El geólogo Manuel Herrera fue rescatado el pasado 20 de julio. (Foto: Ralph Zapata/El Comercio)

El geólogo Manuel Herrera fue rescatado el pasado 20 de julio. (Foto: Ralph Zapata/El Comercio)

Ralph Zapata
Corresponsal en Piura

Luego del informe publicado por El Comercio que señala que los comuneros de Yanta no participaban de la búsqueda de los tres desaparecidos de Río Blanco Copper, la compañía se puso en contacto con la policía que está en la zona y con los comuneros de Yanta, en Ayabaca, Piura.

Estos, en una reunión realizada ayer en Hualcuy, firmaron un acta en el que se comprometen a buscar –por razones humanitarias– a los trabajadores de la compañía.

El comisario de Ayabaca, comandante PNP Miguel Orozco, confirmó lo que horas antes había anunciado Carla Díaz, de Río Blanco. “No los estábamos buscando por tierra desde Ayabaca. Vamos a reanudar la búsqueda con los comuneros, encabezados por Magdiel Carrión. Ellos se han comprometido y han firmado un acta, pero han exigido que mañana haya otra reunión en Ania (Yanta) con los familiares. Quieren que sepan que están ayudando y no están poniendo trabas en la búsqueda”, contó el oficial.

Agregó que a los ronderos se sumarán 10 policías de rescate de la Policía y 6 rescatistas de alta montaña. Partirá el lunes en la madrugada y, según Magdiel Carrión, llegarían en dos días, hasta la laguna del Cerro Negro donde Manuel Herrera declaró que dejó a la periodista Aleida Dávila.

Cabe destacar que fue Magdiel Carrión, junto a 15 ronderos de Yanta y 10 policías, al mando de Orozco, y dos reporteros de El Comercio, quienes encontraron el pasado lunes 20 a Manuel Herrera, en una casa de adobe ubicada en las faldas del Cerro Negro.

BÚSQUEDA CONTINÚA EN FERIADOS

Carla Díaz, representante de la empresa Río Blanco Copper, dijo que la búsqueda de los tres trabajadores de Río Blanco no se detendrá por el feriado largo. Mañana volverán a la zona dos helicópteros para intentar ingresar hacia el Cerro Negro, que los días previos estuvo copado por la neblina y las intensas lluvias.

Fuente: El Comercio