Foto: Internet

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Contra el tiempo. Autoridades de la Región Amazonas arriban hoy al remoto Puesto de Vigilancia Llave en el lado peruano de la Cordillera del Cóndor. Buscan desalojar pacíficamente a decenas de ilegales ecuatorianos infiltrados en territorios ancestrales de las comunidades awajún. En caso contrario, podría generarse un choque de efectos impredecibles. No se conoce reacción presta de los sectores Interior, Defensa y Torre Tagle pese a la alerta lanzada por las comunidades nativas.

Edmundo Cruz 

El problema empezó a generarse medio año atrás en las cercanías del Puesto de Vigilancia del Ejército Peruano denominado Llave: P-V Llave, al sur de la Cordillera del Cóndor, en la frontera con Ecuador.

Se trata de una zona remota y despoblada, ubicada al suroeste del distrito El Cenepa (provincia Condorcanqui, departamento de Amazonas), pero rica en recursos forestales, particularmente maderas de las especies caoba y cedro, que desde hace unos ocho años empezaron a ser extraídas por territorio ecuatoriano.

Hasta aquí ha llegado hoy martes 17 la delegación encabezada por el vicepresidente del Gobierno Regional de Amazonas, Carlos Emilio Navas del Águila, y el alcalde del distrito El Cenepa, Manuel Díaz Nashap. Su propósito es persuadir a los invasores –más de 70 taladores ilegales entre ecuatorianos y peruanos– para que abandonen el territorio indígena.

Si no logran su objetivo, las comunidades nativas del Sector Numpatkaim han acordado expulsarlos “con sus propias manos”, porque alegan que el territorio les corresponde.

“Vamos a dialogar con las personas directamente, para ver qué está pasando, porque más adelante se puede provocar un conflicto no entre comunidades sino entre Estados”, declaró a La República el alcalde del Cenepa, Manuel Díaz Nashap.

“No queremos llegar a esa situación porque anteriormente hubo problemas como el del Falso Paquisha y la guerra de El Cenepa del 95 también comenzaron por una invasión”, comentó.

“EL PIURANO”

En agosto del año pasado, las comunidades awajún moradoras del lugar observaron la presencia de seis personas extrañas de nacionalidades peruana y ecuatoriana en esa zona.

Los nativos se acercaron a ver de quiénes se trataba. El líder se identificó como Juan Elías Gaona Jiménez (DNI 45598312), un ciudadano peruano, natural de Ayabaca (Piura), quien incluso ha construido su casa en el sitio (ver fotografía).

El grupo se presentó interesado en la creación de una nueva comunidad al costado del PV-Llave pero no pudieron ocultar los equipos para la extracción de madera y de oro con que llegaron premunidos.

La ocurrencia fue comunicada en el acto a la Organización de Desarrollo de Comunidades Indígenas de Numpatkaim y Alto Comaina (ODECINAC).

Como fruto de esa alerta, el 11 de agosto a primera hora se constituyeron en el punto el juez de paz y el gobernador del distrito El Cenepa, acompañados del representante de las rondas y de seguridad ciudadana.

LA LUZ VERDE DEL PV 

Juan Gaona, “El piurano”, fue muy sincero con las autoridades. Confesó que sus actividades en el lugar contaban con la autorización de “los jefes del PV Llave“. Mencionó al “suboficial de primera señor Guadalupe”, que según el declarante sirvió hasta setiembre del 2013.

No solo a él. Señaló también a los jefes del PV Llave que sucedieron a Guadalupe, los “suboficial de segunda Ramos” y “suboficial de primera Cueva”.

Soltó además una afirmación mucho más comprometedora. Dijo textualmente que “estos oficiales permitieron que trabajen porque según los oficiales le habían dicho que han preguntado al jefe de Chávez Valdivia y Milagro (unidades militares a nivel de batallón y de brigada)”.

La manifestación de “El piurano” consta en el “Acta de Supervisión de la Quebrada Llave”, firmada  el 11 de agosto por los declarantes y los representantes del Ministerio del Interior y de la Corte Superior de  Justicia de Amazonas.

PRUEBAS RECOGIDAS

En esa misma Acta de agosto del año pasado consta que la delegación de autoridades de El Cenepa comprobó la explotación de madera que se venía efectuando en esa zona.

Encontraron un camino abierto de 3 metros de ancho por donde se trasladaba la madera en caballo. Vieron marcada en ese camino la huella del arrastre de la madera.

Todos los resultados de la inspección fueron registrados en fotografías que obran en manos de las autoridades.

La diligencia puso al descubierto que “El piurano” Elías Gaona en una oportunidad anterior se había comprometido ante los comuneros a retirarse del lugar en 7 días y no cumplió.

El agosto del 2014 le dieron un nuevo plazo de 15 días, obligación que vencida en demasía tampoco ha honrado.

Muy por el contrario, hoy día, la entonces solitaria casa de “El piurano”  cuenta con una vecindad de más de 70 taladores ilegales entre ecuatorianos y peruanos instalados en el mismo lugar desde comienzos de este año.

Los taladores se presentan  como pioneros de una nueva comunidad fronteriza en el lado peruano pero los hechos ponen de relieve su verdadero  propósito.

Tomando en cuenta estos antecedentes, el alcalde Manuel Díaz ha aclarado que en esta oportunidad “los comisionados no van a dar un nuevo plazo, justamente para eso estamos yendo. Vamos a verificar y a decirles que no es lógico que se queden”.

Sin embargo, el alcalde de El Cenepa, Manuel Díaz Nashap, no estuvo de acuerdo con el tratamiento que Torre Tagle viene dando a este caso.

“Relaciones Exteriores está considerando un tiempo de dos semanas para recién intervenir ene este caso, pero a la población le parece que dos semanas es mucho tiempo.Las organizaciones de base plantean una intervención inmediata”, indicó.

UNA NUEVA RUTA

El alcalde Manuel Díaz recuerda que la zona comenzó a ser explotada por los ilegales hace ocho años, y su ruta de salida es el Ecuador. Concretamente, los poblados denominados Miazi y Shaime, ubicados frente a la zona de frontera que resguarda el PV Llave. Desde esos puntos hay carretera para transportar  la madera no solo al país vecino sino a otros destinos.

Se trata de una ruta distinta a las usadas por los taladores ilegales peruanos: (1) vía río Amazonas, y (2) vía Pucallpa siguiendo por tierra al Callao.

En la zona abundan el cedro y la caoba pero fuentes vinculadas al tráfico en la zona  dan cuenta de la extracción de almendro, una especie endémica registrada desde el Surinam, pasando por Guayana Francesa, Guayana, Brasil y Venezuela hasta llegar a Perú.
puestos sin vigilancia

Los denominados puestos de vigilancia del Ejército Peruano en la frontera con Ecuador empezaron a instalarse en los años cuarenta del siglo pasado, en la coyuntura de la guerra con Ecuador.

Actualmente, los puestos más cercanos y activos a la zona de tala ilegal, aparte del PV Llave, son ‘Soldado Silva’, por el sur; y el ‘PV Comaina’, al este.

Hacia el norte tenemos al Puesto de Observación ‘El Tambo’,  el ‘PV4 Antiguo’ y el ‘nuevo PV4’.

Se sabe que el presidente  Ollanta Humala estuvo destacado en el PV 4 Antiguo en sus primeros años de servicio en el Ejército y hace dos meses visitó Pampa Emtsa (Alto Mumpatjin) muy cerca del PV4.

Los puestos de vigilancia de la Cordillera del Cóndor son remotos y aislados. Tienen una partida especial en el presupuesto de Defensa y reciben su dotación de alimentos por helicóptero una vez al mes.

 Los jefes de estos puestos son de grados iniciales: subtenientes, incluso sargentos y solo en algunos casos tenientes. Sus destacamentos de personal son precarios. El Tambo, por ejemplo, cuenta solamente con 5 soldados para resguardar una zona extensa y crítica.

Urge una política de fronteras vivas

Las comunidades nativas en reiterados actos han planteado la creación de dos poblados: Kumpanan y Jempe, con el fin de poblar la frontera de la Cordillera del Cóndor.

También sugieren abrir los pasos fronterizos de Alto Comaina y Numpatkaim, que son los accesos más cercanos para el comercio con Ecuador. Además, habilitar un Mercado Binacional en el distrito de Santiago.

En cuanto a Defensa, han pedido fortalecer los puestos de vigilancia con más personal y patrullajes efectivos por línea fronteriza.
Otra sugerencia es reforzar con un profesor, un técnico enfermero y otros servicios básicos el sector de Numpatkaim, donde se planea construir el poblado de Jempe y cerca del cual se han instalado los invasores.

Varios de estos pedidos datan del 2010.

La República