Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

Luis Rivera destaca necesidad de planificación estratégica.

El presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Luis Rivera, saludó la reciente implementación de la Dirección General de Promoción y Sostenibilidad Minera del Ministerio de Energía y Minas, que tiene por finalidad promover el conocimiento de esta actividad y acompañar los proyectos, así como impulsar la sostenibilidad a través de un seguimiento cercano a las buenas relaciones entre la empresa, la población y las autoridades.

Durante su participación en el foro empresarial del décimo segundo Congreso Nacional de Minería, sostuvo que para contribuir en el objetivo de alcanzar el desarrollo sostenible del país, el sector minero necesita más promoción que instituciones de control, en la medida que las empresas ya aplican los más altos estándares del mundo en todos sus procesos.

“Esperamos que se inicie una planificación estratégica de largo plazo del sector, ya que el Perú es un país minero por excelencia que ocupa el puesto 20 en escala territorial, pero compite en minería con naciones que son continentes en sí mismas, como Australia, China, Rusia y Estados Unidos de Norteamérica. Y no lo hace en uno o dos metales, sino en seis, donde ocupa los primeros puestos ya sea en producción o reservas”, puntualizó.

En el foro empresarial también participaron los ingenieros Víctor Gobitz, CEO de Compañía de Minas Buenaventura; Juan Luis Kruger, CEO de Minsur; Raúl Farfán, director ejecutivo de Relaciones Externas de Newmont, y Jorge Merino, exministro de Energía y Minas. Como moderador estuvo el Ing. Alberto Brocos, director del IIMP.

Gold Fields

En otro momento de su participación, Rivera, quien también es vicepresidente ejecutivo de Gold Fields para América, manifestó que la unidad Cerro Corona (Cajamarca) tiene 10 años de operación y es una mina única en su clase, porque permite producir oro y cobre casi al mismo valor desde el punto de vista del flujo de caja anual.

“Tenemos una buena relación con nuestras comunidades usando el concepto de valor compartido, en el entendido que la licencia social se logra a través de la generación de puestos de trabajo para las comunidades y la creación de valor vía la implementación de contratistas y proveedores de servicios locales”, comentó.

Además, resaltó que el cierre de la mina estaba previsto para 2023, sin embargo, ello implicaba la desaparición de 2,000 puestos de trabajo y dejar de aportar al erario nacional, así como no generar más valor para sus accionistas.

Entonces, concluyeron que eso era inaceptable y pensaron ¿qué podían hacer diferente? Y surgieron una serie de ideas entre las que destacó el uso del tajo como relavera, dado que una de las principales limitaciones de la mina es de espacio.

“Hicimos el estudio de alcance y si era factible echar relaves al pit y, sobre todo, cerrar un pasivo ambiental como es un tajo con otro pasivo que es un relave, para crear un activo que nos permitirá agregarle vida a la mina hasta el 2030 a través del uso de ese espacio”, indicó.

En ese sentido, afirmó que se encuentran en pleno proceso para culminar el estudio de factibilidad del proyecto y, a fin de año, tendrán todo listo para solicitar los permisos ambientales.

“Pero no nos quedamos allí y continuamos con las investigaciones con proveedores globales para ganar mayor densidad en los relaves y, a una granulometría determinada, mezclarlos con el estéril para proyectarnos hasta 2040”, adelantó.

Fuente: IIMP