Guillermo Vidalón del Pino

Por: Guillermo Vidalón del Pino

¿Qué pasa cuando una autoridad decide por criterios políticos postergar u oponerse al desarrollo de algún proyecto productivo? Nada más y nada menos que una caída en la generación del empleo. ¿Quiénes resultan ser los principales perjudicados? Los trabajadores con menores niveles de capacitación.  ¿Quiénes son ellos?-, precisamente los más pobres, aquéllos que no tuvieron la oportunidad de acceder a una educación de calidad que les provea de competencias para que sean más productivos y, por consiguiente, con la posibilidad de lograr ingresos que les permitan mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, ¿acaso no siempre argumentan que su oposición a las inversiones es en defensa de los desposeídos?- Sí, lamentablemente así suele suceder.  Con el argumento de la defensa de los más pobres, hay quienes se han enriquecido manipulándolos. ¿Cómo así?, si los niveles educativos de una persona no son los adecuados y, peor aún, si la calidad de la educación que se le proporcionó es muy deficiente, termina convertido en  candidato a estar a  merced de la manipulación política.

El éxito pírrico del extremismo anti inversión ha ido alcanzando niveles insospechados en el Perú, primero fue la oposición al desarrollo de cualquier proyecto minero bajo el argumento del cuidado ambiental; sin embargo, cualquiera que visite Tambogrande encontrará que más de un agricultor se ha tornado en extractor ilegal de minerales, ha perforado su chacra, emplea mercurio y obtiene oro sin el menor cuidado ambiental ni protección a sí mismo.

¿Dónde están los financistas de campañas anti extracción ilegal?  Ya nadie los ve por allá.  No obstante, cabe recordar que muchos “ambientalistas” sí estuvieron presentes para oponerse al desarrollo de un proyecto minero formal que hubiese mejorado la calidad de vida de los pobladores del valle.  A la fecha, la alianza agricultura y minería hubiera sido un ejemplo a imitar por las otras regiones del país. Lamentablemente, el valle se degrada paulatina y progresivamente.

La maquinaria política en contra del proyecto Tambogrande tuvo éxito, el fracaso fue para los pobladores, a quienes los “defensores del ambiente” dejaron a merced de los acopiadores ilegales de metales.  Este caso fue la primera hipoteca del siglo XXI.

No obstante, el extremismo anti inversión va más allá del desarrollo de proyectos mineros.  Sin la explotación de un yacimiento, en muchos casos no se justifica la inversión en generación eléctrica, sea empleando las pendientes altoandinas de nuestra geografía o aprovechando las caídas o cursos de agua.  Si no hay energía suficiente, la demanda de añadir valor agregado a la producción minera es simplemente discursiva; es decir, manifestación de una voluntad política para hacer más vulnerable ante la opinión pública a la actividad formal.

Otra vez, lo que está primando es el criterio político y no la decisión férrea de proponerse impulsar el desarrollo industrial que, dicho sea de paso, ha alcanzado volúmenes de producción nunca antes vistos, previo a la apertura económica de la década del noventa.

Por entonces, el argumento anti inversión era que si nos integrábamos al mundo globalizado íbamos a desindustrializarnos.  Bueno, la realidad nos indica que pasó todo lo contrario, en la actualidad hay mayor volumen de producción industrial que en los años 80 y, por añadidura, con mayor calidad y con posibilidad de competir  exitosamente con productos de muchos de los países con los cuales tenemos acuerdos comerciales.

La región Cajamarca es un caso clamoroso, su producción aurífera regional ha descendido vertiginosamente, pasando de 3.3 millones de onzas en su año más productivo (2005) a 1.3 millones de onzas en el 2012 (registrando una caída de 60%).

¿Por qué cae la producción aurífera de Cajamarca? porque, por criterios políticos, se decide hipotecar el presente y tirar por la borda el futuro de los jóvenes cajamarquinos.  La oposición a los proyectos mineros denominados Quilish, así como Conga, es la causa principal del empobrecimiento y la migración de muchos emprendedores locales.

Lamentablemente, todo resta.  La oposición a las inversiones mineras suma miles de millones de dólares detenidos, así como algunos millones de puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.  La postergación o suspensión de Tambogrande Quilish, Conga, Tía María, Santa Ana, Cañariaco y la postergación de las ampliaciones de las actuales operaciones han impactado negativamente en la evolución del PBI nacional.  Todos recordamos que hace poco más de dos años el PBI se expandía a 8% anual y ahora lo hace ligeramente por encima de 4%.  Otra vez, a menor crecimiento económico, menor empleo y se pone en riesgo a cientos de familias peruanas, quienes, habiendo vencido la pobreza por estrecho margen, podrían volver a caer en ella por la pérdida del empleo de algunos de sus miembros. ¿A este resultado se le puede calificar como de defensa de los sectores económicamente más vulnerables?

Afortunadamente, el panorama no es tan gris en todo el país.  Hay provincias que han dado pasos en firme empleando la sabiduría popular y el diálogo, que son la garantía del desarrollo, y no la confrontación.. Ellos están logrando acuerdos con el sector privado, concretando aquello que han anhelado durante decenas de años y que no se postergó indefinidamente en función a las ventajas que pudiese obtener tal o cual actor político de turno.

Con relación  a la ampliación de las operaciones de la mina Toquepala, la cual recuperará agua de sus actuales procesos productivos sin incrementar el consumo actual del líquido elemento, las provincias de Jorge Basadre y Candarave se han constituido en un ejemplo virtuoso para todo el Perú.  Estamos seguros de que Tacna ciudad mirará al Ande y decidirá sumarse a este proceso.  Que también lo haga Arequipa, mirando las potencialidades que alberga en su descenso hacia la costa.

En la actualidad, el Perú tiene un único enemigo, la Pobreza que nos sume en el subdesarrollo.  ¿Cuál es la mejor estrategia para salir de ella? Atraer inversiones productivas.  Eso es lo que debemos hacer para que nunca más hipotequemos el presente y menos el futuro de nuestros hijos.

Muchas gracias por leerme. Se autoriza su reproducción (siempre que se respete la autoría del mismo) para que más peruanos seamos conscientes de la importancia de la minería en el proceso de desarrollo y generación de bienestar en el Perú.

 

Guillermo Vidalón del Pino
Superintendente de Relaciones Públicas
Southern Peru Copper Corporation