18-1.jpgEn los Andes de Apurímac un moderno hospital atiende a los más pobres. Es una realidad de 10 millones de dólares, inspirada en los nobles sueños de juventud de los médicos misioneros Klaus John y su esposa Martina.

El doctor John es un ejemplo de fe y perseverancia. De puerta en puerta, con su laptop, ha logrado el apoyo de sus compatriotas, peruanos y personas de otras partes del mundo para construir un moderno hospital, completamente equipado.

En su computadora las imágenes corren mientras él, como si fuera la primera vez, detalla paso a paso la historia de un sueño hecho realidad: demostrar que el amor mueve montañas y en este caso puede construir un hospital al que denominó Diospi – Suyana, que en quechua significa “Confiamos en Dios”.

Así, con su esposa inició este emprendimiento hace 7 años con un proyecto elaborado en tres idiomas: alemán, inglés y castellano. “Luego nos vimos comprando un terreno de la Iglesia Católica”, recuerda el doctor John.

Su labor misionera encontró eco pero la burocracia sigue siendo el mayor escollo en su trabajo que ahora apunta a dar mayores servicios hospitalarios.

“Celebramos la inauguración del Diospi Suyana el 31 de agosto del 2007, con la primera dama Pilar Nores y el ministro de Salud (…) pero el servicio a los pacientes inició el 22 de octubre del mismo año. Calculo que en casi un año y medio brindamos unas 27 mil atenciones”, afirma John quien tiene como meta atender a 100 mil pacientes por año.

La quinta parte de los pacientes son de Curahuasi y alrededores, mientras que el 80 por ciento viene de Cusco, Puerto Maldonado, Ayacucho y otras partes de Apurímac. Además, llegan pacientes de las zonas pobres de Lima.

Consternado, el médico alemán revela que en estas zonas olvidadas llegan numerosos casos de gente infestada con parásitos y con tumores en estados muy avanzados. “Muchos pacientes no tienen el dinero para pagar el pasaje y se quedan en casa”.

La burocracia

Los obstáculos en Aduanas o con las diferentes agencias del Estado son increíbles. “Siempre hay una lucha contra la burocracia que hace todo para trabar el proceso siempre”, comenta John.

Y lo peor, precisa, son los efectos de los cambios de funcionarios. “Personalmente vi 6 ministros de Salud desde el 2006: Campos Vera, Vidal Rivadeneira, Pilar Mazzetti, Garrido Lecca, Carlos Vallejos y ahora Óscar Ugarte. Cada año otro ministro, y lo mismo pasa en otras agencias del Estado”.

Como ejemplo, este año hizo su usual presentación del hospital al nuevo intendente de Aduanas Marinas y Aduanas Aéreas: 10 días después, ambos fueron reemplazados.
La dinámica de la burocracia le afecta más que la dificultad de recabar voluntariados del mundo.

US$ 10 millones

Hasta la fecha el hospital tiene un valor de 10 millones de dólares. Son más de 3 millones de dólares en equipos, y en infraestructura unos 6.5 millones de dólares. Los pacientes pagan sólo 4 soles por consulta y reciben atención en uno de los hospitales mejor equipados del país.

Además, proyecta una clínica dental, con 5 consultorios para atender a mil pacientes por año. “Esa es la meta, y Dios mediante, en pocos meses tendremos esta clínica”, afirmó Jhon.

¡El staff de médicos no es suficiente!

Los diez doctores alemanes que laboran en el hospital, no se dan abasto. Médicos como el urólogo David Brady, la ginecóloga Jens Hassfeld, los internistas Alex Brunner y Oliver Engelhard, la especialista en medicina familiar Birgit Bardy-Zaspel, y la pediatra Martina John, esposa del doctor Klaus, brindan sus servicios a la colectividad por simbólicas sumas que otros facultativos no aceptan. Urgen contar con otros anestesistas y oftalmólogos, así como un ortopedista y traumatólogo, pues las urgencias médicas son una constante.

“Nuestro problema ahora es que no hay cupos porque faltan médicos”, revela el médico misionero que se ha puesto un nuevo reto: que las Universidades asignen médicos residentes al Diospi Suyana.

“Estamos en contacto con la Universidad San Marcos, con la esperanza que nos designen cinco residentes. El director del Programa Nacional de Residentes ofreció pagar los salarios y nosotros comida y vivienda”, explicó.

Toca las puertas del alma

Alrededor de 15 empresas peruanas han otorgado unos 500 mil dólares en materiales, equipos o construcción de algunas obras. “En Perú 15 empresas nos apoyan mucho, el empresario Guido Del Castillo donó más de 100 mil dólares. Cementos Lima y Southern Perú aportaron materiales. Mientras que, Indeco y Medifarma donan 10 mil dólares mensuales en medicinas.”

Pero las puertas que más se le abren son las alemanas. “Somos alemanes, ya hicimos más de 600 presentaciones en Alemania -a nivel mundial más de 1.000- y en nuestro país se han publicado hasta ahora por lo menos 200 reportajes de la prensa. Calculamos que en Alemania 17 millones conocen el proyecto.

La madrina: Pilar Nores

“La Primera Dama (madrina del Hospital) nos recibió en Palacio de Gobierno el 20 de marzo del 2007.

La historia es larga, las donaciones muchas, pero en los ambientes modestos de su casa en Curahuasi, donde vive con su esposa y tres hijos, el sensible y enérgico doctor John confesó con pesar: “Siempre luchamos contra la burocracia no sé cómo uno puede cambiar eso. ¡No sé!”.