Foto: ProActivo

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(Reuters) Familias de una región andina de Perú que fueron reubicadas para dar paso al proyecto de cobre Las Bambas ocuparon el martes sus antiguas tierras para presionar a la empresa por el pago de compensaciones, dijeron un dirigente local y la Defensoría del Pueblo.

La protesta no ha afectado la operación de Las Bambas, de la firma MMG Ltd, una filial de la china Minmetals , afirmaron el dirigente de los pobladores Obispo Huamaní y el representante de la Defensoría del Pueblo, Artemio Solano.

El vicepresidente de asuntos corporativos de Las Bambas, Domingo Drago, negó que los comuneros hayan invadido la propiedad de la mina ubicada en la región de Apurimac.

Las Bambas, cuya construcción costó unos 7.400 millones de dólares, comenzó a operar fines del año pasado y se espera que se convierta en una de las minas más grandes del mundo, con una producción anual de unas 400.000 toneladas de cobre.
También se espera que impulse este año la recuperación de la economía en Perú y que ayude al país andino a convertirse en el segundo mayor productor de cobre del mundo, después de Chile.

Huamaní dijo que los antiguos residentes de la comunidad de Fuerabamba permanecerán dentro de los terrenos de Las Bambas hasta que MMG Ltd cumpla con una serie de compromisos, como el pago de unos 200.000 soles (57.140 dólares) en compensación que, según el dirigente, la empresa aún debe a cada familia.

Solano dijo que la compañía había acordado completar la compensación a la comunidad una vez que todos los residentes fueran reubicados. Pero 15 familias se han negado a mudarse al nuevo pueblo de Nueva Fuerabamba que construyó MMG Ltd.

Las autoridades que hablaron el martes con los manifestantes reportaron que unas 40 personas estaban construyendo refugios dentro de la propiedad de la minera para permanecer en la zona, dijo Solano.

Tres personas murieron en la anterior protesta contra Las Bambas en septiembre, por un cambio de planes en la operación de la mina que afectaba su programa ambiental.

El conflicto actual se produjo mientras el presidente Ollanta Humala visitaba el proyecto, al que destacó como el motor de desarrollo de Apurimac y la economía del país.

Huamaní dijo que la comunidad no se opone a la mina, pero va a exigir a la empresa que entregue más beneficios.

Perú está plagada de conflictos mineros, especialmente relacionados con las preocupaciones ambientales y de suministro de agua. Dos grandes proyectos se han descarrilado debido a las manifestaciones locales en los últimos años.

Sin embargo, ninguna mina peruana en plena operación ha sido seriamente afectada por las protestas.

Fuente: Reuters