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Luego de meses de negociaciones y especulaciones, en abril el consorcio chino liderado por MMG adquirió el proyecto cuprífero Las Bambas, de Glencore Xstrata. Entonces, además de indicarse que era una de las transacciones más ambiciosas, a la vez que sería una de las operaciones mineras más grandes en el Perú, nos preguntábamos cuánto le correspondía al gobierno, si era algo sumamente oneroso para el comprador o no, pero también había rumores de que la aún propietaria había solicitado ante el Ministerio de Energía y Minas modificaciones al estudio de impacto ambiental (EIA).

Hoy el diario Gestión se refiere precisamente a esto último. En marzo, Glencore hizo la petición, lo que implica variar la etapa de construcción, que ha sido aplazada un semestre debido a demoras en el reasentamiento de la comunidad campesina de Fuerabamba. Así, Las Bambas recién operaría en el segundo semestre del 2015 (hasta el 2034).

Cabe indicar que no es la primera modificación que se haría al proyecto, pues ya el año pasado hubo una. La nueva propuesta contempla además de la actualizaciñon de un cronograma de actividades, habilitar caminos mineros, instalacion de tres helipuertos, reubicación de depósitos de material excdente y orgánico, entre otros puntos.
Al respecto, fuentes vinculadas al sector minero indicaron a Lamula.pe que esta nueva etapa permitiría a los nuevos dueño solucionar puntos inconclusos en el diálogo entre Glencore y las comunidades aledañas al proyecto, como el reasentamiento indicado líneas arriba y el aporte que les ofrece la minera. “En realidad, no estamos ante una novedad, ya se sabía que el anterior dueño pedía reconsiderar el EIA”, dice una de ellas, que prefiere mantener su nombre en reserva.

LaMula.pe