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Por Patricia Cánepa

Estoy en un proceso de entrevistas y me han citado para hacerme algunas pruebas la próxima semana. Hace años que no paso por estas cosas. ¿Qué puedo esperar? ¿Algunas recomendaciones?

La mayoría de procesos formales de entrevistas incluyen algún tipo de pruebas, aunque varían según el nivel de exigencia del puesto y pueden ser menos frecuentes en procesos gerenciales.

Bien administradas, son un elemento más que ayuda a los entrevistadores a evaluar el encaje con el perfil buscado. En tal sentido, no hay ni buenos ni malos resultados. Si no te llaman luego de la evaluación, tómalo como una señal que no encajas con el perfil y te ahorrarás la frustración de asumir un puesto que no te motiva o donde tus las habilidades o actitudes son diferentes a las exigidas por el puesto o cultura corporativa.

Idealmente te aplicarán no una, si no una batería de pruebas y las complementarán con una entrevista personal para hacer la interpretación más adecuada. Estos abordamientos son más completos y costosos y no todos tienen la capacidad para hacerlos.

Hay todo tipo de pruebas y no todas son pruebas psicológicas. Su aplicación puede ser presencial, con lápiz y papel, otras frente a la computadora, otras virtuales y un porcentaje menor, telefónicas con un audio grabado al cual debes contestar.

Cuando te llamen para citarte, pregunta cuánto tiempo debe durar la evaluación ya que algunas son más extensas y pueden durar 3 horas o toda una mañana, otras pueden ser más breves, de 20 minutos a una hora. Algunas pruebas exigen que las termines, en otras el tiempo te ganará, haz lo mejor que puedas. Hablemos de las más comunes.

Pruebas de inteligencia. La prueba tradicional de coeficiente intelectual mide ciertos conocimientos y aptitudes a través de “la comprensión verbal, memoria de cifras, semejanzas, cubos, ensamblaje de objetos o complementos de imagen.” También pueden aplicarte una prueba de inteligencia emocional que tiene que ver con tu autoconcepción, el manejo de la presión y estrés, tu relacionamiento con otros, etc.

Pruebas psicotécnicas. Evalúan el “proceso lógico para resolver problemas”, suelen durar menos de media hora. Pueden ser escritas, o, usualmente, por computadora, con opciones de respuestas múltiples y un tiempo asignado.

Pruebas de personalidad.  Evalúan si tienes las características personales necesarias para desempeñarte bien en el puesto.

Casos. Hay casos de todo tipo que te pueden dar resolver. Suelen ser aplicados para posiciones gerenciales y tienen tiempos límite más largos. Evalúan agilidad, reacción ante la presión, proceso de pensamiento, análisis, priorización, toma de decisiones o dominio técnico de factores clave del puesto, entre otros.

Dinámica grupal. Evaluarán tu actitud, tu liderazgo, tu relacionamiento con otros, actitud bajo presión, toma de decisiones, pensamiento. Suelen aplicarse en posiciones más junior o donde hay que filtrar grupos más grandes de personas. Empiezan usualmente con una presentación personal seguida por la solución grupal de un problema puntual. Serás observado por el facilitador y algunos de los decisores si están presentes.

Dibujos. Te pedirán que dibujes algo o que interpretes algún dibujo pre-establecido. El primero suele ser muy común y el segundo requiere de una persona muy experimentada para interpretarlo por lo que su aplicación no suele ser tan común.

Presentaciones.Normalmente te dejan una tarea para que la desarrolles y la presentes frente a un panel al día siguiente o en unos días. Más allá del contenido que es importante, observarán cómo planteas y comunicas tus ideas al igual que tu presencia ejecutiva a la hora de presentar.

Entrevista personal con el psicólogo. Se trata de una evaluación tipo conversación que apunta a conocerte mejor para complementar las pruebas cuantitativas y tener una base para la interpretación de las mismas y la definición del encaje con el puesto.

Pruebas de seguridad. A medida que vas avanzando con el proceso de entrevistas y dependiendo del puesto o tipo de empresa, podrían pedirte someterte a un detector de mentiras o a algunos análisis o exámenes médicos. Como con cualquiera de las pruebas, no son obligatorias y puedes abstenerte, pero sin un sustento válido, podrías quedar fuera del proceso.

En términos generales, no hay manera de prepararse para las pruebas psicológicas pero puedes acudir a internet para familiarizarte con ejemplos de algunos tipos de preguntas  si te da tranquilidad.   Algunas pruebas tienen factores de validación para determinar si hay consistencia en las preguntas. El mejor consejo que puedo darte es relájate, entiende bien las instrucciones, haz tu mejor esfuerzo y sé genuino.

Comparto este divertido proceso de selección de Heineken, para el cual tampoco te podías preparar pero donde la actitud es crítica, como inspiración.

Fuente: Semana Económica