FOTOS DE ARCHIVO DE INUNDACIONES PRODUCTO DEL FENOMENO DEL NIÑO

FOTOS DE ARCHIVO DE INUNDACIONES PRODUCTO DEL FENOMENO DEL NIÑO (Perú 21)

La gran mayoría de pueblos de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad se ven amenazados por las inundaciones, activación de quebradas y huaicos. Los pobladores afectados por El Niño de 1998 siguen viviendo en las mismas zonas de riesgo. Si bien hubo trabajos de prevención, tras la catástrofe no recibieron el apoyo del gobierno de Alberto Fujimori. 

Las heridas que dejó el último evento del Fenómeno El Niño ocurrido en los años 1997 y 1998 aún no han sanado para muchos de los damnificados en el norte del país, pese a las declaraciones triunfalistas de los voceros del entonces gobierno fujimorista.
¿Por qué hoy se incide tanto en la prevención y por qué se deben agotar todas las acciones de contingencia?
Solo para tener una idea de lo destructivo que puede ser un Fenómeno El Niño basta revisar los reportes de los graves acontecimientos de 1998.
En bueno recordar, además, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), las primeras lluvias de ese fenómeno se sintieron desde finales de 1996.
Las precipitaciones intensas y que generaron serios daños se registraron a partir del 6 de diciembre de 1997 en Tumbes y Piura, para luego extenderse en otros departamentos.
El departamento más golpeado fue Piura, con 120 mil damnificados; seguido de La Libertad con 72,306 damnificados; Lambayeque con 71,756 damnificados (ver infografía).
Los efectos se sintieron hasta en la región Ica, donde se registraron 57 mil personas damnificadas.
En total fueron 23 las regiones afectadas por el último Niño del siglo XX. Siete departamentos más en relación con el fenómeno similar presentado en 1982-1983, por lluvias que duraron hasta 10 días en algunas zonas del norte del país.

Situación en Tumbes

“En el año 98, en febrero, el río se salió y la lluvia duró por varios días. El agua alcanzó el metro y medio de altura, mis cosas flotaban dentro y fuera de mi casa. Lo perdimos todo”, afirmó Paquita Iglesias Ojeda, una señora que vivió los estragos del fenómeno en su barrio Bellavista, en Tumbes.
Dieciocho años después, ella permanece en el mismo lugar, muy cerca del río Tumbes, conviviendo con la vulnerabilidad. Y junto a ella sus hijos y nietos. Paquita asegura haber escuchado noticias sobre el Niño actual, y por ello su temor renace.
No es para menos. En Tumbes los puntos críticos de esta región ante un Niño se concentran alrededor de las cuencas de los ríos Tumbes y Zarumilla. “Los sectores de San Jacinto, Corrales, Pampa de Hospital, Capitán, Higuerón, La Peña, Plateros, El Sauce, Palmar, Las Dunas, Romero y Carretas presentan alto riesgo de inundación a consecuencia de los desbordes de los ríos mencionados durante las crecidas de caudal”, informó el ingeniero Tomás Alfaro, director de estudios de proyectos hidráulicos multisectoriales de la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
Agregó que en Tumbes existen quebradas aluviónicas en las que grupos poblacionales se han instalado por permanecer mucho tiempo secas. Con la llegada de las lluvias éstas se activarán y afectarán los poblados de La Curva, Totoras, La Cruz, Zorritos, Pampa Grande, Urcos, Oidor y La Peña.

Millones en riesgo

De acuerdo con el informe “Escenario de Riesgos ante la temporada de lluvias 2015-2016”, del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo del Desastres (Cenepred), enfrentaremos este evento climático con un registro de 827 distritos expuestos a la probabilidad de lluvias superiores a sus condiciones normales.
Estos distritos poseen una población total de 18’059,663 habitantes y un total de 17’989,644 viviendas que estarían igual de expuestas. El departamento de Lima presentaría el mayor número de distritos en riesgo (115), seguido de Cajamarca (102) y Cusco (85).
Las regiones con mayor población expuesta  son Lima con 7’940,457 habitantes; seguido de Piura con 1’271,286 habitantes, Cajamarca con 1’123,267 habitantes, Arequipa con 966,203 habitantes y Cusco con 902,461 habitantes.

Ríos de Piura

Los ríos Piura y Chira también representan riesgo para los poblados asentados en sus alrededores. El Papayo, San Vicente, Chapiral, Olivares, Santa Sara, Tabanco, La cordillera, La Joya. Chilaco, Somate, El Huaro, Chisca Blanca y Huasimal en Paita se convierten en puntos críticos por inundación.
“En el 98 no estábamos preparados para un Niño, y hoy en Morropón tampoco creo que lo estamos”, afirmó Segundo Moncada Guerrero, un ceramista piurano de 60 años a quien los estragos del último fenómeno lo dejó, según dijo, marcado.
“Al caerse mi casa, la iglesia nos llevó a mí y a mi familia a la casa parroquial Sagrada Familia. Luego de permanecer cuatro días, fuimos luego a un pampón para instalar nuestro asentamiento humano. Las autoridades prometieron ayudarnos, eso nunca se dio”, narró.
Con un Niño a cuestas, en Piura no solo sufren los de la costa. En la zona altoandina, poblados de la provincia de Ayabaca sufren los estragos de los deslizamientos y huaicos.
“En estas zonas altas la lluvia no fuese un problema si las cuencas no presentaran problemas de deforestación que dan pie a los deslizamientos”, explicó el ingeniero Alfaro.

En Lambayeque

Eugenia Guerrero Purizaca fue otra de los damnificados del 98. Ella junto a sus dos menores hijos quedaron completamente en la calle, luego de que las torrenciales lluvias derribaran poco a poco su rústica vivienda situada en el sector Aviación, en el distrito azucarero de Tumán, en Chiclayo.
Al igual que Tumán, los distritos de Olmos, Pítipo, Íllimo, Monsefú, Pacora, Eten, Reque, Pucalá, Chongoyape, La Esperanza, Chancay Baños, Catache, Oyotún, Lagunas, Polvareda, San Francisco y La Manga sufren las serias consecuencias de las inundaciones.
Los huaicos también podrían desencadenarse en las zonas altoandinas de Incahuasi, Cañaris y Salas.

En La Libertad

El Niño no hace distingos en cuanto a zonas rurales o urbanas. Eso lo sabe bien la señora Daura Elena Calderón Moreno, a quien su vivienda ubicada en la quinta cuadra de la calle Pettión, en la parte alta del distrito de La Esperanza, en plena ciudad de Trujillo, se vio inundada un 20 de febrero de 1998.
“Las localidades de El Moro, El Guanábano, Santa Cecilia, Tahuantinsuyo, Puente Guadalupe, San Martín, Santa Rita, La Tranca, El Tambo y Angasmarca son también altamente vulnerables. Es importante que los pobladores sean concientes de esto y se preparen tomando prevención”, sugirió el funcionario de la ANA.
Lo mismo ocurre en Chepén, Pueblo Nuevo, Guadalupe, San José, Chao, Laredo, Chicama, Moche, Casa Grande, Paiján, así como Rázuri, Cascas, Parcoy, Pataz, y Huamachuco.
Ya lo había manifestado la meteoróloga Grinia Ávalos, representante del Senamhi ante el Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen): “los actores con toma de decisión (autoridades) se están preocupando por la intensidad del fenómeno, cuando es sabido que, fuerte o extraordinario, El Niño afecta inevitablemente a los sectores por la vulnerabilidad que presentan y es necesario que se actúe ya”.
Llama la atención que luego de 18 años, los afectados del fenómeno del 97-98 vivan en las mismas zonas de riesgo o hayan recuperado muy poco de todo lo que perdieron.

Acciones del gobierno

La declaratoria de emergencia en 14 regiones del país y la conformación de un comité multisectorial liderado por el Ministerio de Agricultura para  enfrentar El Niño fueron dos de las primeras acciones que el Gobierno Central ejecutó a nivel nacional.
Según el “Plan de acciones multisectoriales ante probable ocurrencia del fenómeno El Niño y lluvias de temporada 2015-2016”, de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), se cuenta con el Proyecto Maquinarias, del Programa Nuestras Ciudades, adscrito al Viceministerio de Vivienda; quien viene ejecutando un total de 126 actividades, relacionadas con descolmatación de ríos, encauzamiento y limpieza de cauces y limpieza de quebradas, las que han sido identificadas teniendo en cuenta la información proporcionada por la ANA.
El Ministerio de Vivienda tiene un pool de maquinaria pesada adquirido en el año 2013, conformado por 172 máquinas, con las que viene apoyando las labores de limpieza y descolmatación en diversos departamentos.
En cuanto a limpieza de cauces de ríos son hasta el momento 506 kilómetros en los que se ha trabajado, así como en la descolmatación de 161 kilómetros de cauce en los que va del 2015.
Para el caso de Piura y Tumbes, Vivienda ha enviado más de 200 módulos temporales de vivienda y tres plantas potabilizadoras de agua.
El próximo 31 de agosto se llevará a cabo el primer simulacro simultáneo en el norte del país, donde Piura será el centro de comando y se espera la participación de todos.

Gobernadores regionales demandan recursos al Ejecutivo

“Los ministerios estarían tomando con ligereza este problema, pues hasta el momento no han respondido a las diferentes solicitudes y documentos enviados a Educación, Salud, Transportes, Vivienda, entre otros sectores, refirió el gobernador regional de Lambayeque, Humberto Acuña.
Sostuvo que Lambayeque requiere más de 120 millones de soles para hacer frente a los efectos del fenómeno El Niño.
Por su parte, Reynaldo Hilbck, gobernador regional de Piura, señaló que con el evento climático su región tendrá serios problemas en sus vías de comunicación. “El Niño nos va a afectar y eso se verá reflejado en las vías departamentales y vecinales. Necesitamos ayuda del gobierno central con maquinaria y combustible”, dijo.
En tanto Ricardo Flores Dioses, gobernador regional de Tumbes, cuestionó al gobierno central porque de los 52 millones solicitados para la adquisición de ayuda, solo fueron enviados 9 de ellos a su región.

Llama la atención que luego de 17 años los afectados del fenómeno El Niño de 1998 vivan en las mismas zonas de riesgo y vulnerabilidad.

Para el caso de Piura y Tumbes el Ministerio de Vivienda ha enviado más de 200 módulos temporales de vivienda.
– “Sería bueno que nos orienten y nos capaciten porque hasta ahora yo no escucho nada por parte de las autoridades en la región Piura de lo que se va a hacer, o para dónde vamos a ir”. Segundo Moncada Guerrero – Damnificado ’98 – Piura

– “A mí no me reubicaron, yo continúo viviendo aquí porque no tengo dónde ir. Yo espero recibir apoyo para poder aumentar la altura de mi vereda para evitar que la lluvia entre a mi casa”. Paquita Iglesias Ojeda – Damnificada ’98 – Tumbes

– “Esto se puso horrible por aquí por Aviación. Fueron días de mucha tristeza, no había agua y hacíamos hasta lo imposible por mantenernos en condiciones limpias, ojalá El Niño esta vez no sea fuerte”. – Eugenia Guerrero Purizaca – Damnificada ’98 – Lambayeque

– “Con lo que he podido hemos levantado la casita pero como usted ve, cualquier lluvia que venga va a ingresar porque no es algo seguro. Nos queda pedir que no llueva duro, nada más”. – Daura Calderón Moreno -Damnificada ’98 – Trujillo

 

Fuente: La República