Hans Flury, presidente de la SNMPE: “Perú a la caza de inversionistas”

La Convención PDAC 2010, concentró a miles de inversores atraídos por la solidez y precio de los metales. En Toronto se desplegó un abanico de ofertas en el centro neurálgico de las finanzas en inversiones de riesgo, y Perú mostró las buenas razones por las que sigue siendo unos de los países más atractivos para colocar capitales en exploraciones mineras. Hans Flury, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), conversó con ProActivo en Toronto, horas antes de iniciar los maratónicos días de presentaciones y negociaciones.

Me atrevo a hablar de 7 años (periodo para la inversión de unos US$ 35.000), pero obviamente no se dará todo. Para los dos próximos años diría son 5.000 millones de dólares. Está Tía María y Las Bambas de Xstrata.

¿Qué espera lograr su gremio respecto al PDAC 2010?

Promover a Perú como un buen destino para hacer más minería, convencer a los exploradores que se pasen a Perú para invertir en este tipo de desarrollo y avanzar en el mecanismo de ser número uno en la producción de los metales más importantes.

En Perú se habla de su importante posición respecto al cobre, pero si no hacemos más exploración y desarrollo para hallar más minas, probablemente tengamos esa corona de éxito por poco tiempo.

¿Influye la ausencia de Chile por la tragedia que ha sufrido?

No creo que vengamos a promover Perú, ninguneando a los vecinos. Tenemos que vender a Perú como un destino sano para la exploración, porque tenemos un país con un sistema jurídico que se respeta en el mundo y vamos a buen paso para lograr que sea visto como un lugar agradable para hacer inversión, donde el extranjero es bienvenido, donde el régimen tributario es simple y se puede cumplir, a diferencia de otras latitudes como Estados Unidos y Canadá donde se requiere de contador, economista e ingenieros de todas las especialidades para ello. Tenemos un lindo país al cual queremos promover por sus propias virtudes.

¿Cuáles son las otras virtudes además del tema tributario?

Tenemos un régimen jurídico estable. Perú no ha sufrido cambios legislativos que nos asusten en los últimos 20 años, por lo tanto la legislación es predecible y eso es importantísimo.

El tema tributario es importante porque tenemos los contratos de estabilidad que han sido ejemplo en el mundo, porque dan certeza al inversionista de que no habrá cambios que puedan perjudicar su inversión. Son temas que la gente aprecia y respeta.

¿Puede precisar las particularidades tributarias?

Tenemos una tasa razonable de impuesto a la renta de 30 por ciento. En Perú no hay exoneraciones, no hay liberaciones, no hay subsidios, ni beneficios. Es fácil cumplir con la tributación peruana.

Además, como está bien definido como impuesto a la renta, sirve de crédito inmediato al lugar de donde venga el inversionista para cumplir con su obligación en su país de origen.

¿Hay metas precisas de lo que se espera de esta Convención?

Este es un ambiente en el cual los exploradores vienen a ver lo que hay disponible y el objetivo es que si convencemos a dos o tres nuevos que vayan a Perú, hemos tenido un éxito inmenso.

Perú compite con países ¿Qué lugar ocupa?

Desde el punto de vista de exploración, Perú es un destino de primera categoría. Hay que tener en cuenta que es como ahorrar, las empresas invierten en varios países a la vez, no es que Perú sea un destino exclusivo. Queremos que sea el principal, al que miren primero y con el que se sientan más cómodos, para que puedan desarrollar y explotar la mina que encuentren.

¿Cuál es la relación de las mineras con el Estado ante a los problemas sociales en un año pre electoral?

Tenemos que diferenciar la relación de las comunidades directamente con el inversionista, y la bulla política que es natural en un proceso electoral. Esto segundo está surgiendo y desaparecerá conforme se acaben las elecciones.

Con los años aprendimos mucho en el vínculo con el entorno en el cual se desarrolla la minería. En la generalidad nunca hubo algún tipo de inversión en esos sitios, por lo que se convierte en una oportunidad para todos: para el inversionista encontrar lo que busca, una mina o un buen prospecto; y para la comunidad la oportunidad de tener un mayor ingreso, trabajo, y algún beneficio para su población o su ciudad.

Si incitados por terceros, se llega a la violencia que nosotros como mineros no queremos y que el Estado tampoco apoya, entonces en esa línea, la participación del Ministerio de Energía y Minas es fundamental.

Ellos como autoridad explican a la población qué va a pasar y el impacto que dicha inversión tendrá con ellos mismos.

¿Qué es lo que espera el gremio para este año y el que viene?

Tenemos un abanico de inversiones, de unos 35.000 millones de dólares, si logramos que uno a uno vaya consolidándose, estaríamos muy satisfechos.

¿Son 35.000 millones en 5 ó 10 años?

Me atrevo a hablar de 7 años, pero obviamente no se dará todo. Para los dos próximos años diría son 5.000 millones de dólares. Está Tía María y Las Bambas de Xstrata que se desarrollan en forma interesante. En Apurímac hay inversiones mineras importantes y en el norte inclusive ya se habla de instalar un tren. Eso dice que habrá más inversionistas.

¿Cómo avanzó en los últimos años el gremio en su relacionamiento con los gobiernos locales?

Cada empresa tiene su propia obligación y su propia política en este proceso. Lo que hacemos es juntarnos e intercambiar experiencias para que podamos usar lo mejor de lo que hace otro y no repetir los errores.

¿Creció el número de empresas peruanas que operan en minería?

Han surgido más empresas mineras peruanas, lo interesante es que las existentes han crecido en forma sustancial.

Hablamos de empresas peruanas grandes e importantes que tienen peso específico en la minería del país e incluso han acudido a mercados externos para seguir avanzando y captar más recursos. Por lo tanto la minería peruana tiene un impacto mundial muy importante.

Buenaventura es un ejemplo extraordinario de internacionalización que hay que mirar bien y aplaudir a don Alberto, por esa visión que ha tenido; el Grupo Brescia también está haciendo lo propio.

En un plano específico sobre seguridad y medio ambiente, ¿que cambios hay en la legislación y qué hacen las mineras más allá de la norma?

Ya no podemos hablar de la minería como la que había hace 100 años, hoy todos los procesos son modernos, tienen en cuenta el medio ambiente, por una sencilla razón: una producción sucia ambiental y socialmente no se puede vender.

Hay un mecanismo de control y los mineros somos los primeros en hacer bien las cosas, porque queremos ser bien recibidos por las comunidades y mostrar que se puede combinar la minería con otros procesos como la agricultura y cualquier tipo de industria.

Por lo tanto tenemos el orgullo de hacer bien las cosas, podemos hacerla probablemente mejor y poco a poco avanzamos en esa línea, somos líderes en este mecanismo porque somos la industria más regulada, con mayor legislación vinculada al tema ambiental y social, por lo tanto nos sentimos cómodos con lo que hay, a pesar de algunos excesos.

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