mercado que ha pasado de la noche a la mañana de estar regido por el control de un cártel a regirse por las reglas del mercado.

(Fuente: El Economista.es)