Horario reducido, la flexibilidad para la vestimenta y las actividades de esparcimiento. ¿Contribuyen estas medidas a mejorar el clima laboral?

Por Sandra Vargas

En verano no solo sube la temperatura, también los ánimos fuera y dentro de la oficina. Por ello, aprovechando la temporada, varias empresas adoptan diferentes medidas los primeros meses del año con la finalidad de mejorar el clima laboral y, con ello, la productividad.

Horario reducido 
La medida más habitual que suele ponerse en práctica en el verano es reducir las horas de trabajo, al menos un día a la semana, que se compensan de diferentes maneras.

Las empresas que más se acogen a dicho cambio temporal son las que tienen un volumen de venta relativamente bajo durante el verano. Además, empresas industriales suelen aplicarlo para las áreas administrativas.

Para Alfredo Torero, gerente general de Altos Consultores, las empresas se benefician con este cambio en el horario porque reducen sus costos administrativos.

Y en lo referente a los colaboradores, el horario de verano “les permite gozar de un mayor tiempo libre en una época en donde los días son más largos y, por lo tanto, facilitan la realización de actividades familiares y placenteras”. Ello conlleva a una motivación mayor de los colaboradores en el día a día.

Vestimenta casual
Más allá de la comodidad frente al calor, flexibilizar los códigos de vestimenta en esta temporada puede mejorar el estado emocional de los colaboradores, de acuerdo a Alexis Boggio, profesor de la Universidad del Pacífico.

“Sentirse más cómodos durante la jornada laboral también podría favorecer una mejor actitud en el desempeño de sus labores, tanto con clientes internos como externos”. Enfatiza que aspectos como el trato amigable, la empatía, la paciencia y la tolerancia pueden incrementarse gracias a esta medida.

Otras actividades
Como el verano coincide con el inicio de año, se pueden tomar medidas referentes a la renovación que tienen un impacto positivo en el equipo de trabajo.

Por ejemplo, Torero recomienda pintar las oficinas, redistribuir la organización de los espacios o cambiar algunos muebles o utensilios.
Además, se pueden promover actividades grupales al aire libre, especialmente en la playa, para promover la unión y camaradería.

“Las empresas deben tener en consideración que el clima veraniego es un factor natural que alegra genuinamente a las personas y que, por ende, debemos alinear a los colaboradores con ello”, señala Ernesto Rubio, gerente general de Ronald Career Services Group.

Cuidado con el control
En contraparte a las condiciones favorables de esta temporada, existe una variable peculiar que puede alterar a más de uno en la oficina: el control por el aire acondicionado.

Y es que cada uno busca su comodidad, sea una alta o baja temperatura, lo que puede desencadenar en discusiones.
Para evitar ello, Rubio sugiere “consensuar y unificar criterios” para no incomodar a nadie. No obstante, recuerda que es más viable que una persona friolenta se abrigue a que una persona calurosa se desvista.

Fuente: Gestión